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La revancha del Vasco

DYN

BUENOS AIRES -- Se jugaba mucho Boca en el inicio del la trilogía superclásica ante River. Y mucho más Rodolfo Arruabarrena. Porque hasta el domingo el DT nunca le había podido ganar un partido oficial a River como técnico, tanto de Boca como de Tigre, el primer equipo al que dirigió.

Y porque pese a los triunfos de verano, incluido el 5 a 0, luego de la eliminación de la Copa Sudamericana pasada la necesidad de arrancar esta serie de partidos con una victoria era mucha.

Pero el Vasco pudo tomarse revancha. Boca se llevó tres puntos valiosos ante el clásico rival, le sacó el invicto y la punta y así quedó como único líder del torneo.

El entrenador "jugó" un partido perfecto desde el banco. Estuvo lúcido a la hora de hacer los cambios, cuando River empezaba a mostrar superioridad, en el primer cuarto del segundo tiempo, y gracias a esas modificaciones el local comenzó a cambiar el trámite del partido.

El ingreso de Gago por Chávez (volante por delantero) con el clásico empatado pudo ser considerado defensivo; pero Boca necesitaba recuperar la pelota y así lo consiguió: con Gago tuvo más posesión y más fútbol.

Pablo Pérez hizo un muy buen partido y nada menos que el segundo gol en el poco tiempo que jugó (ingresó a los 34 del ST por Melli), mientras que Pavón abrió el partido con un tanto que será inolvidable para el joven futbolista.

Acertó en todo el Vasco, y lo "primereó" a Gallardo, que corrió detrás suyo en cada modificación. Sí, le marcó la "agenda" del partido.

En el último clásico oficial por torneos locales jugado en el Monumental, en 2014, Gallardo había marcado la diferencia con el ingreso de Germán Pezzella. El partido, jugado bajo una intensa lluvia, lo ganaba Boca 1 a 0 y el Muñeco hizo entrar al defensor para pararlo como centrodelantero: en la segunda pelota que tocó, marcó el empate.

El Vasco apenas tuvo tiempo de mover el banco, y cuando intentó contrarrestar esa movida del entrenador millonario ya era tarde. "Después del gol de River pensé por qué no puse a Chiqui Pérez antes, porque el cambio ya estaba preparado", reconocía el DT en ese momento.

Sin dudas, se dio una tarde perfecta para el técnico xeneize el domingo en La Bombonera. Ahora, con la tranquilidad del triunfo y el ánimo en alza, tendrá tiempo para encarar los dos partidos decisivos que se vienen.

Mientras tanto, puede disfrutar el primer triunfo oficial ante el clásico rival, que tiene mucho sabor a revancha.