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Chicharito presenta argumentos para ser indiscutible en el Real Madrid

MADRID -- Tuvieron que lesionarse al mismo tiempo Gareth Bale y Karim Benzema para que el Chicharito dejara de ser irrelevante.

El Real Madrid es hoy un equipo vivo en Champions y en la Liga, en buena parte, gracias al delantero mexicano, que en una semana se ha ganado la consideración de que, tal vez, no sea tan mala idea hacer válida la opción de compra.

Chicharito ha marcado ocho goles en 961 minutos disputados con el Real Madrid y que se traducen en un gol cada 83 minutos. Sólo Cristiano Ronaldo, con un gol cada 60 minutos, y Lionel Messi, con un gol anotado cada 80 minutos, presentan un mejor registro.

O sea, Javier Hernández es el tercer jugador más efectivo de la Liga. Con el doblete en la victoria por 2-4 sobre el Celta de Vigo, Chicharito sumó cuatro goles en los últimos tres partidos que ha partido como titular. En total, ha marcado ocho tantos con la camiseta del Real Madrid, seis de ellos en cinco de los siete partidos en que ha jugado de inicio.

Es decir, ha influido en el marcador en un 71 por ciento de las veces que ha sido titular. Ha gozado apenas de 510 minutos repartidos en 18 partidos de Liga en los que ha realizado, en total, 11 disparos a gol, de los que seis han acabado en gol. Presenta un 54 por ciento de eficacia de cara a la portería.

El jugador mexicano pasó seis meses esperando una oportunidad más allá de los minutos 'basura' o el tiempo de juego en los partidos intrascendentes.

Porque a ojos del español, en general, y del madridista, en particular, eso era, un jugador intrascendente que está ahí como bala en la recámara. Tanto que apenas ahora, cuando abril está por terminar, se le 'descubre' en el país ibérico y la afición merengue comienza a mostrarle cariño, y no es para menos, pues un gol suyo los metió en la semifinal de Champions.

La política de rotaciones al mínimo del entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, dejó un tiempo muy reducido al Chicharito para ganar adeptos.

Peor le fue cuando, a principios de diciembre, tuvo la oportunidad de jugar como titular en el último encuentro de la fase de grupos de la Champions League ante el Ludogorets. Un partido en que el Real Madrid, plagado de suplentes, sacó una contundente victoria por 4-0 y en que el Chicharito no pudo aportar nada.

El sistema de juego, ese híbrido entre 4-3-3 y 4-4-2 comúnmente utilizado por el italiano no le permitió lucir y su discreta actuación pareció confirmar a ojos del crítico ibérico lo que estaba cantado: Chicharito "no servía" ni para reemplazar a Morata, el antiguo suplente que hoy triunfa en la Juventus de Turín. Había que apostar por el recientemente recuperado Jesé.

Incluso Ancelotti tenía como prioridad recuperar al canario antes que preparar al Chicharito que, recordemos, sólo estaba de paso por Valdebebas.

Hernández es un jugador que viene con brújula integrada. Busca estar en la posición para anotar y si no la encuentra, emprende la carrera decisiva al área para abrir espacios al compañero. Lo hizo ante Celta para permitir que James marcara el 2-3 con un movimiento que dejó sorprendida a la afición madrileña, aunque era algo que había hecho muchas, muchas veces para habilitar a Wayne Rooney en Manchester.

También es un jugador que, pese a medir 1.73 metros, tiene una fuerza física destacable y es muy ágil, por lo que constantemente le gana la espalda a los defensas. Por eso sabe posicionarse para recibir el pase como pocos.

Así lo hizo para darle el 1-0 al Real Madrid sobre el Atlético, con una finta por detrás de Giménez para quedar solo para marcar.

Tiene un juego muy sencillo, muy directo. Calcula bien. No lo parece, porque es pequeñito, pero tiene un salto muy potente.

Todo ese paquete estaba muy bien, pero para Ancelotti, lo realmente importante en un centro delantero es que sepa jugar sin balón fuera del área. Algo que en apariencia, Chicharito no hacía y Benzema sí. Que ayudara a defender, que presionara, que ganara duelos aéreos y no solo para el remate. Que midiera el ritmo para no encontrarse constantemente fuera de lugar, como le pasó con el Ludogorets. Que contribuyera con pases clave.

Y ha sido justo en eso en lo que ha crecido el Chicharito desde que se puso a las órdenes de Ancelotti. Un crecimiento que ha quedado patente esta semana y que bien puede valerle el contrato, sobre todo después del juego contra el Celta, más allá de haber resultado determinante ante el Atlético, pues bailó al ritmo de James y Cristiano, que no es poca cosa.

Trabajó durísimo en la creación y en la media. De los 20 pases acertados que tuvo en Vigo, 19 fueron fuera del área, seis en su propia mitad de la cancha, nueve en el tercer cuarto de la cancha y el resto en la banda derecha.

Le sigue fallando el fuera de lugar (tuvo dos, en Vigo), pero de 28 toques solo cuatro fueron dentro del área y de esos, tres fueron disparos a puerta. De esos tres disparos, dos se tradujeron en gol.

En resumen: se ha vuelto el jugador completo que Ancelotti siempre ha visto en Benzema, o al menos, cumple a la perfección con las mismas funciones que el francés.

Ya era eficaz y siempre lo supo el italiano, pero ahora tiene, además, a un jugador útil, algo que le da más valor a sus ojos. Un valor de 20 millones, si es que el Madrid decide quedárselo en los próximos tres días, aproximadamente la mitad, si el Manchester United accede a extender el periodo para seguir negociando el traspaso con el cuadro merengue.