<
>

Por presente, Sara

FotoBaires

BUENOS AIRES -- ¿Orion o Sara? Esa es la cuestión que desvela a los hinchas de Boca de cara a los Superclásicos que se vienen. No es una elección fácil para Rodolfo Arruabarrena, quien de todos modos aclaró una y mil veces que el arquero titular es el hombre de la Selección.

La llegada de Guillermo Sara a comienzos de año abrió la polémica en relación a la titularidad en el arco de Boca. Hasta fines de 2014 Orion no tenía competencia. Emanuel Trípodi no era una amenaza para el ex San Lorenzo y Estudiantes. Todos tenían claro que cuando el "1" titular no estaba en el arco, por lesión o por alguna convocatoria a la Selección, Trípodi recibía el arco a "préstamo y sin opción".

Sin embargo, Sara demostró ser más que un buen suplente. Arrancó el año justamente jugando los Superclásicos de verano, donde Boca ganó por 1 a 0 y goleó por 5 a 0. En los dos partidos mostró seguridad y personalidad. Cuando arrancó el torneo oficial, Orion volvió a ocupar los tres palos, pero a partir de ese momento comenzaron las dudas sobre su presente.

Todo se potenció a partir de las expulsiones. Primero vio la roja contra Temperley, tras reaccionar con un cabezazo que no llegó a destino luego de una escaramuza en el área chica. El árbitro lo vio, el jugador rival exageró y el arquero se fue al vestuario cuando aún restaban 45 minutos de juego.

Luego, llegó la polémica jugada contra San Martín de San Juan que derivó en la fractura de Carlos Bueno, por la cual le dieron las cuatro fechas que se cumplieron en la 10ª jornada, ante Lanús.

Lo que antes hubiera sido un problema (que el irregular Trípodi sea titular) ahora, para muchos, fue una ventaja: Sara demostró en este tiempo que está en un mejor nivel que Orion. Y fue responsable directo de varios de los triunfos acumulados en el semestre.

Se adaptó rápido al exigente mundo Boca y dejó en claro que tiene "chapa" para atajar en un equipo grande, donde la exigencia es mayor y donde en las pocas jugadas de riesgo que suelen tener los rivales hay que demostrar jerarquía.

Cada vez que jugó, brindó seguridad, y así se ganó a una hinchada exigente. De perfil bajo y lejos de cualquier polémica, su figura contrasta con la de Orion, quien no sólo se muestra como líder y referente, sino que tiene un estilo más provocador, una personalidad más confrontativa. Hasta se animó a pararse enfrente de la vereda de Riquelme, el gran ídolo, y fue protagonista de más de una polémica en los vestuarios, lo que potenció la fama de conflictivo.

Otro punto que le juega en contra Orion, seguramente el más importante porque es futbolístico, es que en los últimos Superclásicos dejó dudas: se equivocó en esa fallida salida en cancha de Boca de marzo de 2014, que aprovechó Funes Mori para darle la victoria a los millonarios, y también en el último partido oficial por el torneo local, cuando bajo la lluvia se le escapó una pelota relativamente fácil que terminó siendo el empate del local.

Si se dejaran los nombres de lado y sólo se evaluara el rendimiento, Sara debería estar ocupando el arco de Boca. Pero eso sería un dolor de cabeza para el DT. Mandar al banco a un referente y a un jugador con la personalidad de Orion no es tarea sencilla: podría convertirse en una bomba de tiempo. Sin dudas, esa decisión rompería la calma que en el vestuario logró mantener el Vasco desde su llegada, uno de los grandes logros que tiene su gestión. Y en estos días si algo necesita Boca, es calma.

Pero pensando en el futuro, si Sara mantiene su nivel, es probable que el DT tome una decisión cuando llegue el momento de rearmar el nuevo equipo. Y en ese esquema, Sara tiene todo para ganarse un lugar en el arco titular.