Lucas Matthysse y Ruslan Provodnikov estelarizaron el sábado la batalla más dura que se haya dado hasta el momento en el 2015. Una guerra que fue definida literalmente en el último asalto.
El argentino y el ruso hicieron honor a sus apodos -'La Máquina' y el 'Rocky Siberiano'-, pero al final fue Matthysse quien convenció a los jueces quienes lo vieron ganar vía decisión mayoritaria para así conseguir su ascenso en la división de las 140 libras.
Matthysse llegó al choque como segundo en el CMB y tercero en la OMB, mientras que Provodnikov marchaba cuarto en la posición en ambos organismos y quinto en la AMB.
Su triunfo podría dejarle varias opciones en la mesa: una revancha con Danny García, una pelea ante el nuevo campeón de la OMB, Terence Crawford que ganó el cetro en la misma noche con una victoria sobre Thomas Dulorme o hasta ser un candidato idóneo para enfrentar al ganador del pleito entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. el 2 de mayo.
El juez Don Ackerman anotó un empate 114-114, mientras que Glenn Feldman y John McKaine vieron ganar a Matthysse 115-113, quien lanzó la friolera de mil 35 golpes en el combate de los cuales conectó 755.
El argentino abrió el combate intercambiando de inmediato, tratando de establecer su carácter en el pleito. Acertó varias derechas y no fue blanco fácil para Provodnikov.
La esquina del ruso le pidió que para el segundo asalto tratara de llevar al argentino a las cuerdas y que acortara la distancia entre ambos, pero en ese asalto un cabezazo accidental de Matthysse le produjo una profunda cortadura en la ceja izquierda a Provodnikov.
"Pensaba que después de la cortada pues podría derribarlo", dijo Matthysse. "Pero la verdad es que él es una roca. Le di muchos golpes fuertes que hasta incluso me lastimaron la mano".
Ése segundo fue un asalto que más pareció una práctica de tiro de Ruslan, quien sorprendentemente y con el rostro ensangrentado logró sellar el 'round' acertando una sólida derecha que no fue suficiente para apuntarse el 'round'.
En el tercero, Matthysse boxeo y mantuvo en ocasiones a raya a Provodnikov con el 'jab' de izquierda, pero el ruso presionó, caminó en hacia delante y se anotó una gran combinación.
El cansancio pareció hacer su efecto en Matthysse en el cuarto. Ruslan llegó a lastimar al argentino con un volado de derecha y éste último procedió a amarrarse para capear el temporal.
Provodnikov y Matthysse se enfrascaron en una lucha cuerpo a cuerpo en el quinto. Ruslan aún sangrando de la profunda herida que sufrió temprano en el choque, continuó presionando, pero el suramericano resultó ser más efectivo y concluyó el 'round' acertando un gancho de izquierda.
Una derecha en gancho de Matthysse que aterrizó en el mentón de Provodnikov abrió el sexto asalto y marcó un gran 'round' para 'La Máquina', que en el séptimo tomó las cosas en donde las dejó.
Ruslan demostró nuevamente una débil defensa. Su rostro fue la mejor evidencia de eso.
Provodnikov abrió el octavo recibiendo de todo y descargando poco. Pero sorprendentemente el 'Rocky Siberiano' llevó a las cuerdas a Matthysse para su primer despertar ofensivo en los últimos dos asaltos.
En el noveno, ambos intercambiaron potentes combinaciones y Provodnikov conectó un sólido gancho de derecha. En el décimo, él mismo acertó un gancho de izquierda cuando Matthysse trató de lanzar el 'jab'.
En la apertura del undécimo, Esteves pidió a la esquina de Matthysse que cortaran la cinta adhesiva desprendida del guante del argentino, lo que le permitió varios segundo de descanso a éste último. Pero Provodnikov fue tras Matthysse y lo lastimó con una derecha.
"Salí a hacer mi trabajo. Era un boxeador que sabía que tenía que moverme, pero también eso hizo que mermaran un pocos mis piernas. En el once sentí una mano, pero bien me pude recuperar y siempre estuve consciente", añadió Matthysse.
Antes de abrir el duodécimo asalto, ambos peleadores se abrazaron y de inmediato comenzaron a intercambiar. Matthysse volvió al plan original, pero aunque lucía débil, aguantó la presión de último minuto de Provodnikov. Lucas se fue a la distancia cuando restaban 38 segundos y aseguró el 'round'.
La decisión final dejó a Matthysse con marca de 37-3 y 34 nocauts, y con la posibilidad de grandes combates en el futuro.
"Si existe una posibilidad buena luego de haber ganado esta pelea, espero que sea poder pelear con el ganador de Mayweather-Pacquiao", dijo al final Matthysse.
Para Provodnikov, que vio caer su récord a 24-4 y 17 nocauts, fue una derrota que vendió muy cara. Su rostro reflejaba lo dura que fue la batalla ante Matthysse, uno de los mejores 140 libras en la actualidad.
"Cada vez que subo al ring le tengo dicho a mi esquina que no pare la pelea. De la única manera en que podrían pararla es que vean que si una vez caigo, no pueda levantar", argumentó Provodnikov. "Pero sí, (Matthysse) es el peleador más duro que haya enfrentado. Yo sólo quería ganar la pelea sin importar la forma. Siempre lo dejo todo y siempre lo entrego todo", apuntó Provodnikov quien lanzó un total de 561 golpes de poder y acertó unos 166 de ellos.