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Con el alma herida

El compromiso se llevará a cabo el 5 de febrero en San José ProFocus/Fernando Sanchez Checa

BUENOS AIRES - River salió a jugar con el alma herida, afectado por todo lo sucedido...

Pero el fútbol tiene estas cosas es impredecible y cualquier resultado puede darse. Es así. Ayer se dio un resultado duro, pero por culpa de River que no supo jugar. Y bueno, Cruzeiro tiene sus cosas también, por ejemplo, juega o jugó mejor que River. No quiero ser imperativo.

El fútbol es potente. Ni se imaginan como despertó la ciudad hoy. Super deprimida. El fútbol se siente en las calles, en las esquinas, en el humo y el viento que se cuela entre los edificios. ¡Muchachos, saquen la cabeza por la ventana de sus casas y vean, oigan y huelan!

No hay nada que hacerle, el fútbol afecta demasiado nuestra sensibilidad. ¡Hasta los que no lo juegan o no les importa nada, son afectados indirectamente! Les digo más, en muchos países de Europa y del mundo, hay riverplatenses mordiéndose las uñas, sufriendo esta facking derrota sin fútbol, porque si nos hubiese ganado el Juventus de Teves estaríamos en paz... ¡pero el Cruzeiro!

En La Boca están todos felices. Y a su vez, un poco contrariados, ¿como es posible que estos muertos nos hallan dejado afuera de la Copa? Bueno, ya todos sabemos pasaron cosas horrendas. River pasó, pero con el alma herida.

Sí, River no fue el equipo aguerrido de siempre. No tuvo orden, la defensa asombrosamente desordenada, invitando a que lo ataquen. Barovero salió mal en todos los mano a mano, casi de manera inexplicable para el achique de un arquero.

No tienen sentido las críticas, busquemos la solución fuera de la cancha. River no va a mejorar, aunque me gustaría acá, hacer una defensa, una prepoteada a favor del Millo, pero sería engañarme a mí mismo y a ustedes. Sería algo así como traicionarme y negar la realidad que es dura, pero es concreta.

No puedo negar tampoco, que le afectó todo lo sucedido, que se notaba a los jugadores idos, preocupados, ¿falta de concentración? Bueno, a llorar a la Iglesia. Ahora habrá que hacer dos goles en Brasil que es lo mismo que hacer una revolución en el Congo. Cosa imposible. No por el rival, no por River siquiera, sino porque la historia no lo permite.

Y ustedes no tienen ni idea el peso que tiene la tradición en todo esto. Llega hasta nuestros días y más de una vez nos niega cualquier hazaña. Solo los equipos históricos, los que están más allá de cualquier conflicto interno, solo esos grandes monstruos pueden dar vuelta la historia. ¿River está para eso? ¿Está para un golpe histórico?

River no está ni para ganarle al Cruzeiro en el Monumental...

¡Soy una bolsa de contradicciones! Por momentos creo que River puede, pero luego voy al rendimiento, al resultado frío y me doy cuenta que está casi imposible.

Quiero aclarar para algún despistado que el Cruzeiro no es el Milan, ni River es Barcelona. ¡Pobre Marcelo Gallardo, como todos, pensaba que este equipo estaba para más! Y... no.

Por más ganas que le pongamos, por más figuritas que demos vuelta o páginas elogiosas que enchufemos, River es River para bien o para mal.

Habrá que esperar y como bien dijo Johatan Maidana al final de partido, pelearán hasta último momento. Y del Cruzeiro dije poco ¿es para tanto? ¡No! Es un equipo ganable, todo depende de que River cure sus heridas.