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Un mundo diferente; el mismo LeBron

CLEVELAND - El mundo ha cambiado desde que LeBron James hizo su primer viaje a los playoffs de la NBA en 2006.

Plutón ya no es considerado un planeta. Britney Spears ya no está casada con Kevin Federline. Y ciertas letras de la canción "Changes" de Tupac ya no tienen su dosis de verdad.

Por supuesto, la NBA ha cambiado también durante este periodo. David Stern, el comisionado responsable por convertir a la liga de una operación familiar a una fuerza internacional, se retiró y le dejó el puesto a su alumno más aventajado, Adam Silver. La liga presentó y posteriormente escabulló un nuevo balón de piel. Luminarias como Shaquille O'Neal, Allen Iverson y Jason Kidd ya se retiraron, abriendo la puerta para una nueva ola de estrellas como Anthony Davis, Kevin Durant y Stephen Curry.

Lo que no ha cambiado es el lugar de James en este deporte. De Cleveland, a Miami y de vuelta a Cleveland. Del número 23 al número 6 y de vuelta al 23. De Beijing a Londres. De la banda en la cabeza a la cabeza con entradas. De su famosa cábala de lanzar tiza previo al juego a no hacerlo. De una derrota en las Finales contra San Antonio, a perder contra Dallas, a ganarle a Oklahoma City, luego a San Antonio y una vez más perder ante San Antonio. James se ha mantenido constante como el estándar de oro en su arte.

"Es parte de lo que me impulsa", dijo James en una entrevista exclusiva con ESPN. "Ha sido así durante mucho tiempo y planeo estar aquí durante mucho tiempo. Es parte de lo que me motiva, parte de mi apetito. Cuando llegas a esta posición, creo que soy el mejor. Es cómo me siento con mi juego, cómo me siento con mi conocimiento, mi IQ del juego-realmente no quieres ir hacia abajo".

Él estaba apenas en su tercera temporada y tenía solamente 21 años cuando tuvo su primera probada de los playoffs hace una década, registrando un triple doble de 32 puntos, 11 rebotes, 11 asistencias en 48 minutos, durante un triunfo sobre los Washington Wizards.

Ahora, como un veterano de 12 años y a los 30 años de edad, con los Cavs abriendo serie de primera ronda ante los Boston Celtics, James no es exactamente el mismo que hizo ese debut memorable en postemporada. Él jugó 36.1 minutos por juego en la campaña -promedio más bajo de su carrera-, se perdió 13 juegos -cantidad más alta de por vida-por descanso y lesiones, mientras promediaba la menor cantidad de puntos (25.3) y rebotes (6.0) por juego desde su campaña de novato.

Pero, no está del todo alejado de la normalidad.

James probablemente terminará en los cinco primeros lugares de la votación para el MVP en 2014-14, lo que será la décima campaña al hilo que lo hace. Igualará a Bill Russell para la segunda racha más extensa en la historia de la liga, solamente por detrás de Kareem Abdul-Jabbar, quien fue votado entre los cinco mejores de la liga para el galardón individual más prestigiado en 12 campañas al hilo, desde 1969-70 hasta 1980-81.

Y cualquier charla de que su cuerpo lo está traicionando o que el atleticismo comienza a atrofiarse debe ser tomado en cuenta al ver que terminó octavo de la liga con PER con 26.01 (el jugador más veterano que se clasifica en el TOP 10, y el único jugador de ese grupo, fuera de Chris Paul, mayor de 27 años que lo logra) y fue el número 16 de la liga en clavadas con 88 (más que las 84 de Blake Griffin y las 79 de Andrew Wiggins).

"Sé que el Padre Tiempo está invicto pero ahora no estoy topándome con ese muro", dijo James. "Intentaré maximizar mi carrera, maximizar lo que puedo hacer individualmente y para mi equipo, por el mayor tiempo posible".

Aunque 11 de 13 compañeros que James tenía durante esa aparición inicial en playoffs en 2006 ya están fuera de la liga (solamente quedan el pívot lesionado Anderson Varejao, quien sigue en Cleveland, y Drew Gooden, reserva en Washington, mientras que Damon Jones todavía sigue, aunque como coach de desarrollo de jugadores con los Cavs), él tiene un nuevo grupo de apoyo encabezado por Kyrie Irving, de 23 años y por Kevin Love, de 25, que podría traerle un éxito mayor en postemporada del que tuvo cuando era más joven.

"Estoy emocionado por la posición en la que estamos", confesó James. "Nunca estoy complacido. No puedo estar complacido hasta el resultado final. Y de hecho, nunca estoy satisfecho. Me exijo excelencia. Le exijo excelencia a la gente que me rodea. Y creo que el proceso será largo, pese a la posición en la que estamos el día de hoy".

Por hilar tantos días con el paso de los años sin disminuciones en su dominio dentro de la cancha, los récords comenzaron a caer esta temporada como piezas de dominó. Él pasó a leyendas como Adrian Dantley, Robert Parish, Charles Barkley, Iverson, Ray Allen y Patrick Ewing, en la lista anotadora de todos los tiempos. Él rebasó a Mark Price en el liderato de todos los tiempos de asistencias y triples con los Cavs. Eclipsó a Scottie Pippen como el pasador más prolífico de la liga jugando una posición ofensiva, superando la marca de por vida de Pippen para un alero.

Él ha logrado mucho, pero ve al básquetbol en términos de qué está por venir y no por la cantidad de trofeos y premios que ha acumulado.

"Amo este juego", dijo James. "Amo el juego y todavía puedo darle mucho más. Siento como si estuviera engañando al básquetbol, engañaría a los dioses del juego si me retirara ahora o el año entrante. Tengo mucho por dar. Mucho conocimiento, mucho juego dentro de la cancha y debo compartirlo con mis compañeros.

"Creo que si hay un momento en donde ya no puedo compartir todo lo que tengo, dárselo a mis compañeros o a la franquicia, entonces comenzaré a pensar qué es lo que sigue. Pero ahorita, por la forma en cómo estoy jugando, por la forma en cómo veo al básquetbol y por la forma en cómo domino, por lo que siento al competir contra los rivales -saber que competirás contra la oposición todas las noches-me sigue encantando".

Y a él le encantaría darle un título al Noreste de Ohio y a la ciudad de Cleveland antes de que se acabe el tiempo.

"Cada día, tengo esa visión", confesó James. "Cada día, cuando trabajo en mi juego, tengo esa visión. ¿Está prometido? No. Nada en la vida lo está. Pero para eso trabajo".