Jordi Blanco | Corresponsal 9y

Barcelona con puño de hierro

BARCELONA --  Pendiente de las dos finales (Copa y Champions) que debe disputar el Barcelona para cerrar la temporada, la directiva de Josep María Bartomeu contempla firme la continuidad de Luis Enrique, cuya decisión personal el entrenador ha pospuesto para el final de curso pero que se entiende será positiva.

La buena sintonía mostrada entre el técnico y sus jugadores al acabar el partido en el Vicente Calderón y los mensajes favorables surgidos desde el vestuario provocan este optimismo en el club, que, además, percibe buena predisposición por parte del asturiano, reforzado por el éxito de sus postulados y que ha acabado por ganarse a la plantilla en los últimos meses.

Bartomeu ha mantenido diversos encuentros en privado con Luis Enrique durante las últimas semanas en los que ha percibido que el entrenador se siente con ganas de continuar al frente del equipo. A pesar de que las elecciones podrían provocar un cambio en la presidencia, se considera inasumible que un nuevo presidente pudiera descartar a un técnico que ha llegado a la última etapa de todas las competiciones y puede ganar el triplete y si bien ni se ha planteado una prolongación de su contrato que acaba en junio de 2016, se entiende confirmada su continuidad.

En el club se conoce el disgusto que mantiene el entrenador por los sucesos ocurridos en enero, desde el despido de Zubizarreta hasta los contactos que se mantuvieron con posibles sucesores cuando la crisis arreció, y se ha intentado en la medida de lo posible calmar los ánimos, reconducir las relaciones y trasladarle que la confianza en él es absoluta. Tanto como la que se ha visto desde la plantilla.

UNANIMIDAD

Entre los futbolistas existe unanimidad respecto al asunto. El vestuario, que recibió con alivio la excelente mediación de Xavi entre Messi y Luis Enrique cuando se enfrentaron en enero, ha acabado por entregarse a los postulados de su entrenador, de quien destacan tanto su adaptación a la realidad de la plantilla como su buen trabajo táctico y físico.

"Es necesario que este proyecto tenga continuidad; empezar de cero sería un grave error" le trasladó un jugador con galones en el equipo a Bartomeu, quien conoce perfectamente que Leo Messi no precisa proclamar abiertamente su opinión para que se conozca lo que piensa. Y eso lo mostró el domingo en el Calderón, dejándose ver sonriente al lado de su técnico.

"Ha mantenido al equipo con las rotaciones, ha aplicado variaciones en el juego con que sorprender a los rivales y ha mostrado una mentalidad ganadora muy positiva que se ha instalado en el vestuario" abundó este futbolista, dando por hecho que Luis Enrique, a pesar de su silencio al respecto y a su incomodidad manifiesta cada vez que se le pregunta, está decidido a seguir.

A estas alturas de la temporada, conquistada la Liga y en puertas de dos finales que pueden cerrar el curso con matrícula de honor, desde el club se entiende que no puede supeditarse el futuro deportivo a dos resultados concretos, considerándose que el resumen del año es francamente positivo.

Luis Enrique no es ajeno a este planteamiento del club, conoce la opinión de sus jugadores, tiene el apoyo implícito de sus colaboradores más directos y sabe que su posición entre los aficionados no despierta ningún tipo de reserva.

Su intención retrasar hasta la conclusión de la final de Berlín el anuncio definitivo. Pero hoy por hoy en el Barça no existen apenas dudas de que el entrenador tiene decidido seguir en el banquillo la próxima temporada.

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