Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

Clippers aprenden de sus errores

La serie entre Los Angeles Clippers y San Antonio Spurs está que arde. El empate a uno con el que se trasladó a Texas es un balance que deja más contentos a los vigentes campeones que a los aspirantes. Los texanos fueron capaces de llevarse un encuentro de alta tensión el miércoles (111-107), un partido en el que la balanza se podría haber decantado de cualquier lado, pero que finalmente acabó saliendo de su lado.

Fueron varios los factores que impidieron a los Clippers defender su feudo, quizás el más notorio fue el cúmulo de imprecisiones que mostraron en el tramo final de la cita, donde los errores angelinos acabaron por precipitar una derrota en el tiempo extra que les dejó un muy mal sabor de boca. Pérdidas de balón, contraataques fallidos, falta de efectividad... Los Clippers no lograron poner la puntilla a unos Spurs que jugaron los últimos ocho minutos de partido (incluyendo el tiempo extra) sin Tony Parker (lesionado), Manu Ginóbili (expulsado por acumulación de faltas) y con Tim Duncan con cinco personales en su casillero. En los minutos finales los Clippers tuvieron un 33 por ciento de efectividad por un 50 de sus rivales.

"No creo que hayamos jugado nuestro mejor encuentro", afirmó Doc Rivers. "Creo que eso es bastante obvio, igualmente tuvimos nuestra oportunidad y deberíamos haber ganado el partido, pero no lo hicimos. Esto me dice muchas cosas. Lo primero es que será una gran serie y que estaremos preparados para el Juego 3", declaró.

No hay duda de que más allá de las figuras que están sobre la duela en esta serie de infarto, lo que brilla es la estrategia de los dos ideólogos. Rivers y Gregg Popovich están demostrando que son dos de los mejores coaches del momento y se encuentran ante una oportunidad de oro para brillar. El entrenador de los Spurs supo leer a la perfección el varapalo en el Juego 1, corrigió los errores y fue capaz de frenar la productividad de Chris Paul y Blake Griffin cuando más falta hizo. 'Pop' es consciente de que la gran mayoría del poderío ofensivo de ambos jugadores pasa por las dos estrellas y hacerles temblar es tambalear a los Clippers.

"Debemos ser capaces de finalizar", señaló CP3. "Hemos hablado de ello durante toda la temporada. Tuvimos la oportunidad de ponernos 2-0 y no sacamos ventaja de ello. Tenemos que ejecutar en los momentos finales. Eso es cosa mía. En el tiempo extra tenemos que defender mejor. Tengo que hacer un mejor trabajo para asegurarme de que los chicos están listos", argumentó el armador, quien asumió la culpa del último lanzamiento errado en el tiempo regular. "Fallé un tiro que tendría que haber entrado".

Entre Paul y Griffin lograron anotar o asistir en 82 de los 107 puntos que anotaron los californianos el miércoles, incluidos las 41 unidades de las 47 que el equipo logró al descanso. Ambos lograron crear 40 oportunidades tras asistencias en el Juego 2 mientras que el resto del equipo contó con ocho. Sin embargo, cuando ellos no estuvieron acertados al final, los Clippers cayeron en barrena. La dependencia de los angelinos en sus dos jugadores estrella es total, para lo bueno y para lo malo.

Si echamos un vistazo atrás al partido que vencieron el domingo, pudimos ver a un Griffin capacitado para campar a sus anchas con un balance de efectividad de 17-de-20 lanzamientos. Los Spurs vieron el peligro in situ y en el Juego 2 trazaron un plan para frenar al gigantón y reducirle a 0-de-5 en tiros de campo la segunda parte y la prórroga. Le cerraron las puertas en la pintura y le obligaron a emplearse a fondo con tiros más lejanos e incómodos.

Griffin logró un triple-doble el miércoles con 29 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, sin embargo, el equipo pagó muy caro el error que cometió a falta de 11.9 segundos y con los Clippers ganando de dos puntos (94-92). Regaló el esférico, Patty Mills recibió falta personal y convirtió sus dos lanzamientos. Los dos pesos pesados de los californianos no lograron echarse el equipo a las espaldas. Paul erró un lanzamiento en la última posesión y Griffin no pudo empujar la bola al fondo de la red en el rebote. Tiempo extra, partido perdido y el ala-pívot no tuvo más remedio que asumir su responsabilidad.

"Tengo el cien por cien de la culpa", afirmó sobre la pérdida de balón. Tenía la pelota y en lugar de cuidarla o tratar de hacer canasta o forzar una falta, la perdí. La culpa es mía y eso es lo que está en mi cabeza ahora. Esto va a doler, pero debemos mirar adelante. Fuimos capaces de superar 10 puntos en contra y lo que tengo que hacer es cuidar la pelota. Queda mucho básquetbol por jugar, esto no está terminado", sentenció.

San Antonio albergará el tercer juego el viernes, y el cuarto encuentro el domingo. El martes la serie regresa a Los Ángeles.

^ Al Inicio ^