El empate le sentaba muy bien a Racing en la noche paraguaya. El 0-0 con un hombre menos era un gran resultado para la Academia. Pero el tremendo remate cruzado de Julián Benítez cerca del final dejó a los de Avellaneda con las manos vacías.
Y sin el famoso gol de visitante, tan necesario por estos días. Ahora, deberá dar vuelta la historia en el Cilindro, donde además de ganar tendrá que evitar que le conviertan para no comprometerse.
Para colmo de males, los de Cocca perdieron una pieza clave de cara a la revancha: Luciano Lollo fue expulsado en una polémica jugada, cuando iban 41 minutos del primer tiempo. El defensor es la voz de mando de la defensa, y luego de 13 partidos sin jugar por una lesión en la rodilla se había reincorporado para los octavos de final. Un problema para Cocca.
Racing salió a jugar con el equipo campeón. Bueno, casi. A diferencia del año pasado, estaban Camacho por el transferido Centurión y Cerro por Aued. Y como el equipo campeón, jugó a preservar el cero en su arco, a consolidarse en la faz defensiva para luego buscar el arco rival.
El planteo no había sido muy ambicioso en la primera mitad, 11 contra 11. La idea era cortarle los circuitos de juego al rival, presionar en la mitad de a cancha y apostar a la potencia de Gustavo Bou.
Una parte la cumplió: la apuesta a Bou nunca falla. El goleador pasa por un gran momento y es una pieza de desequilibrio permanente. El ex River y Gimnasia tuvo el gol en un remate bárbaro que sacó el arquero y siempre exigió a la defensa paraguaya.
Hasta ahí, todo bien. Pero la roja a Lollo cambió las cosas. ¿Si estuvo bien expulsado? Da la sensación que Santander exagera el contacto, pero el codo sobre la cara del paraguayo existió: de mínima, Lollo pecó de imprudente.
Ya con uno menos, Cocca reforzó el planteo defensivo: salió Milito y entró Voboril. Más tarde, el reemplazado fue Videla, por quien ingresó Acevedo. Así, el segundo tiempo fue aguantar y aguantar y, por supuesto, tirarle la pelota a Bou. Racing, que en los últimos tiempoes es Bou y 10 más, en este caso fue Bou y nueve más.
Estuvo cerca de tener éxito la Academia, porque si bien Guaraní tenía el dominio exclusivo del balón, no podía romper el cerco defensivo que propuesto el equipo argentino. Hasta que Benítez saco un gran remate y selló el 1 a 0 a cinco minutos del final.
Racing debe ganar en su casa y en lo posible, evitar que le conviertan. Un gol de Guaraní lo obigará a meter tres para pasar de ronda. Por eso, será fundamental mantener la valla invicta.
El equipo paraguayo sabe defenderse bien lejos de su casa. Contra Corinthians no tuvo errores, aprovechó la desesperación del rival y lo liquidó al final, cuando los brasileños ya tenían dos jugadores menos. Sin embargo, Racing ya demostró que sabe cómo vencerlo: lo goleó 4 a 1 en la fase de grupos.
La Copa es prioridad para la Academia, pero antes deberá pensar en el torneo local. Es que se viene nada menos que Independiente, un inoportuno adversario en este momento de la competición. ¿Qué hará Cocca? ¿Apostará a un mix? ¿Pondrá toda la carne en el asador? "Vamos a ir con o mejor", advirtió el DT.
Lo cierto es que más allá de los nombres que elija, el entrenador sabe lo que significa este partido para los hinchas. Y sabe también que un triunfo frente al rival de toda la vida le dará al equipo una motivación extra para buscar, ni más ni menos, que un histórico pasaje a las semifinales.