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Messi, espectador de un Barça feliz

BARCELONA -- Tres goles al Manchester City y cinco al PSG. Ocho goles en dos eliminatorias sin que él, Leo Messi, anotase ninguno. Cuando acabó la fase de grupos se entendía trascendental el liderazgo de Messi como se contemplaban imprescindibles sus goles para llevar al Barça a Berlín. De momento, sin embargo, la 'Pulga' ha acumulado cuatro partidos sin marcar y el equipo azulgrana no ha añorado ni lamentado esa sequía.

Podría decirse, a la vista del choque frente al PSG, que el papel secundario de Messi acabó por ser la mejor de las noticias no principales de la noche. Se dosificó, mucho, y apenas si disparó una vez a puerta, casi al final, tras completar una noche alejado del primer plano. Tanto, que no participó en ninguno de los goles del equipo, que llevaron la firma de Neymar con la asistencia de Iniesta primero y Alves después.

Una excepción que en otras circunstancias podría llevar a la tragedia, fue esta vez la imagen de la felicidad. Se espera, sin duda, su regreso al primer plano el sábado ante el Espanyol y cuando este viernes se celebre el sorteo de las semifinales Messi se catapultara como el líder que debe dirigir al Barcelona hacia la final de Berlín, porque no puede ser de otra manera.

Pero en el concierto coral que ofreció el grupo de Luis Enrique ante el PSG se contempló como una delicia inesperada la participación de Leo Messi como un jugador más del engranaje. Como ese futbolista especial que, sin embargo, quedó incluido en un fútbol de autor de todo el equipo mimando el balón, en una primera parte en que recuperó la mejor de sus esencias.

El Barça presionó muy arriba, recuperó rápido el balón y lo movió con prestancia. Achicó en defensa, creó en el medio y masacró delante con un fútbol que recordó su personalidad más íntima y sin que nadie estuviera por delante de nadie. Destacó Neymar por sus dos goles pero igualmente quedó incluido en el espectáculo de todo un equipo que se dio el mejor de los homenajes.

Leo Messi no tiene igual. Pero el Barça, en el momento trascendental de la temporada parece decidido a demostrar que, sin renunciar a sus goles, puede aspirar a todo sin ellos de forma innegociable. Y a estas alturas eso no deja de ser noticia porque la 'Pulga', se vio en su cara esta noche al final del encuentro, es feliz. Y el Barça, también.