GUADALAJARA -- Juan Antonio Pizzi no encuentra explicaciones sobre lo que ocurre con el León. El entrenador argentino, de hecho, tampoco tiene muchas razones para quedarse en el conjunto esmeralda e incluso asegura que si no fuera por el apoyo de la directiva, ya habría renunciado hace algunos días. La derrota frente al Atlas fue un golpe más del que ya no sabe qué decir.
"Eso me pregunto, no encuentro explicaciones, he probado todo, he tratado de volcarlo todo lo que conozco en los aspectos, en lo anímico, futbolístico y emociones. Dos a uno, con un hombre más y un penal, y perderlo, no encuentro explicación", señaló el estratega en conferencia de prensa.
Pizzi consideró que lo que se vive actualmente en el cuadro del Bajío "es desesperante y lo siento mucho por nuestras familias, por los directivos, por la afición", además de que es un momento que evidentemente no disfruta ni él ni los jugadores.
"Me la tendré que aguantar, porque no la estoy pasando bien y los jugadores tampoco y lo más fácil sería irnos", indicó.
El estratega, como lo ha hecho desde hace unas semanas, pone su continuidad en manos de los dirigentes, aunque reconoce que cada vez es más complicado.
"Ya era una temporada y éste es un golpe durísimo. Por lo único por lo que no renuncio es por el apoyo de los directivos y si quieren buscar otra solución, me voy a marchar. "Hemos intentado todas las posibilidades, hemos tenido todas las variantes, pero llega un momento en el que se agotan todas las posibilidades y son los directivos los que tienen que tomar esa decisión", señaló.
La derrota ante el Atlas simplemente fue un indicador más de que las cosas no saldrán bien en el equipo, de acuerdo al propio estratega. "Si haces una lectura del partido, es inexplicable, no le puedo echar la culpa ni a la actitud", lamentó.