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"Deflategate", el golpe más duro al legado de los New England Patriots

HOUSTON -- Bill Belichick, Tom Brady y sus New England Patriots recibieron un golpe a su legado más duro que el de nocaut de Saúl "Canelo" Álvarez a James Kirkland.

Y en particular el entrenador en jefe de los Patriots toda la vida será mencionado como tramposo, junto a sus cuatro campeonatos de la NFL, sus 10 boletos a la postemporada en 11 años y sus innumerables títulos divisionales.

Y el hecho de que el famoso "Deflegate" haya cobrado sólo víctima en su mariscal de campo y que Belichick hasta el momento esté limpio de castigo, ya sea suspensión o económico, no evita que todos pensemos que sabía a la perfección lo que sucedía en la manipulación de los balones que utilizaron los Patriots en el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana.

Tampoco es que nadie crea que un poco de aire menos en el balón hayan hecho grande a Brady, a Belichick y compañía; mucho menos que sean el principal factor de un partido que terminó en paliza 45-7, o que sea la única vez que lo han hecho.

Pero es el hecho de que estaban jugando fuera de las reglas, muy poco, pero fuera de las reglas.

Todos, absolutamente todos los fans de la NFL y de los que no lo son tanto, recordaron a la perfección el ya legendario "Spygate", cuando escucharon del problema de los balones en enero pasado por parte de los Patriots.

En el 2007, Belichick fue multado con 250 mil dólares, los Patriots con medio millón y perdieron una selección de primera ronda de draft por espiar las señales de los entrenadores rivales.

Tampoco creo que el grandioso éxito, como prácticamente ningún otro desde la época de Vince Lombardi como entrenador que ha tenido Belichick sea por hacer trampa.

En un deporte como el fútbol americano de la NFL se requiere mucho más para ganar que quitarle dos libras de aire a los balones o espiar entrenadores.

Es más que probable que muchos lo han hecho; sé que muchos desinflaron más de media libra los balones sobre todo para patear goles de campo y que los entrenadores en cualquier nivel de fútbol americano intentan robar la señal o adelantarse a ellas contra el equipo rival.

Pero los Patriots, bajo el mando de Bill Belichick son a los únicos que han encontrado culpables y han castigado por intentar sacar ventaja durante el juego de manera ilegal.

Belichick incluso libró por falta de pruebas las acusaciones de que espiaba a los St. Louis Rams en sus entrenamientos en el Superdome de New Orleans, antes de vencerlos en el Super Bowl XXXVI; así como reproches de alineaciones y substituciones "raras" en su enfrentamiento de la postemporada anterior contra los Baltimore Ravens.

Muchos grandes jugadores de diversos deportes han sido repudiados, exiliados y arrinconados sin derecho a la inmortalidad del Salón de la Fama sólo porque existieron sospechas de que hicieron trampa. Incluso, cuando algunas situaciones ni siquiera estaban prohibidas.

Así que el día que Belichick y Brady decidan irse, habrá que ver si tienen boleto directo y sin escalas al recinto de los inmortales o son tratados como tramposos que no merecen estar ahí.

En lo personal, creo que sería injusto. Pero las reglas son las reglas. Y el que alguno o varios más hagan cosas indebidas, no convierte la trampa en legalidad.

Y es un hecho, que en actual castigo, sin precedentes que anunciaron a Brady y los Pats este lunes, el pasado "delictivo" entre comillas de Belichick tuvo mucho que ver en el contexto de la dura penalidad, como dijo Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de la NFL.