MÉXICO -- Al inicio del campeonato el América presumía contar con un plantel con la potencia de un auto deportivo, incorporando refuerzos destacados a un equipo que recién celebraba convertirse en el máximo ganador del futbol mexicano.
En contraste, Chivas arrancó con el único objetivo de salvarse del descenso luego de igualar a Puebla y Leones Negros en el fondo de la tabla de cociente.
Las metas eran totalmente opuestas, como lo eran los panoramas, y el arranque del torneo parecía dar razón a las expectativas, las Águilas sumaron solo una derrota en siete partidos y las Chivas con irregularidad lograron tres triunfos en igual número de jornadas.
A una semana del Clásico Nacional los esquemas han cambiado. Los azulcremas llegarán en sexto lugar general, goleados 4-0 por Querétaro y con el inconveniente de un compromiso a media semana: la final de ida de la Liga de Campeones de Concacaf, cuyo resultado puede ser un arma de doble filo.
Chivas, a pesar de igualar de visita a Xolos, defendió el liderato general y también contará con un duelo previo: la final de Copa MX. Sin embargo el panorama luce más optimista pues como consecuencia del triunfo 1-0 de Atlas sobre Puebla, el Rebaño ya está matemáticamente salvado del descenso y puede ocuparse de asegurar su clasificación.
El Clásico Nacional a disputarse en la Jornada 15 llega tras un giro de 180 grados, como una oportunidad de reivindicación para las Águilas o la posibilidad de concretar el resurgimiento de Chivas.
MAGIA EN EL AZTECA
Dentro del declive de América por 4-0 por segunda ocasión en el torneo, brilló la presencia de Ronaldinho pese a estar menos de diez minutos en la cancha en el encuentro de Jornada 14.
El brasileño, imán para las taquillas del Estadio Azteca, presumió en sus propias palabras que después de conquistar el Bernabéu logró dos goles en el Azteca, su primer doblete en México y las primeras anotaciones en el torneo (cuarto y quinto en el futbol mexicano).