Diego Diezgutiérrez 9y

Una vez suspendido Tom Brady, ¿qué le espera a los Patriots en el 2015?

MÉXICO -- Han pasado 114 días desde que los New England Patriots sellaron su pase al Super Bowl tras vencer por 45-7 a los Indianapolis Colts en la Final de la Conferencia Americana. La NFL no tardó en compartir que iniciarían una investigación --designada al abogado independiente Ted Wells-- para determinar si eran ciertos los rumores sobre el uso de balones inflados por debajo de la medida reglamentaria del lado de New England.

El reporte de Wells fue publicado la semana pasada y el investigador recomendó de forma indirecta una sanción al mariscal de campo Tom Brady al decir que "por lo menos, estaba al tanto" de la inflación inadecuada por parte del personal de los Patriots, quienes "más probable que no", fueron los responsables de la condición de los ovoides.

La NFL anunció este lunes que Brady está suspendido por los primeros cuatro juegos de la temporada, el club perdió dos selecciones de draft y pagará una multa de un millón de dólares.

De acuerdo con Forbes, el propietario de los Patriots, Robert Kraft, tiene una fortuna de 4,300 millones de dólares. El problema de New England está lejos de ser la sanción económica. ¿Los picks de draft? El entrenador en jefe Bill Belichick se ha caracterizado por acumular casillas en el sorteo e incluso canjear hacia abajo para otorgar profundidad a su plantilla. En el libro de Belichick, esto puede no ser más que un imprevisto, el cual duele, pero no tanto como el veto que ha causado incontables ecos alrededor de la liga.

¿Qué significa la suspensión de Brady con la mente en la temporada del 2015?
El legendario pasador de los Patriots se perderá el kickoff de la campaña contra los Pittsburgh Steelers, después el primer choque divisional contra los Buffalo Bills, una recepción a los Jacksonville Jaguars y un viaje a Arlington para medirse a los Dallas Cowboys.

El nombre que probablemente no conocían muchos o que obligó a la indagación más profunda es el de Jimmy Garoppolo. El ex recluta de segunda ronda en el 2014, producto de Eastern Illinois, lleva la ventaja para iniciar en dichos enfrentamientos que, ciertamente, cuentan igual que el resto, pero llevan la fortuna que sólo verán un rival de la AFC Este.

Garoppolo tuvo experiencia muy limitada en su primer año profesional. De cualquier forma, no se puede esperar mucho si eres suplente de uno de los mariscales de campo más consistentes en los últimos años. Jimmy completó 19 de 27 intentos de pase para 182 yardas y un touchdown sin intercepciones jugando principalmente cuando los partidos ya estaban inclinados en favor de uno u otro equipo y sólo inició en la Semana 17, ya con el pasaje a playoffs en la bolsa.

La limitada actividad de Garoppolo no será un factor determinante más allá de lo que pueda lograr al frente de la primera ofensiva en el campamento de entrenamiento de New England. Si nos remontamos a la situación más reciente que favoreció a un pasador por encima de Brady, está la ruptura de un ligamento de la rodilla que sufrió en el 2008 para dar paso a Matt Cassel, quien previamente había lanzado 39 pases al cabo de tres años con el equipo, y nunca disparó un balón como jugador colegial.

Esa campaña, Cassel completó el 63.4 por ciento de sus pases para 3,693 yardas, con 21 touchdowns por 11 intercepciones. New England ganó 11 partidos de dicho calendario y, aunque no clasificó a playoffs, las conclusiones de una producción por encima de la expectativa tras la lesión de Brady arrojaron un mensaje sólido sobre la posición de la franquicia.

Resulta casi imposible vaticinarle un 2015 estilo Cassel a Garoppolo --comenzando con que Brady regresará en la Semana 5--, pero no es arriesgado calcular que Belichick y su personal delinearán los planes de juego que mejor se adapten a su elegido, sea quien sea, para comandar la ofensiva.

¿Cómo? ¿No acordamos que se tratará de Garoppolo?

Aún no se sabe si el jugador de segundo año será la apuesta de New England. Y no esperemos que lo designen oficialmente mientras continúa el proceso de apelación de Brady. Si bien la elección de Garoppolo en la ronda secundaria del draft lo proyecta como un potencial titular en la NFL, no resultaría extraño que Belichick opte por un veterano agente libre que pueda manejar los partidos de forma eficiente bajo un sistema que proteja el ovoide.

Michael Vick sigue allá afuera. ¿En serio? ¿Vick? Sí, Belichick se ha dado a conocer por su confianza en jugadores que a los ojos de muchos están acabados. Y no es que deposite todas sus esperanzas en ellos, sino que suele acertar cuando los coloca en situaciones específicas, como sería el caso del agente libre que venga a suplir a Brady o reemplace a Garoppolo si no da resultados.

El corredor LeGarrette Blount es el ejemplo más reciente. New England lo recibió de vuelta tras su desaire a los Steelers y fue su mejor corredor en la postemporada que derivó en campeonato de Super Bowl. En el 2013, llamó de emergencia a Austin Collie y, en el 2012, a Donte' Stallworth ante su crisis de receptores y ambos contribuyeron en victorias hacia el cierre del calendario regular.

Claro, no es tan fácil comparar la posición de mariscal de campo con el potencial que existe en el mercado para corredores y receptores, pero la enigmática aproximación de Belichick nos obliga a ampliar el enfoque y la especulación. No descarten ningún escenario.

Y muchos menos el siguiente: para la Semana 4 del 2014, los Patriots estaban 2-2 y las voces que daban por terminada la dinastía Belichick-Brady no se hicieron esperar. Dos ganados y dos perdidos de cara a la Semana 5. Los Patriots ganaron 10 de sus siguientes 12 partidos, y el cierre de temporada regular lo perdieron ya con el título divisional en la bolsa.

¿Es imposible que, sin Brady, New England gane dos de cuatro juegos? En el papel, quizá sea más seguro apostar por derrota en Buffalo y Dallas, con un complicadísimo inaugural contra Pittsburgh en Foxborough --lo cual no significa que lo vayan a perder-- y una mejor oportunidad de competir ante los Jacksonville Jaguars.

Ahora, pensemos en lo peor, 0-4 sin Brady. Los Patriots aún tendrán cinco juegos divisionales más y la oportunidad de terminar 12-4, al igual que el año pasado, en que levantaron su cuarto trofeo Lombardi en la era Belichick-Brady.

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