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Roger Federer y Andy Murray ganan en polvo de ladrillo

Los eventos de la semana pasada terminaron con algunos ganadores estelares. Roger Federer ganó la edición inaugural del Abierto de Estambul, mientras que Andy Murray se llevó el título en Munich, tras la demora por lluvia.

Pero sucedieron muchas cosas más, como te contará a continuación nuestro equipo de escritores de tenis en esta nueva edición de Racket Response.

LOS TÍTULOS NO LLEGARON FÁCIL PARA FEDERER Y MURRAY

Carl Bialik, FiveThirtyEight.com: Roger Federer, Andy Murray y Nick Kyrgios hacen su mejor trabajo fuera del polvo de ladrillo. Sin embargo, los tres jugaron torneos optativos la semana pasada, una verdadera rareza. Murray y Kyrgios nunca habían jugado un torneo ATP 250 en arcilla. Federer solamente había jugado tres de estos torneos en la última década.

Pero jugar en polvo de ladrillo en el peldaño más bajo del tour --ninguno de los tres tuvo que enfrentarse a un Top 15-- rindió sus frutos. En Estambul, Federer ganó su primer título en arcilla en tres años y el primero en arcilla roja en seis. En Munich, Murray alcanzó, y ganó, su primera final en polvo de ladrillo. Y en Cascais, Portugal, Kyrgios alcanzó, y ganó, su primera semifinal en cualquier superficie dentro del tour, aunque luego fue ampliamente derrotado por Richard Gasquet en la final. Los tres tuvieron que trabajar duro. Kyrgios tuvo que ganar dos tie-breaks sólo para permanecer en el torneo.

Federer perdió dos sets y ganó cuatro muy peleados por 7-5 o 7-6. Murray perdió dos sets y ganó la final por tie-break en el tercer set. Eso podría costarles en el Masters de Madrid esta semana, que había comenzado mientras el trío estaba ocupado jugando sus finales. Federer y Kyrgios podrían enfrentarse en la segunda ronda, y Murray podría cruzarse con Philipp Kohlschreiber, rival del escocés en la dura final de Munich, por segunda vez en tres días en la segunda ronda. Pero incluso si ninguno de estos tres hombres llega lejos en Madrid, ganar cuatro partidos cada uno en arcilla podría ayudarles en los grandes eventos que están por venir.

CUEVAS PODRÍA SER UNA AMENAZA EN FRANCIA

Leonardo Ayala, ESPNtenis: El uruguayo Pablo Cuevas es dueño de una historia de superación. Una lesión -con doble operación- en la rodilla derecha lo mantuvo dos años sin jugar y con la duda de si alguna vez podría volver a pisar una cancha de manera profesional. Hoy su presente es totalmente opuesto, ya con un par de temporadas de continuidad.

Cuevas tuvo sus primeros grandes impactos en 2014, cuando logró quebrar la barrera del Top 100 al ganar en semanas consecutivas los torneos de Bastad y Umag. Fueron sus primeros dos títulos ATP. Pero no se conformó, ni siquiera con la estadística que lo puso como el segundo jugador con más partidos ganados en el año sobre polvo de ladrillo, detrás de Rafael Nadal.

El uruguayo siguió en alza en 2015. Ganó su tercer título en San Pablo y se convirtió en el primer tenista de su país en meterse en el Top 25. Y esta semana, más demostraciones. Final en Estambul, donde sólo Roger Federer pudo ponerle freno. Pero lo mejor puede estar por venir: no defiende puntos en Madrid ni Roma y sólo una segunda ronda en Roland Garros.

KYRGIOS MUESTRA DESTREZA EN POLVO DE LADRILLO

Peter Bodo, ESPN.com: La noticia principal en Estoril sin duda es la manera en que Richard Gasquet se vengó de Nick Kyrgios, la sensación australiana de 20 años que había sobrevividp nueve match points para capturar un inesperado triunfo sobre Gasquet en su último encuentro.

Y que aquel partido se haya llevado a cabo en Wimbledon (en la segunda ronda) sólo hizo más resonante el fracaso de Gasquet. Pero aunque Gasquet merece mucho crédito por la fortaleza mental que alimentó su convincente 6-3 y 6-2 sobre Kyrgios en la final de Estoril, el hecho de que el australiano haya llegado a la final podría tener aún más importancia a largo plazo.

"Al haber sido mi primera final [ATP], definitivamente hubo un poco de presión ahí", le dijo un equilibrado Kyrgios a la prensa más tarde. "Pero es por eso que él es un jugador de clase mundial. Fue demasiado bueno para mí y tengo que mejorar".

Kyrgios mostró su destreza en las canchas rápidas el año pasado, con aquel triunfo sobre Gasquet y una sorpresiva victoria sobre Rafael Nadal en la cuarta ronda (entre otros logros). Pero que un jugador de su perfil (Kyrgios tiene un gran servicio y un potente juego de fondo) haya jugado su primera final del tour sobre la lenta superficie de la arcilla sólo alimenta la teoría de que, si no se lastima, está destinado a convertirse en un Top 10, o mejor.

PLISKOVA SE DESTACA EN EL TORNEO LOCAL

Matt Wilansky, ESPN.com: El mejor partido de tenis del fin de semana probablemente haya sido el que recibió menos atención. Karolina Pliskova venció a su compatriota checa Lucie Hradecka 4-6, 7-5 y 6-3 para ganar el Abierto de Praga. Lo creas o no, fue Hradecka quien se dio un festín con el servicio, con 17 aces en la final. Pliskova, quien lidera la WTA en aces, logró meter ocho en el partido, pero fue su calma durante los momentos de tensión lo que la condujo a su triunfo número 28 de la temporada (mejor marca en la WTA).

"Lucie y yo somos buenas amigas", les dijo Pliskova a los reporteros más tarde. "Practicamos mucho juntas en los torneos, y jugamos juntas la Fed Cup dos veces, así que nos conocemos bastante bien. No quería vencerla, pero tenía que hacerlo".

Las checas no reciben mucha publicidad, en gran parte debido que a su jugadora más establecida, Petra Kvitova, dos veces ganadora de Wimbledon, no genera los titulares que generan tantas de sus colegas de primer nivel fuera de la cancha. Kvitova es reservada, si no tímida. Pero con el ascenso de Pliskova, el país se ha convertido en uno de los más exitosos del tour. Nueve checas se encuentran actualmente en el Top 100. No es coincidencia que hayan ganado tres de los últimos cuatro títulos de la Fed Cup.

Pero Pliskova nos ha demostrado que si bien la suma de las partes ha funcionado brillantemente bien para las checas en los últimos años, sobran razones para creer que se unirá como una estrella individual en el escenario más grande.

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