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Carson Palmer reconoce que su tiempo sobre el emparrillado se agota

Carson Palmer se rehabilita de una segunda cirugía de ligamentos rumbo al ocaso de su carrera. AP Photo

TEMPE -- Carson Palmer estaba acostado en la cama de su residencia en Arizona con la rodilla vendada e insertada en una máquina de rehabilitación en noviembre pasado, cuando comenzó a aceptar su mortalidad deportiva.

El mariscal de campo tenía 34 años en ese momento, recuperándose de una cirugía masiva en la rodilla, la segunda de su carrera. Él sabía que ésta era distinta. Ya no era joven. El final de su carrera no estaba en el horizonte, estaba a la vuelta de la cama. Y en vez de jugar, pasaba los domingos viendo a sus compañeros de los Arizona Cardinals terminar la temporada del 2014 sin él.

Conforme pasaban las semanas tras su lesión del 9 de noviembre, Palmer comenzó a analizar su futuro como jugador de fútbol americano.

Mientras sentía la ligera brisa matutina del martes, al final de las actividades organizadas por el equipo --respondiendo preguntas sobre su rodilla, su brazo y la ofensiva-- Palmer se mostró enfocado.

"Estoy seis meses y dos días alejado de la operación", compartió Palmer.

No es que los haya contado ni nada de eso.

"Literalmente, desde [la cirugía] el 18 de noviembre, he tenido un enfoque muy compacto, una visión muy corta, cierta intensidad, cierta realidad, simplemente un enfoque de todo lo que hago", expuso.

Mientras contaba los días que han pasado desde su cirugía, Palmer también contaba los días hasta recibir el alta médica para entrenar. "Todavía me quedan otros dos meses", sostuvo. El tiempo se ha convertido en una parte crucial de la vida de Palmer desde que se desgarró el ligamento cruzado anterior izquierdo en el tercer período contra los St. Louis Rams el 16 de noviembre.

Desde el momento en que se paró en la bolsa y cayó sin contacto, todo lo que ha hecho se mide por minutos, días y meses. Cuánto le tomará caminar nuevamente. Cuánto para correr otra vez. Cuánto tiempo pasará hasta que ensaye fútbol americano, enfrente acción en vivo. Cuánto para recibir el alta médica. Cuánto falta para volver.

Cuánto tiempo hasta que ya se acabe.

"Sólo recibes cierta cantidad de oportunidades", dijo Palmer. "Si tienes suficiente suerte para jugar tanto como yo, te toma hasta que sabes que se acerca el final para saber qué tan pequeña es esa ventana y las escasas oportunidades que tendrás".

Pero hay un beneficio con el paso del tiempo. Ello le ha permitido a Palmer voltear, no sólo a su lesión del 2006, sino a toda su carrera.

Hace cinco años, Carson Palmer pensó que estaba totalmente comprometido. Pero, le tomó una lesión de rodilla que terminó con su temporada para darse cuenta que quizá no era el caso.

"Pensé que iba con todo y al 100 por ciento, muy enfocado, muy comprometido", recordó Palmer. "Y no se compara con dónde estoy ahora.

"No fue por falta de esfuerzo. Era sólo que no me daba cuenta porque no tenía la madurez en ese entonces. No era tan cercano a la realidad como ahora. Porque ahora, los mariscales de campo de 35 años sólo juegan hasta los 36, 37, 38 y me doy cuenta de eso, y aprovecho cada minuto que tengo".

La ventana se está cerrando para Palmer, ex selección global N° 1.

Su contrato se extiende hasta el 2017 y terminará cuando Palmer tenga 38 años. Eso le brinda tres temporadas más para lograr esa evasiva victoria de playoffs. El coach de los Cardinals, Bruce Arians, puede ver el sentido de urgencia en su equipo este año.

El tiempo se agota para ganar con Palmer.

"Él sabe que el reloj avanza", dijo Arians. "Todos sabemos que el reloj no se detiene. Eso es para muchos aquí en el equipo. Obtienes una ventana para competir y mucho de eso depende de tu mariscal de campo y, ahora mismo, es nuestra ventana para competir con él".

Palmer reconoce el talento en el equipo de este año. Ve la velocidad. Dice que es un "buen grupo de todo".

Si Palmer está saludable, una tercera temporada de 4 mil yardas en cuatro años será lo esperado. Está haciendo todo en su poder para asegurarse de estar en el campo por los 16 encuentros. Parte de su rehabilitación significa apegarse a un plan alimenticio estricto y ser disciplinado con sus ejercicios.

"Mi visión de la vida no ha cambiado en nada", sostuvo. "Mi visión laboral y de carrera y lo que deje atrás cuando me retire ha cambiado porque me di cuenta de eso, como dije, sólo obtienes un par [más] de esas oportunidades.

"Sólo tienes el día en que estás. No sabes lo que va a suceder mañana".