WASHINGTON D.C. - Los Nacionales de Washington amanecieron la mañana del viernes en el lugar donde muchos piensan que siempre han debido estar esta temporada: al tope de la División Este de la Liga Nacional.
Y lo han hecho apoyados por el bate de un héroe inesperado: el receptor Wilson Ramos.
Sin la fanfarria que gira en torno a Bryce Harper, quien ya ha demostrado de nuevo por qué es una de las estrellas más brillantes en Grandes Ligas, Ramos, sin bombos ni platillos, no sólo ha manejado los partidos de forma ejemplar detrás del plato, sino que también ha contribuido con su bate.
Si Harper es un cuarto de dinamita... Ramos es un cincel.
Harper fue nombrado el Jugador de la Semana por segunda ocasión consecutiva al batear para un espectacular promedio de .522, con dos dobles, un triple y tres cuadrangulares con nueve carreras impulsadas la semana pasada.
En el mes de mayo, el fenómeno de 22 años lleva un promedio de .400 y lidera todo Grandes Ligas en carreras anotadas (37), carreras impulsadas (38), bases por bolas (37), porcentaje de embasarse (.474) y slugging (0.737). Como si fuera poco, sus 15 jonrones lo colocan en el liderato de la Liga Nacional.
Ramos por su parte hilvanó silenciosamente una racha de 19 partidos consecutivos con hit, la cual se dio por terminada el miércoles, la más larga para cualquier jugador esta temporada. Durante ese tramo, Ramos se fue de 74-27 con un promedio de bateo de .365, conectando cuatro dobles y un cuadrangular, con 12 carreras remolcadas.
Mantenerse saludable ha ayudado a Ramos a registrar el cuarto mejor promedio de bateo en el equipo con .302, y segundo mejor entre los receptores activos en el viejo circuito después de Brayan Peña (.322). Sus 20 RBI esta temporada son sólo superadas por Harper y Ryan Zimmerman.
Ramos explicó que la clave de su mejoría ofensiva ha sido el trabajo que ha hecho junto a sus entrenadores para ser más selectivo en el plato.
"Ir temprano a batear, trabajando en mi zona de strikes, eso es el motivo por lo que estoy teniendo la temporada que estoy teniendo", indicó. "Años anteriores iba a home, veía un pitcheo y hacía swing, a muchos pitcheos fuera de la zona. Este año he controlado mucho esa parte de mi ofensiva y pienso que esa es la razón que estoy teniendo estos resultados".
El venezolano de 27 años también ha estado firme en la receptoría, titulando en 32 de los 41 partidos disputados esta temporada, y ayudando a los campeones divisionales del año pasado a enderezar el rumbo en lo que había sido una precipitosa campaña 2015.
Y aunque su compañero José Lobatón se ha visto limitado a sólo ocho partidos como titular al ser considerado esta temporada el receptor suplente, Ramos le dio crédito a su compatriota por ser una gran fuente de apoyo y de información sobre los equipos contrarios.
"Sé que es algo difícil, nadie quiere ser suplente de nadie. Todos estamos claros de cómo es la situación", admitió Ramos. "[Lobatón y yo] tenemos muy buena comunicación y somos muy buenos compañeros. Yo no tengo mucho tiempo de ver videos y él ve mucho video durante los juegos y me explica muchas cosas que me ayudan. Este año y el año pasado hemos estado trabajando juntos para ayudar al equipo lo más que podamos y cada quien tiene que salir al terreno a dar lo mejor de sí".
Y es esa unión y compañerismo que se vive en el camerino washingtoniano, el cual le recuerda a su equipo en su nativa Venezuela, los ocho veces campeones vinotinto Tigres de Aragua, lo que Ramos afirma llevará a los Nacionales a ganarse uno de los puestos para jugar béisbol en octubre.
"En Venezuela yo he jugado muchos años en un equipo muy unido que ha tenido muchos campeonatos y en la unión está la fuerza, y este equipo es así, bien unido", destacó. "A la hora de salir al terreno siempre nos apoyamos, dándonos consejos, y yo pienso que esa manera en que estamos ahora ofensivamente es por ese apoyo".
No obstante, Ramos fue muy cuidadoso al dejar muy claro que todavía queda mucha pelota.
"Esto acaba de empezar... ahora es que falta temporada", concluyó.