Amanda Duckworth 9y

Víctor Espinoza: "Soy el mexicano más afortunado en la historia"

Seamos honestos, las entrevistas que se le hacen a los atletas inmediatamente después de una victoria son bastante olvidables.

Siempre dicen que están felices por lo ocurrido antes de dar las gracias a las personas más importantes de su vida y luego siguen adelante.

Pero ese no fue el caso del jinete Víctor Espinoza tras ganar su tercer Kentucky Derby el pasado 2 de mayo.

Mientras trotaba en el famoso circulo de ganadores de Churchill Downs a bordo de American Pharaoh, Espinoza, the 42 años, se proclamó: "¡Me siento como si fuera el mexicano más afortunado del mundo!"

Fue fácilmente la cita más memorable del 141er Kentucky Derby y es un comentario del cual el jinete está orgulloso.

De hecho, en los días después de la carrera, alguien intentó decirle que estaba en lo incorrecto y el, de buena manera, explicó por qué no.

"Me dijeron en una entrevista que yo no era el más afortunado porque había un billonario en Ciudad México", dijo Espinoza. "Yo le dije que ellos estaban mal porque yo puedo hacer muchas de las cosas que ese billonario puede hacer con su dinero, pero él no puede hacer lo que yo hago, especialmente el ganar tres ediciones del Kentucky Derby. Esa es la diferencia. Es por eso que me siento como el mexicano más afortunado de la historia".

La primera victoria de Espinoza en un Derby vino en 2002 a bordo del poco favorecido War Emblem, pero sus últimas dos se han dado montando los favoritos California Chrome y American Pharoah.

Es solo el tercer jinete en ganar tres versiones del Kentucky Derby y el solamente el sexto que lo ha logrado en años consecutivos. No está mal para alguien que creció con miedo a los caballos mientras vivía en una finca de lácteos en Hidalgo, México.

"Teníamos muchos animales en la finca y yo le tenía mucho miedo a los caballos", dijo. "Yo era un tipo pequeño, así que les tenía mucho respeto. Yo jamás pensé que acabaría siendo un jinete. No tenía idea de lo que eran los caballos de carrera.

"Pero ocurrió que un día fui al hipódromo con mi hermano. Quizás tenía 11 años. A el le gustaba apostar, yo solo estaba mirando, y la gente me seguía preguntando si yo era un jinete. Yo les decía que no, y ellos me decían que debería serlo. Nunca antes había pensado en eso".

Espinoza originalmente trabajó con caballos de acarreo en vez de purasangres, pero no estaba tan entusiasmado. Eventualmente, manejó un autobús en Ciudad México para ayudar a pagar la escuela de jinetes, ya que en su país, asistir a una es un requerimiento si eventualmente se quiere dedicar a eso profesionalmente.

"Cuando fui al hipódromo en Ciudad México, me dijeron que no podía montar a menos que fuera a la escuela", dijo. "En realidad comencé a trabajar desde abajo, desde caminante hasta mayordomo para llevarlos a la carrera. De todo.

"Ayuda el comenzar desde abajo, porque lo he hecho todo. Les he dado comida, los he lavado, he limpiado las barracas, los he bañado. Hasta le hice puntos de sutura a un caballo que se cortó el torso. Obviamente, no soy un veterinario, pero puedo hacer muchas cosas. Amo a los caballos. Son animales extraordinarios".

De hecho, su educación en México es algo que él quisiera que existiera en Estados Unidos. Mientras muchos países requieren que los jinetes asistan a algún tipo de escuela, ese no es el caso en Estados Unidos.

"Creo que todos los países deberían requerir algún tipo de escuela, aún en Estados Unidos", dijo. "Cada hipódromo en Estados Unidos debería proveer una escuela para jinetes. Es así como se aprende y se podrían prevenir muchos accidentes en el futuro porque los jinetes tendrían una educación antes de comenzar sus carreras. La seguridad y la salud deben ser número 1. Sin salud, uno no puede hacer nada".

Por los últimos cinco años, la carrera más importante en Estados Unidos ha sido ganada por un jinete hispano, incluyendo a Joel Rosario (República Dominicana, 2013), Mario Gutiérrez (México, 2012) y John Velázquez (Puerto Rico, 2013).

Mientras Espinoza está orgulloso de su profesión y su herencia, él no considera a los jinetes como modelos de formación.

"Los jinetes no son mis héroes", dijo Espinoza, quien es el segundo menor de 12 hermanos. "No, el primer billonaria del cual me hablaron fue Bill Gates y yo pensé, 'wow, eso es increíble. Se convirtió en billonaria de la nada'. Siempre tuve curiosidad sobre cómo fue que logró ser tan exitoso. Esa fue mi inspiración: Cuando yo sea grande, no importa lo que fuera, quería ser un billonario".

Esa inspiración es algo que Espinoza le pasa a los jinetes jóvenes subiendo en el sistema. También dice que hace el tiempo para ellos porque él sabe lo que es el salir de la nada y ser un desconocido en el deporte.

"Jinetes nuevos siempre me dicen que debe ser un sueño el ganar el Kentucky Derby, y yo siempre les dijo que yo no tenía sueños, yo tenía metas", dijo. "Esa es la razón por la cual tengo éxito - tengo metas. Yo nunca soñé en ser un millonario, mi meta era ser exitoso, mi meta era ganar el Kentucky Derby. Cuando lo gané la primera vez, mi meta era ganarlo otra vez. Cuando gané otra vez, mi meta era ganar otro. Le dijo, yo siempre estoy mirando para encontrar un caballo para el Kentucky Derby el próximo año.

"Siempre trato de alentar a los jinetes nuevos. Yo llegué aquí como desconocido, así que yo sé lo que es. Trato de ayudar lo más que puedo y deseo que todo el gane muchas, pero que muchas versiones del Kentucky Derby", añadió.

Antes de que Espinoza comience a pensar en el Kentucky Derby de 2016, sin embargo, ahora tiene sus ojos en otro premio: El Preakness Stakes del próximo sábado. Lo ganó dos veces con War Emblem y California Chrome y espera hacer lo mismo con American Pharoah.

"Estoy mirando hacia el Preakness y la oportunidad de hacer mi trabajo", dijo Espinoza. "Hay muchos fanáticos y seguidores y yo creo que ellos me dan más energía. Espero que American Pharoah se esté sintiendo bien y que lo haga bien. Si todo sale bien, llegará a la carrera como siempre lo hace, listo para correr. Estoy muy contento de estar en Baltimore".

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