MÉXICO -- El pitcher mexicano Miguel González obtuvo su segundo triunfo de la temporada en apenas su tercera salida de la temporada toda vez que lanzó las cinco entradas de rigor para aspirar al triunfo, al tiempo que los Baltimore Orioles se impusieron por pizarra de 8-3 a los Boston Red Sox, en Fenway Park.
Pese a ser castigado en la primera entrada con tres carreras, el diestro jalisciense pudo obtener su segunda victoria en lo que va de la campaña, apoyado en gran medida por la batería de su equipo y una mala salida de su contraparte en el montículo, Rick Porcello.
En el inning que abrió las acciones, los Orioles consiguieron un par de rayitas ante la serpentina de Porcello, quien se vio respaldado por los Red Sox cuando le empezaron a encontrar los lanzamientos a Miguel González, quien permitió sencillo a Brock Holt, caminó a David Ortiz y después fue castigado con un cuadrangular de tres carreras por la pradera izquierda, cortesía de Hanley Ramírez.
A partir de ahí, la historia cambió. En la segunda entrada retiró a dos hombres por la vía del ponche, en el cuarto inning volvió a permitir par de hombres en las almohadillas pero acabó la entrada con un fly al jardín derecho de Mookie Betts.
En el quinto rollo, su último en el montículo, dominó a Daniel Nava, Mike Napoli y Pablo Sandoval.
Su labor terminaría con cinco indiscutibles admitidos, tres carreras --todas limpias--, cuatro pasaportes y cinco hombres retirados por la vía del ponche; de momento su marca queda en 2-1 y 2.55 de carreras limpias permitidas.
Relevo perfecto de los mexicanos
El par de brazos de orígen azteca en los Toronto Blue Jays, Marco Estrada y Roberto Osuna, aparecieron en la lomita en la derrota de su novena 5-2 ante los Atlanta Braves, en juego que se llevó a cabo en el Rogers Centre de la capital canadiense.
El michoacano entró por el abridor Daniel Norris en la parte alta del tercer rollo y en su labor de una entrada y un tercio caminó a un enemigo y abanicó a dos para dejar su efectividad en 1.69.
Roberto 'Cañoncito' Osuna sigue sin admitir carreras en la gran carpa y una vez más dio gala de su velocidad al ser el responsable a partir del octavo rollo, con un hombre retirado, en donde mantuvo a raya a la ofensiva de Atlanta.