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La experiencia de súper pelea

Todas las generaciones han tenido su gran pelea. Este sábado por la noche, Floyd Mayweather y Manny Pacquiao se enfrentarán en el MGM Grand de Las Vegas, y por fin, a esta generación le tocará la suya.

Los aficionados han esperado este combate durante más de cinco años y, finalmente, después de numerosos vaivenes se firmaron los contratos; y quedará inscrita en la historia del boxeo como una de las peleas más esperadas e importantes jamás realizadas.

En términos de publicidad y trascendencia, esta contienda se cataloga entre las mejores: la pelea de revancha entre Joe Louis y Max Schmeling, el primer combate entre Joe Frazier y Muhammad Ali, la serie de peleas entro los iconos de los años 80, Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns, Marvin Hagler y Roberto Durán, Félix Trinidad-Óscar De La Hoya y Lennox Lewis-Mike Tyson.

Mayweather y Pacquiao, los dos mejores peleadores de su era, competirán por unificar los títulos de peso wélter, los laureles libra por libra y ser declarado el rey de su época. Ambos son conscientes de la importancia de la batalla, aunque buscan esconder sus emociones durante los preparativos masivos para la gran noche.
"Nunca en mi vida he tenido tantas ganas de ganar una pelea", dijo Mayweather, campeón en cinco divisiones diferentes, aunque en otras entrevistas durante la promoción indicó que el pelear contra Pacquiao era "simplemente otra pelea más".

No lo es, y Pacquiao lo admitió.

Pacquiao, el único poseedor de ocho títulos en diferentes divisiones, comentó: "Esta pelea es sumamente importante para mí y para la historia del boxeo. No queremos dejar una interrogante en la mente de los aficionados. Los fans del boxeo han estado esperando esta pelea durante más de cinco años. Me han hecho la misma pregunta tantas veces y finalmente se dio".

Ahora que ya es un hecho y estamos a solo unos días, ¿cómo se sienten los protagonistas? ¿Qué se siente estar situado en el primer plano internacional para una pelea colosal a escala mundial?

"Tienes que lidiar con muchas cosas", dijo Bernard Hopkins, excampeón del peso mediano y peso semipesado, quien ha estado involucrado en mega eventos contra Trinidad y de la Hoya. "Mayweather y Pacquiao saben que esta pelea es mucho más importante que cualquier otra, y ambos han peleado en grandes combates. Pero ninguno como este".

De la Hoya, el rey de los pagos por evento en su época, participó en numerosas contiendas, incluyendo peleas contra contrincantes de la talla de Mayweather, Pacquiao, Hopkins, Trinidad, Fernando Vargas, Pernell Whitaker, Ike Quartey y Julio César Chávez Sr.

Él sabe bastante acerca de la presión que se siente participar en el gran escenario, ante la mirada del mundo entero.

"Sentía cierta presión positiva" dijo de la Hoya, quien se incorporó al Salón de la Fama del Boxeo Internacional el año pasado. "Me encantaba participar en grandes eventos. Realmente disfrutaba que mis eventos fueran la excepción y no la norma del boxeo. Te impulsa. Te motiva saber que tienes una gran pelea por delante".

De la Hoya comentó que antes de su pelea por la unificación del título de peso superwélter contra Vargas en el 2002, nunca había estado tan concentrado. Realmente deseaba vencer a Vargas -uno de sus más odiados enemigos del pasado y ahora su amigo-. Las cosas estaban tan mal en aquel momento que el nombre de la pelea fue: "Mala sangre".

"Si entras en la zona, como en la que yo me encontraba antes de la pelea, es mejor que tu oponente tenga cuidado", mencionó de la Hoya. "Puedo leerlo en la mirada de Floyd y Pacquiao. Están decididos. Saben que esta pelea consolidará su legado".

Mientras que de la Hoya es plenamente consciente de la magnitud de las peleas en las que ha participado, comentó que trataba de evadir el humo que se creaba antes de los combates. Y cuando caminaba hacia el ring, simplemente se concentraba, como un hombre de negocios en su camino a una importante reunión. Impasible.
"Intentas mantenerte alejado de la publicidad", dijo. "Como peleador intentas mantenerte al margen de todo eso. El peleador está enfocado en su entrenamiento. Cuenta con un equipo de trabajo que se hace cargo de todo lo demás".

Ricky Hatton, excampeón de peso superligero y campeón defensor de peso wélter, viajó de su natal Inglaterra para pelear contra Mayweather y Pacquiao en Las Vegas, en grandes eventos donde decenas de miles de sus compatriotas lo acompañaron. Hatton perdió ambas peleas por nocaut, sin embargo, nunca las olvidará.
"Estaba disfrutando el momento", dijo Hatton. "Lo disfruté bastante. Sabía que una gran cantidad de aficionados me seguían y eso aumentaba la presión. Pero tengo que admitir que me sorprendió la cantidad de gente que viajó para asistir a la pelea (contra Mayweather)".

Se estima que 30 000 o más ingleses invadieron Las Vegas, para formar parte de las festividades durante la semana de la pelea.

"Eso aumentó la presión", comenta Hatton. "Esto te puede afectar conforme se aproxima la pelea. No creo que esto haya repercutido de manera negativa en mis peleas contra Floyd o Manny. Sé perfectamente que era el favorito de las multitudes, incluso estando en los Estados Unidos. Parecía que Floyd no tenía aficionados cuando me tocó boxear contra él, sin embargo, los fans de Manny son extraordinarios. Estaba más equilibrado. Fueron dos grandes eventos, y tuve el privilegio de ser parte de ellos".

Evander Holyfield, excampeón de peso pesado, participó en algunas de las grandes contiendas de la historia del boxeo: incluyendo peleas contra George Foreman, tres contra Riddick Bowe, dos contra Mike Tyson y dos ante Lennox Lewis.

Él mencionó que tener experiencia en este tipo de eventos masivos era importante, ya que sabía exactamente qué esperar.

"No cambiaba nada, solo tu corazón, tus emociones y todo eso", dijo. "Debes mostrarte natural, y no como en realidad te sientes. Estos dos púgiles (Mayweather y Pacquiao) han realizado grandes peleas, y considero que podrán manejar bien la situación y que la gente sentirá que el pago de su boleto valdrá la pena".
Para Hopkins, los combates realmente importantes eran diferentes que las peleas comunes y corrientes.

"Era distinto por todas las exigencias", decía Hopkins. "El show es en grande, la producción es en grande, las preguntas de los reporteros se triplican. Se convierte en algo grande. La pelea se comenta en todos los niveles de los medios de comunicación: desde los más importantes hasta los más pequeños. Y nunca se acaba. No te puedes tomar un descanso.

"No puedes dejar que te afecte. La gente a tu alrededor debe dirigirse a los medios. Pero las emociones de tu propia gente en ocasiones también son intensas, porque están bajo una inmensa presión. Se trata de ser mentalmente fuerte e ignorar todo lo que sucede a tu alrededor. Aquellos que lo logran son los que triunfan en este tipo de peleas. Y yo pude hacerlo".

Los boxeadores pasan meses en el campamento de entrenamiento, preparándose para el momento de la pelea. Pero los últimos angustiosos minutos en el vestidor pueden quebrantar a un hombre.

El himno nacional ha terminado. La electricidad se acumula. La multitud se vuelve loca y finalmente el boxeador debe caminar al cuadrilátero en el momento más importante de su vida profesional.

"Llegó la hora. Todo o nada", dijo Hopkins sobre su mentalidad en aquellos últimos segundos. "Las palabras habían quedado atrás y me sentaba a esperar en el vestidor, calentando, y lo único que quería saber era cuántos minutos faltaban para salir. En mi caso, las peleas contra (Kelly) Pavlik, Trinidad, de la Hoya y (Antonio) Tarver: esas fueron las más importantes, en las que quería saber cuántos minutos faltaban para salir. Todos los atletas sienten algo de nervios y cierta intensidad, luego te recompones y sales a hacer tu trabajo. Pero había muchos nervios y expectativa".

Hopkins contaba con una vasta experiencia, pero dijo que no importaba si ya había peleado más de cincuenta peleas como profesional. Los nervios no desaparecían.
"Es algo diferente. Por eso es una pelea importante. Sabes que es diferente", comentó Hopkins. "Y tus instintos humanos empiezan a florecer, y sabes que es más grande de lo que esperabas. La pelea contra Trinidad fue mi primer combate realmente grande. Quería demostrarles a sus fans y el mundo boxístico que yo era mejor que él. Sabía que era mi momento de brillar, a pesar de la extrema presión. Sabía que debía cumplir y esa noche lo hice".
Hatton también admitió estar "tremendamente nervioso" antes de sus súper peleas.

"Pero no podía estar mejor preparado. Es otro nivel", dijo Hatton. "Floyd y Manny están tan equilibrados que la estrategia será importante para ambos, y el que controle mejor los nervios saldrá victorioso. La línea que separa la victoria de la derrota es delgada. Cuando estás en el vestidor repasas tu estrategia y tienes que creer en ti mismo. Mantener la calma en el vestidor es sumamente importante.

"Iniciar con fuerza será clave. Floyd llegará y defenderá y se meterá gradualmente en la pelea, como siempre lo hace, pero ¿emprenderá Manny la lucha o boxeará con mayor prudencia? El primer minuto de la pelea marcará la pauta. Para poder comenzar bien, deberán mantener la calma en el vestidor".
De la Hoya dijo que será importante que nada distraiga a Mayweather y a Pacquiao en los últimos segundos antes de subir al ring.

"Si en los últimos dos minutos tu mente se distrae o piensas en otra cosa, te puede costar muy caro", dijo. "Debes estar completamente concentrado".
Pero de la Hoya también dijo que si Mayweather y Pacquiao no sienten nerviosismo al caminar al cuadrilátero antes de la pelea, entonces "no son humanos".

"No significa que sientan temor, pero estás a punto de subir al ring medio desnudo y millones de personas estarán observando cómo te enfrentas a otro hombre", dijo de la Hoya. "Estás ansioso por subir al ring y una vez que tu pie toca la lona estás en tu oficina y es hora de trabajar".

Una vez que Mayweather y Pacquiao estén en el cuadrilátero pasarán algunos minutos antes de que comience la pelea. Pacquiao estará en el ring más tiempo porque saldrá primero. Pero después se harán las presentaciones de los boxeadores y se reunirán en el centro del ring para recibir las últimas instrucciones del réferi Kenny Bayless.

De la Hoya confesó tener un ritual antes de la peleas, mientras esperaba la campana.

"Sabes que la pelea está por comenzar y yo empezaba a realizar la cuenta regresiva", dijo. "(El anunciador Michael) Buffer está por hacer la presentación y sabes que te quedan dos o tres minutos", dijo de la Hoya. "Empiezas la cuenta atrás. Después sabes que el momento se aproxima cuando todos abandonan el ring. Solía pensar: ¡Que todos se salgan ya del ring, que suene la maldita campana y vamos ya!

"Después escuchas la campana y llegó la hora de pelear. Luego -- una vez que sientes el primer golpe -- sientes alivio".