Martín Bater 9y

J.R. Smith: El camino a la redención

Si algún día a alguien se le ocurre hacer una película sobre J.R. Smith (¨Tatuajes y Triples¨), este miércoles hubiese sido el comienzo del tercer acto. El de la redención de un villano aparentemente irredimible caracterizado por su egoísmo y malas decisiones al que algo le pegó duro para cambiar su forma de ser.

Smith encestó ocho triples y tuvo 28 puntos para ser el héroe de los Cleveland Cavaliers en su victoria por 97-89 en el primer juego de las Finales de la Conferencia Este que arrancaron en Atlanta, y así empieza a cambiar la manera en que el público comienza a percibirlo: De inmaduro, egoísta e inconsciente a simplemente malentendido con buenas intenciones.

Hasta la cuenta oficial de los Atlanta Hawks se rindió a sus pies diciendo que él ¨se estaba robando todas las llamas¨, en clara alusión a su inspiración. Es más, él hasta bajó ocho rebotes, repartió tres asistencias y fue el único suplente de los Cavs que anotó un mísero punto en todo el partido.

El punto de quiebre pudo haber sido aquel desafortunado golpe que Smith le dio a Jae Crowder en Boston y le valió dos juegos de suspensión.

Su reputación parecía revalidarse una vez más, ya que cuando sus compañeros más lo necesitaban él se borraba de la manera más estúpida.

El escolta veterano de 29 años había acostumbrado tanto a todos a este tipo de comportamiento que por primera vez él no se encontró con tantas críticas, sino que con lo que duele todavía más, la indiferencia colectiva de un país que se lavaba las manos de él.

Mientras tanto, los Cavs demostraban que eran capaces de ganar en Chicago sin él con aquella serie igualada 1-1.

Las cosas empezaron a cambiar desde que Smith regresó para el tercer juego contra los Bulls, ya que él promedia 19,7 puntos y un 51,2 por ciento de efectividad en triples en sus últimos cinco partidos desde que regresó de su suspensión.

Lo del miércoles en Atlanta fue el momento cumbre del año para él, encontrando un momento zen durante 36 minutos para convertir ocho de sus 12 triples, su porcentaje de efectividad más elevado desde larga distancia en la postemporada 10 intentos o más en su haber desde los playoffs del 2008 contra los Dallas Mavericks (7 de 10).

¿A que se debe esta transformación? Bueno, mi teoría es simple.

Smith se malacostumbró a jugar con un jugador como Carmelo Anthony que piensa en anotar primero y distribuir después en Denver y Nueva York por casi una década entre el 2006 y el 2015.

Como recibir el balón de parte de Carmelo era como ver a una estrella fugaz pasar por el cielo, Smith tenía la mentalidad de pensar en sí mismo y así se despachaba con records lamentables como el de 22 triples intentados durante una derrota contra el Miami Heat en el 2014.

Su egoísmo era una consecuencia directa de las oportunidades que (no) se le otorgaban.

Luego él llegó a Cleveland como parte de un canje en enero de este año y se encontró con LeBron James, el pasador más talentoso de la NBA.

LeBron lo hizo sentir necesario e importante, una pieza clave de las aspiraciones al título de una ciudad desesperada por uno. Luego la lesión que marginó a Kevin Love por el resto de la temporada graduó a J.R. Smith de actor de reparto a nuevo miembro de un nuevo súper trio junto a LeBron e Irving.

Cuando alguien te convence de que no puede hacer algo importante sin tu ayuda mientras que tu entrenador David Blatt dice que fuiste ¨alguien llegado del cielo¨ que ¨se sacrifica por sus compañeros¨ y ¨ha rendido de manera espectacular¨ para los Cavaliers, tu compromiso con esas personas se incrementa.

Quizás lo único que J.R. Smith necesitaba para madurar era el apoyo incondicional de alguien.

El final de esta película todavía no ha sido escrito, aunque Smith cuenta con razones de sobra para soñar con llegar a las Finales de la NBA por primera vez en su carrera.

Un 77 por ciento de ilusión conseguido gracias al jugador menos pensado.

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