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Todo se empezó a torcer en noviembre

MADRID -- Hace menos de seis meses se pensaba en el Real Madrid como el equipo aspirante a llevarse todo en esta campaña; tal era la fuerza descomunal con la que arrasaba por donde pasaba, que era inimaginable que hubiera quien le pusiera un alto al equipo o a su estrella, Cristiano Ronaldo.

Pero el Madrid se apagó, Cristiano desapareció y la temporada que apuntaba a ser 'histórica' tiene hoy un triste final. Madrid cierra 2014-2015 con las manos vacías luego de que en menos de cuatro días quedara fuera de la Champions y de la Liga, con Barcelona ya proclamando campeón.

Ese perderlo todo en una semana tendría tintes trágicos si la debacle no se hubiera anunciado mucho antes. La polémica fiesta de Cristiano Ronaldo, celebrada a principios de febrero, el mismo día en que el equipo merengue cayó por goleada por 4-0 en el Vicente Calderón, que en el ideario colectivo, se percibe como el momento en que inició la 'crisis' que siempre se negó pero que nunca se pudo superar. La temporada, no obstante, se empezó a torcer desde noviembre, si no es que antes.

La sorpresiva salida de Xabi Alonso y la falta de planeación

La primera alarma sonó tan temprano como agosto. Madrid se había reforzado con los jugadores 'de moda', James Rodríguez, Toni Kroos y Keylor Navas después de un destacado Mundial. Sin embargo, perdió inesperadamente a una pieza clave. Tres días antes de que cerrara el mercado, Xabi Alonso, el único medio de contención en forma en el equipo, puso rumbo a Munich.

El Madrid recuperaba 10 millones de euros y se ahorraba un sueldo casi tan elevado como el costo de la ficha. Para Carlo Ancelotti, un problema enorme, pues Sami Khedira no estaba en condiciones de asumir la responsabilidad (de hecho no estuvo en toda la campaña).

Inmediatamente después vinieron las dos primeras derrotas de la temporada, ante la Real Sociedad y el Atlético de Madrid. Sin Alonso y obligado a utilizar, casi por decreto, a la BBC en pleno, el italiano puso, juntos por primera vez a Kroos, Isco y Modric, en Anoeta. Fue la primera vez que el rival hizo lo que quiso con la media del Madrid. Algo que en la recta final le pesaría pero que en ese momento pasaba por "problemas de ajuste".

A la semana siguiente, Ancelotti sentó a Isco y en su lugar apareció James como una especie de enganche en un 4-2-3-1. La experimentada media del Atlético hizo lo que quiso con ellos y de hecho, no volvió a probar con ese sistema hasta que tuvo que reemplazar a Benzema con el 'Chicharito' en abril. Ahí se veía como un problema de sistema, no la falta de un hombre especializado en la recuperación.

Comenzaron las lesiones

A la siguiente puesta en escena, Madrid goleó por 5-1 al Basilea. Utilizó a los mismos mediocampistas, pero Ancelotti reajustó el sistema y empezó a jugar con su híbrido 4-3-3 en ataque y 4-4-2 en defensa. Luka Modric se había convertido en el 'perfecto' sustituto para Xabi Alonso. Así hiló 22 victorias consecutivas. Se convirtió en el Madrid imparable y el problema quedó aparcado, casi olvidado.

A la mitad de la histórica racha, vino el siguiente susto. Modric sufrió una grave lesión mientras disputaba un partido con la selección de Croacia que lo mantendría alejado del terreno de juego durante cuatro meses. Sami Khedira seguía sin estar (esta vez por problemas en la espalda) y en Illara era claro que Ancelotti no confiaba. Así que recurrió a Isco. La medida funcionó durante algún tiempo. Madrid continuó con la inercia ganadora durante nueve partidos más, los últimos del año, y seguía mostrándose sólido en defensa. Alcanzó, incluso, para coronarse campeón en el Mundial de clubes. Pero ya no era esa fuerza avasalladora ni se enfrentaron a un rival directo en ese periodo.

Con Modric en el campo, había marcado 52 goles y recibido ocho en 12 encuentros, incluido el clásico de la primera vuelta frente al Barcelona que se saldó con una victoria merengue por 3-1. Sin el croata, aunque solo recibieron dos goles en 10 partidos, la cuota goleadora bajó a 33 tantos a favor. Los rivales: Eibar, Málaga, Celta, Almería, Basilea, Ludogorets, Liverpool, Cornellà (Segunda B), Cruz Azul y San Lorenzo.

Agotadora temporada para 14 jugadores; nula para otros diez

Antes de viajar a Marruecos en diciembre, Toni Kroos, haría una declaración reveladora: el único jugador que había disputado todos los partidos pedía descanso.

"No había jugado tanto en toda mi vida; estoy empezando a cansarme", dijo a los medios alemanes, al tiempo que agregó que "no veo la hora en que llegue el verano".

Una semana después, en plena disputa por el título del Mundial de Clubes, Ancelotti perdió a Ramos por una lesión muscular. A partir de finales de noviembre, el italiano no volvió a contar con plantel entero hasta bien entrado abril y el gusto le duró tres semanas, pues Modric sufrió una recaída y no se le volverá a ver hasta agosto.

En total, el Madrid sufrió 16 lesiones musculares en la campaña, un número normal para un equipo de alta competición, pero que resulta alarmante si son solo 14 los que entran en juego regularmente, pues no fue hasta abril que el técnico modificó en parte su "política de rotaciones" sin descanso para los "indiscutibles" que lo jugaban todo. Hay una gran diferencia de minutos de juego entre titulares y suplentes.

Cristiano Ronaldo, el más utilizado, suma 4,850 minutos disputados (y eso que se perdió dos partidos por sanción). De los once habituales, ninguno baja de los 3,000 minutos disputados esta campaña. De los suplentes, nadie llega a 2,000. Luego está el extraño caso de Lucas Silva, que llegó en el invierno casi de emergencia y apenas ha disputado 427 minutos de juego. "No se ha adaptado", dice Ancelotti.

La peor parte llegó en febrero, cuando Ramos, Pepe, James y Modric se encontraban en la enfermería al mismo tiempo. Sami Khedira, por cierto, seguía ausente por lesión, esta vez muscular. Aún así, todavía alcanzaron a llegar al derbi madrileño como líderes de la competición. Pero con tanta baja y, sobre todo, gente sin rodaje en la cancha, era casi de esperar que el Atlético les pasara por encima.

La desaparición de Cristiano

Madrid perdió la oportunidad de hacerse con un sextete desde verano, cuando cedió en la Supercopa de España ante el Atlético. "Así llegan al final sin presión", se comentaba en la península ibérica. Pero llegó enero y con ello empezaron las desgracias. Primero la derrota ante Valencia que les cortó la racha y, después, la eliminación en Copa ante el vecino.

Cristiano Ronaldo, que había cerrado 2014 de manera inmejorable y caminaba a pasos agigantados hacia el Pichichi, comenzaba a desaparecer. Vale que ha roto el récord goleador de Alfredo Di Stéfano y es el segundo máximo goleador del Real Madrid; que tiene el récord histórico de tripletes en España, que se mandó un 'poker' (ante el Granada, que pelea por la permanencia) y que, muy probablemente, terminará con el Pichichi y la Bota de Oro. Pero en 12 partidos de enero a la fecha no vio puerta, de ellos terminaron en derrotas importantísimas: La derrota por 2-0 ante el Atlético de Madrid en Copa ocasionó su eliminación en el torneo, mientras el 4-0, en Liga, seguido por la derrota por 1-0 ante el Athletic, ocasionó que cayeran a la segunda posición de la tabla y si bien no volvieron a perder en lo que restó de torneo (de hecho, apenas cedieron un empate por 2-2 ante Valencia), no fue suficiente para dar alcance a un Barcelona encarrerrado.

El bajón de juego de Cristiano era evidente; también su inconformidad, particularmente después de que fuera duramente criticado por su fiesta de cumpleaños e incluso abucheado en el Bernabéu debido a sus numerosos fallos. Pero esta vez en lugar de manifestar su "tristeza" para ejercer presión sobre la directiva, anunció que no hablará hasta que termine la temporada.

Lucha de egos en el vestidor

Cristiano no es, ni de lejos, el único inconforme en el Madrid. Iker está harto de la campaña de acoso y derribo de un sector de la afición que le abuchea casi por respirar. Menos lo estará con la inminente llegada de David De Gea a ocupar la posición de titular.

Keylor, suplente, recientemente reveló que "no la ha pasado bien" jugando ese papel, lo mismo que el Chicharito, que si vio acción en la recta final, fue por una lesión de Benzema y no tuvo más oportunidades de convencer a la directiva para que ejerzan la opción a compra. Menos están conformes Illarramendi y Jesé, 'el futuro' de España condenado a la banca y quienes se plantean buscar una salida.

Tampoco está contento Ramos, que ha retrasado las negociaciones para su renovación lo más que ha podido; ni Gareth Bale, cuyo agente dijo que "no juega bien porque no le pasan el balón y su carrera está sufriendo". Ni Dani Carvajal, que se perfila hacia la banca en cuanto llegue Danilo. Tampoco Coentrao y Khedira, pero él hace semanas que no cuenta, ahora por un problema en el pie, y ya piensa en su tierra natal.

El partido en que el Real Madrid despedirá oficialmente la temporada en el Bernabéu ante Getafe tiene tan poca trascendencia que ha sufrido una modificación de horario; igual que el Levante vs. Elche. En la jornada en que se decidirán los puestos europeos y la permanencia, el subcampeón y tres equipos que han cumplido con "eludir el descenso" disputarán su último encuentro dos horas después. El conjunto merengue no podía tener un final de temporada más triste.