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Cuestión de vida o muerte

DALLAS -- Los Dallas Mavericks parece que se derrumban en pedazos.
Sin embargo, aseguran que aún están en pie de guerra y que este viernes frente a los Houston Rockets la gente verá más junto que nunca al equipo y con mayor capacidad de competencia que en las últimas semanas.

Los Mavericks reciben a los Rockets en el tercer partido de la serie de playoffs, en la que están abajo 0-2, en una semana complicada dentro y fuera de la duela, después de perder en Houston sábado y martes.

"Hay muchos ajustes por hacer", dijo el centro de los Mavericks Tyson Chandler. "No hemos jugado a nuestra máxima capacidad. Hemos cometido errores que nos costaron partidos".

"Ahora en nuestra casa debe ser diferente", agregó. "Este lugar va a estar lleno por completo de gente que nos transmitirá su energía. Ellos hicieron el trabajo en su casa, donde se suponía que deberían ganar. Ahora es nuestro turno".

Hay ajustes y situaciones que en definitiva serán diferentes por completos.
Para empezar, los Mavericks no tendrán más como movedor de bola a Rajon Rondo, quien después de 46 controversiales partidos, desde que llegó a Dallas en un canje de múltiples jugadores en diciembre pasado, fue separado del grupo.

La justificación fue una supuesta lesión en la espalda, de la que nadie, ni siquiera dentro del vestidor, estaba enterado antes del miércoles.

Rondo nunca encontró el ritmo, el sistema ni la química en la cancha con varios de sus compañeros; mucho menos con su entrenador.

En esta postemporada, las cosas se agravaron. Con Rondo en la duela, Dallas fue superado por 35 puntos; con él en la banca superaron a los Rockets por 13 unidades.

"Las cosas sucedieron de esa manera...", dijo el guardia puertorriqueño J.J. Barea. "Es una situación difícil, pero ya terminó".

Barea será uno de los principales responsables de intentar reencontrar el camino, cuando los Mavericks están a la mitad de una eliminación. Aun por confirmar oficialmente, el boricua deberá ser el armador titular por el resto de los playoffs.

Los Rockets tiene ventaja 2-0 en una serie de playoffs por vez primera desde el 2007. De acuerdo al Índice de Poder de Basquetbol de ESPN, tienen 80 por ciento de posibilidades de ganar la serie.
Antes de comenzar la serie, el enfrentamiento entre los Mavericks y los Rockets era el más parejo entre todos las series de la primera ronda en la NBA, según el mismo índice, con 54 por ciento a favor de Houston para subir a la siguiente fase.

"Tenemos que hacer mejor trabajo a la defensiva", dijo Chandler, después de que los Mavericks perdieron los primeros dos partidos tras permitir 229 puntos combinados de los Rockets. "Tenemos que proteger mejor nuestra parte interior. Jugar mejor en la pintura. No podemos dar tantas libertades a sus hombres grandes".

Los Rockets vencieron 60-48 a los Mavericks en la pintura el martes pasado, y retacaron la bola 14 veces con "clavadas", para igualar la mayor cantidad en un juego de playoffs en los últimos 15 años.

"A la defensiva nuestra energía tiene que ser buena todo el juego; nuestra comunicación tiene que mejorar", dijo el entrenador Rick Carlisle. "Tenemos que reconocer ciertas situaciones".

"Ellos tienen dos grandes jugadores (James) Harden y (Dwight) Howard, a los que se sumó (Josh) Smith, y ya vieron los resultados".

Howard acabó con Dallas debajo de la pintura con 28 puntos y 12 rebotes; Harden, 24 puntos, seis asistencias y cinco rebotes. Smith puso 15 puntos y nueve asistencias.

"Llegó el momento de mostrar el carácter", dijo Chandler. "Hemos peleado contra muchas cosas durante todo el año, incluyendo cambios de jugadores. Sabemos cómo hacer el trabajo y regresar en los momentos difíciles. Tenemos que mejorar de manera colectiva".

Los Mavericks además extrañarán a su delantero Chandler Parsons, quien quedó fuera para el resto de la postemporada por lesión de rodilla.
Devin Harris, quien faltó al partido anterior por lastimadura de un dedo del pie derecho, está en duda, aunque para buena fortuna de los Mavericks entrenó este jueves.

El entrenador Carlisle dijo desconocer si estará disponible para el Juego 3, pero Harris aseguró que hará hasta lo imposible.

"Espero estar lo suficientemente bien para jugar", dijo Harris. "Es difícil estar sentado afuera, en especial en los playoffs cuando sientes que es cuando tu equipo más te necesita".

"Perdimos dos partidos cerrados", agregó. "Y en la situación que estamos ahora, los muchachos tienen que prender todos los cilindros. Somos capaces y obviamente pensamos que enfrentamos a un equipo que podemos vencer".

Dallas recibirá el tercero de la serie este viernes, a partir de las 7 p.m. tiempo del Este.
Los Mavericks no han ganado una serie de playoffs desde que se coronaron campeones en el verano del 2011.

"Estamos contra la pared y me gusta la manera en que hemos reaccionado cuando estamos en este tipo de situaciones toda la temporada", dijo Harris.