Tom Haberstroh 9y

Los Pelicans llegaron para quedarse

NEW ORLEANS - Dos horas antes del inicio del juego en el centro de New Orleans, un conductor de Uber que no rebasaba los 29 años revisó el destino del viaje en su aplicación del iPhone, y preguntó de forma reflexiva, "¿Qué ocurrirá esta noche en el Smoothie King Center?".

La serie entre los Golden State Warriors y los New Orleans Pelicans afortunadamente llegó a su fin el sábado por la noche, pero para muchos nativos de esta ciudad, la serie terminó dos días antes. Cuando Stephen Curry metió ese triple imposible, que pareció arrebatarle los últimos segundos de vida a la extensa temporada de los Pelicans. El conductor, quien se describió como un aficionado a los deportes de toda la vida, pareció avergonzarse cuando escuchó la respuesta a su pregunta. Por supuesto, el cuarto juego de los Pelicans contra los Warriors.

¿Cómo se le pudo olvidar?

O, mejor dicho, ¿cómo habría de recordarlo? ¿Cómo debe esta ciudad recordar la temporada?

El optimista diría que olviden la barrida. En lugar de eso, recuerden que este fue el año de Anthony Davis, tal y como se había prometido. En el juego 4, el joven de 22 años lució magistral una vez más, ahogando la línea defensiva de los Warriors con 36 puntos y 11 rebotes, al acertar 14 de 20 en tiros de campo. En la serie, la primera selección global de los Pelicans en 2013 promedió 31.5 puntos, 11 rebotes y tres bloqueos en su debut en postemporada.

Tras perder 109-98, Davis aflojó su jersey por última vez esta campaña, antes de compartir un momento con Steve Kerr, el coach rival, a un costado de la cancha.

"Estoy agradecido que ya no debo enfrentarte más", le dijo Kerr al gigante de los Pelicans.

El aficionado optimista de los Pelicans dirá que olviden el colapso del tercer juego. En lugar de eso, recuerden la gloria luego del Juego 82 de campaña regular, el último, donde los Pelicans necesitaban vencer a los campeones San Antonio Spurs para conseguir su boleto a playoffs. Y así lo hicieron, luego de estar 3 juegos y medio detrás del Oklahoma City Thunder exactamente hace un mes. Recuerden el confeti que cayó, los abrazos con la familia y amigos, el silencio de aquellos que los cuestionaban.

El optimista dirá que olviden la falta de elegancia. En lugar de eso, recuerden que ellos llegaron a estas alturas sin el beneficio de una presencia veterana en el equipo, sin un solo jugador que rebasara los 30 años. Y vean el hecho que Tyreke Evans, Ryan Anderson, Eric Gordon y Jrue Holiday lidiaron con lesiones todo el año y admirablemente pelearon hasta el final.

Pero el pesimista permanece. Los Pelicans quizá sean un equipo de un solo hombre, con un head coach que quizá no sea el adecuado para guiar a Davis a un título algún día. Olviden que los Pelicans llegaron a los playoffs y recuerden que ellos probablemente no estarían aquí si no fuera por ese hueso lastimado en el pie de Kevin Durant.

El pesimista también dirá que a Davis, quien es elegible para una extensión de cinco años este verano, quizá no le agrade lo que ve en la directiva. Hace dos meses, la hija y los nietos de Tom Benson, dueño de los Saints y los Pelicans, ordenaron un examen psicológico como parte de una demanda presentada en febrero contra su padre y abuelo de 87 años, alegando que la esposa de Benson está haciendo uso indebido de la habilidad mental del marido.

Y el pesimista insiste: ¿Cómo es que un equipo que tiene a Davis y a un especialista defensivo como Omer Asik termine como una de las ocho peores defensivas de la NBA? ¿Cómo es que un equipo es superado en el marcador 29 a 13 en ocho minutos de situaciones clutch (juego con diferencia no mayor a cinco puntos en los últimos cinco minutos)? ¿Cómo es que desperdiciaron una ventaja de 17 puntos en casa cuando faltaban seis minutos en el Juego 3? Porque el coach no pertenece a la liga, diría el pesimista. Después de todo, LeBron James pasó por cuatro coaches distintos antes de ganar su primer título.

La verdad está en alguna parte. La verdad es que el futuro luce brillante para los Pelicans, más brillante de lo que lucía apenas hace un mes, pero todavía les falta para poder sujetar a todo el país de la forma en cómo Davis sujetó a la liga. Pronto, los habitantes de la ciudad no olvidarán que hay un juego de playoffs por disputar.

"Creo que él será el MVP dentro de pocos años", dijo Kerr acerca de Davis. "Espero que tenga una buena temporada baja. Estuvo brillante".

Su brillantez fue en rara vez duplicada por el elenco de soporte. Gordon mostró destellos de excelencia. Evans, quien batalló con una lesión que lo dejó fuera de la mitad del primer juego, mostró muy poco de su talento. Ryan Anderson a menudo anotaba como un Dirk Nowitzki de 26 años, pero a la defensiva parecía el Nowitzki de 36 años.

La organización tendrá que decidir si Williams es el coach adecuado para llevarlos a la cima de la montaña. Ya los llevó a la base, a un sitio en los playoffs y un récord de 45-37 en la tercera temporada de Davis. ¿Qué tan alto los puede llevar?

Lo que es claro es que Williams se apega a Davis en cada oportunidad. Cuando Davis se marchaba al vestuario luego de la derrota del sábado, Williams estaba ahí, colocando su mano sobre el hombro de Davis. Y eso es algo inteligente. Sabe que es un talento generacional.

"Los muchachos pasan por eso, especialmente cuando eres un gran jugador", dijo Williams acerca de los problemas en playoffs. "Davis y yo sabemos que tenemos una presión distinta a los demás. Y nos duele de forma distinta. Estoy optimista que él tendrá más momentos buenos que malos, porque quiere ser grande, y trabaja para eso. Él representa lo bueno de la NBA".

El comisionado Adam Silver, quien estuvo presente para ser testigo de la grandeza de Davis en el cuarto juego, debe estar de acuerdo. Él se dio cuenta que la liga está en venas manos con Davis. La liga debe hacer un mejor trabajo la siguiente campaña y no enterrar a los Pelicans del calendario de televisión nacional, como lo hizo esta campaña. El juego de Davis lo exige.

Davis es el próximo LeBron, el próximo KD, el próximo gran hombre. Vean esta joya de Elias Sports Bureau: Davis se unió a Bob McAdoo, Kareem Abdul-Jabbar, Willis Reed y Wilt Chamberlain como los únicos jugadores en la historia de la NBA que promediaron al menos 30 puntos y 10 rebotes en sus primeros cuatro juegos de postemporada. Son cuatro integrantes del Salón de la Fama.
Davis respeta a esos íconos, pero en este momento, no quiere saber nada de eso.

"Siempre es un honor estar en esa categoría con esas personas", señaló Davis. "Pero al mismo tiempo, mi enfoque no está en meterme a los libros de récords, estadísticas ni nada parecido. En la serie, el enfoque era ganarla, ganar un juego. Pero no pude hacerlo. Así que los logros individuales no significan nada. Nos barrieron y es algo muy difícil de digerir".

La barrida no refleja lo reñida que fue la serie. Los Pelicans tuvieron la ventaja durante 65 minutos en la serie, lo que equivale a aproximadamente poco más de un cuarto de acción.

Al final, los Pelicans probablemente mantendrán a Dell Demps como gerente general y a Williams como head coach, porque eso es lo que hacen los equipos que tuvieron una incursión en playoffs como esa. Este es un equipo que se ubica en el mercado televisivo número 52 de Estados Unidos, y casi no siente el escrutinio nacional. La aparición en playoffs trae respeto, pero la lupa los seguirá muy pronto.

Pueden ver las huellas de los Spurs en la organización de los Pelicans. Demps fue capacitado como ejecutivo con los Spurs antes de unirse a New Orleans en 2010. A finales de los años 90, Williams jugó dos temporadas para el entonces gerente general Gregg Popovich, y recientemente llevó a Davis a que trabajara en la temporada baja con Duncan.

Créanlo o no, Williams jugó al lado de Duncan cuando este último era un novato de 22 años procedente de Wake Forest. Y pese a esa experiencia con uno de los mejores, Williams pone a Davis un peldaño arriba en algunos puntos.

"Para alguien de 22 años, su calidad de liderazgo es mejor que cualquiera de las que he visto en la liga a esa edad", dijo Williams acerca de Davis.

El 1 de julio, los Pelicans seguramente le ofrecerán a Davis una extensión de cinco años para seguir con lo que se espera sea una carrera en New Orleans llena de campeonatos y premios como el MVP. Nadie lo olvidará.

"Cuando tienes a alguien como Davis, que consigue ese tipo de estadísticas y tiene a ese grupo de jugadores a su alrededor, encontrarán la forma", señaló Curry.

Eso será aterrador, con cualquiera que los lleve a esa instancia. Recordaremos esta temporada como aquella en donde Davis no se detuvo hasta que sonó la chicharra final. En el último minuto, con el juego fuera de las manos, Davis lanzó un triple desesperado que se quedó corto. Él caminó lentamente de vuelta para defender, derrotado, colocando su camiseta sobre la cabeza, como si quisiera esconderse de la verdad inminente: la temporada se acababa. Davis agachó la cabeza a mitad de la cancha y, por un momento, nos acordamos de su juventud.

Davis no debe avergonzarse de nada. En esta postemporada, aprendimos que el reinado de Davis ya inició. Y la liga no olvidara pronto lo que el joven de 22 años les hizo esta temporada. De hecho, Davis y este equipo de New Orleans llegaron para quedarse.

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