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La transformación de FNF en 17 años

Max Kellerman y Brian Kenny eran los anfitriones originales de FNF en los estudios The Ring Magazine/Getty Images

Estaba sentado como un colegial, totalmente derecho, con las manos cruzadas sobre el escritorio frente a él; con una sonrisa complaciente en su joven rostro y un brillo alegre en los ojos. Pero lo primero que llamaba la atención al observar a Max Kellerman en aquella noche de septiembre de 1998, era que vestía una chaqueta de cuero negro.

Tener una chaqueta de cuero negro no había sido tan decisivo en el avance de la carrera de una figura pública desde los tiempos de Marlon Brando y The Fonz. Esto diferenció inmediatamente a Kellerman de los típicos comentaristas deportivos de ESPN, un contraste acentuado por Brian Kenny, el elegantemente vestido -siempre con saco y corbata- coanfitrión de Kellerman en los recién renovados Friday Night Fights.

Diecisiete años más tarde, al acercarse el último programa de la serie de Friday Night Fights -- antes de que FNF dé paso al lanzamiento de la serie mensual Premier Boxing Champions en ESPN el 11 de julio -- Kellerman recordó el papel que tanto él como su chaqueta desempeñaron en el renacimiento de la serie de boxeo que lanzó su carrera.

"Pensé que tendría que comprar algunos trajes", dijo Kellerman, quien fue contratado para un trabajo envidiable justo al salir de la universidad. "Pero el productor me dijo: 'No, no, queremos que te veas exactamente igual que en tu video de prueba'. Así que volví a ver el video de prueba, que básicamente era de mi programa de televisión abierta 'Max on Boxing', y lo que tenía puesto era una camiseta y una chaqueta de cuero.

"Tenía tres o cuatro chaquetas diferentes. Una chaqueta amarilla que era de mi hermano, una de cuero café y una de cuero negro. Así que, después de tres o cuatro semanas, dijeron algo como: 'No, vístete diferente'."

Qué extraño que algo que duró tan poco tiempo dejara una huella tan grande. Pero la chaqueta de inmediato captó la atención de los espectadores. A algunos les encantaban, algunos las odiaban, pero para cuando se deshizo de las chaquetas de cuero, Max ya había emprendido el camino para convertirse en uno de los rostros más conocidos del boxeo.

"Esa no era la intención", dijo Kellerman, "pero así resultó."

UN HOMBRE CON UN PLAN

La creación de la serie estuvo a cargo de un hombre que nunca hubiera permitido que lo vieran usando una chaqueta de cuero: Bill Cayton, un formal ingeniero químico quien después se convertiría en ejecutivo de publicidad. Ostentoso y condescendiente con amigos y enemigos por igual, Cayton fue una de las mentes más brillantes del boxeo del siglo XX.

Mejor conocido por dirigir a Mike Tyson y otros boxeadores destacados, la contribución más significativa de Cayton al deporte fue el recopilar, restaurar y preservar la mayor colección de películas de boxeo en el mundo. Se merece la placa colgada en la pared del Salón de la Fama del Boxeo Internacional solo por eso, por sus nominaciones al Oscar (ambas por documentales de boxeo) y su éxito como manager.

En 1998, Cayton vendió su filmoteca a Walt Disney Company. El acuerdo incluía que Cayton fuera el coordinador de boxeo de Friday Night Fights de ESPN2.

Una de las innovaciones de Cayton fue el estudio del programa, algo común en muchos deportes, pero nunca antes probado como parte de una serie de boxeo. El set tenía el aspecto de SportsCenter, lo que fortaleció la legitimidad de la marca y proporcionó una plataforma ideal para que Kellerman expresara sus puntos de vista y abogara por el mejoramiento del deporte.

"Cayton buscaba atraer a un público más joven y le gustaba la idea de un hombre joven hablando con mucha pasión sobre el boxeo", dijo Kellerman.
Casting
Rob Beiner, un profesional relajado pero plenamente en control, fue el encargado de reunir al nuevo equipo anunciadores de FNF. Beiner probablemente ha producido o dirigido más programas de boxeo que nadie en el mundo, y había terminado recientemente una larga temporada con "Tuesday Night Fights" en USA Network cuando lo llamaron de FNF.

"Organicé algunas audiciones y una de las personas que acudieron fue Teddy Atlas", dijo Beiner. "Su inglés era simplemente horrible, contrario a todo lo que la industria busca. Usaba un lenguaje callejero y muchísimas dobles negaciones. Pero Teddy tenía una visión que ninguna otra persona que se presentó para audicionar tenía. Escribí un resumen de las audiciones y recomendé que lo contratáramos, e hice lo mismo con Max Kellerman y Brian Kenny. Formamos un equipo de anunciadores de boxeo bastante bueno".

Kenny era una anomalía, sabía mucho sobre boxeo y amaba este deporte. Se convirtió en el primer comentarista deportivo de televisión nacional en desafiar la retórica hiperbólica de Floyd Mayweather, lo que llevó a varios acalorados y muy entretenidos debates que dieron lugar a algunos de los momentos más memorables en los estudios de ESPN.

Junto con Kellerman, Kenny brindó una ventaja al programa. No había lectura de comunicados de prensa con estos chicos, ellos estaban siempre informados y listos para hablar y arrojar luz sobre algunos de los rincones oscuros del boxeo, así como para celebrar con los fans cuando todo salía bien.

EL VIAJE INTERMINABLE

El equipo de técnicos de FNF, el equipo en sitio que hace que todo funcione, regularmente se enfrentaba a retos con los que la gente que trabaja con otros deportes no tiene que lidiar. Así que pensar rápido e improvisar era una necesidad.

"Parece fácil", dijo Beiner. "Se trata de dos hombres en un pequeño ring. Pero no lo es. A diferencia del béisbol y el fútbol, donde el campo ya está ahí, a diferencia del baloncesto en el que la cancha ya está ahí, a menudo nos adentramos en situaciones donde no hay nada. Es simplemente un lienzo en blanco. Debemos crear todo. Cada semana me sorprende tener el programa al aire".

La serie se estrenó el 29 de septiembre de 1998, en el Blue Horizon de Filadelfia, un lugar legendario y deteriorado, idóneo para las peleas de barrio que se convirtieron en sinónimo de FNF. El peso súper mediano, Thomas Tate, ganó por decisión un combate a 10 asaltos sobre Demetrious Davis esa noche, lo que le dio la oportunidad de pelear por el título de la FIB contra Sven Ottke dos peleas más tarde.

Hubo otras carteleras más importantes, pero FNF se convirtió principalmente en lo que los clubes de peleas de barrio solían ser: un medio popular en el que se desarrollaban y probaban prospectos. Además, ha sido una estación de paso donde los boxeadores más establecidos se han preparado para peleas más importantes o relanzamientos.

"Friday Night Fights es casi como el puente George Washington o el túnel Lincoln", dijo Joe Tessitore, quien reemplazó a Bob Papa como el hombre 'golpe por golpe' de FNF en 2002. "Un boxeador va siempre llegando o de salida. De una forma u otra, tiene que cruzarnos."

EL FACTOR TEDDY

Kellerman dejó FNF en 2003 y Kenny se marchó en 2011, dejando a Atlas como el único punto de referencia del programa. Todavía destroza el idioma inglés, pero se ha convertido en un ícono como un hombre firme, que no tiene miedo de enfrentarse a la gente de poder del boxeo.

Si bien es cierto que el estilo de Teddy no es para todos, su insistencia en el juego limpio ha sido decisiva -- en más de una ocasión -- para que sucedan cosas positivas. Recientemente, Atlas fue una de las voces más enérgicas condenando la autorización de la pelea por el título del peso superligero en agosto 2014 entre el campeón defensor Danny García y Rod Salka, un combate muy disparejo.

"Salka no estaba clasificado en ningún lugar y, de repente, después de que firmó para pelear contra García, estaba clasificado", dijo Atlas. "Al aire dije que era un acto de corrupción absoluta y si hubiera sucedido en cualquier otro deporte se habría hecho una investigación. Pocos días después, el CMB retiró su sanción. No fue por el título, pero aun así Salka terminó noqueado en el segundo round. Nadie piensa en esa parte".

"Teddy es diferente a cualquier otro analista de cualquier otro deporte", dijo Todd Grisham, presentador actual de FNF y con frecuencia el hombre 'golpe por golpe' cuando Tessitore está ocupado en otro lugar. "Hay que manejarlo de manera muy diferente. La mayoría del tiempo no se puede seguir un guion. Debes estar preparado para todo. Cuando piensas que va a decir 'A', él dice 'B'. Es muy parecido a una pelea: no sabes qué es lo que sucederá. Cuando trabajo con Teddy, quito las manos del volante y simplemente veo hacia dónde nos dirige."

"En realidad, el programa gira en torno a Teddy", dijo Jim Zirolli, otro aguerrido productor con muchas transmisiones de FNF en su haber. "Se trata del factor Howard Stern. Los espectadores nos sintonizan para escucharlo".

LA INEVITABILIDAD DEL CAMBIO

Hace varios años, cuando la serie se redujo de dos horas y media a dos horas, la principal víctima de la modificación fue la parte del estudio.

"Parte de ello fue porque cuando te alejas de las peleas, el rating indica que pierdes parte del público", dijo Beiner. "El público desea ver peleas, no funciones periodísticas. Lo entiendo, pero creo que fuimos demasiado lejos, y eso nos ha costado".

"Año tras año, el mayor reto al que nos enfrentamos es tratar de atraer a la audiencia con el nivel de boxeadores que tenemos", dijo Matt Sandulli, productor ejecutivo de FNF.

Es un rompecabezas que nadie ha sido capaz de resolver por completo, pero tal vez simplemente sea la naturaleza de la bestia: una bestia cuyo momento ha quedado atrás.
"Siempre hemos sido fieles y leales a los aficionados del boxeo, y ellos nos han sido fieles y leales a nosotros", dijo Sandulli. "Por supuesto que habría sido genial si, en el transcurso de 17 años, hubiéramos sido capaces de atraer al público dominante. Pero nunca lo hicimos, y perder Friday Night Fights es resultado de la posibilidad de ESPN de producir carteleras de mayor calidad [a partir del 11 de julio con el lanzamiento de la serie PBC]".

LA RECOMPENSA

Un programa de televisión no dura 17 temporadas a menos de que tenga algo a su favor. Friday Night Fights siempre fue genuino -- la verdad, buena o mala, siempre se puso al descubierto -- y eso es inusual en un medio construido sobre el artificio y la hipérbole.

"Siempre he pensado que Friday Night Fights fue lo más auténtico que hice", dijo Tessitore quien ha transmitido una gran variedad de programas de deportes, incluyendo fútbol americano universitario, baloncesto universitario y carreras de caballos. "Está muy bien fundamentado. Sin falsedades. Simplemente auténtico".

No todo ha sido bueno o mediocre en el interior del ring. El FNF ha transmitido varias peleas sensacionales a través de los años. Es por eso que los verdaderos fans siguen sintonizándonos: saben que finalmente vendrá algo realmente especial.

La noche del 13 de julio de 2001, fue una de esas ocasiones, cuando los asiduos de Friday Night Fights fueron recompensados por su paciencia al ver a Mickey Ward y Emanuel (Burton) Augustus en una guerra surrealista en el Hampton Beach Casino en New Hampshire. Fue la primera pelea en la que recuerdo a Atlas pidiendo a los espectadores que "llamaran a sus amigos" pare decirles que algo extraordinario estaba sucediendo en FNF.

"Una palabra: magnífica" fue el comentario de tres palabras que acompañó la calificación de A+ de la pelea en el informe mensual televisivo de la revista Ring Magazine.
Más tarde, cuando fue seleccionada como la pelea del año en la publicación del 2001, parte del artículo decía: "Fue una pelea que ambos hombres merecían creer haber ganado, porque ambos dieron todo en cada round, arriesgando todo por un poco de gloria en un escenario relativamente pequeño".

Sin embargo, nada de lo que ellos hicieron fue pequeño.

Según CompuBox, Ward lanzó un total de 1182 golpes, de los cuales conectó 320. Burton (así le decían a Augustus en aquella época) conectó 421 de 918. En mi tarjeta de puntuación, la única diferencia entre ellos fue la noqueada del noveno round que Ward registró con un gancho de izquierda al cuerpo.

GANADORES Y PERDEDORES

La victoria por decisión impulsó a Ward -- el favorito de FNF -- a una merecida trilogía multimillonaria contra Arturo Gatti en HBO. Pero a pesar de sus increíbles contribuciones al combate, Augustus nunca logró salir del circuito de clubes, ganó algunas peleas, perdió otras y le robaron constantemente.

Augustus, quien se hacía llamar "The Drunken Master" durante la última etapa de su carrera, fue una extraña mezcla de maestría y sentimiento, un virtuoso imperfecto que nunca logró el éxito total, pero nunca dejó de intentarlo. Y los fans de FNF lo amaban por eso.

"Había algo muy especial en él," dijo Atlas. "Sé que tuvo algunos demonios fuera del boxeo, pero me gustaba su honestidad y su capacidad para enfrentarse a los retos con una sonrisa. Sabía que era el lado B, pero peleaba como si fuera el lado A".

De cierta manera también es una descripción apropiada de lo que Friday Night Fights ha sido los últimos 17 años, un perdedor valiente que a veces pudo levantarse, como Augustus, que dio más al boxeo de lo que tomó de él.

"Somos el tipo que quiere poner la cabeza en el pecho del otro y seguir golpeando hasta que suene la campana", dijo Zirolli.

Este viernes, la campana sonará por última vez en una tradición que se ha convertido en una parte tan importante del boxeo que ya parece como parte de la familia. Ya no habrá más Friday Night Fights, pero el boxeo sobrevivirá. Aprendió a lidiar con los golpes hace mucho tiempo y sigue estando en pie, listo para tomar ventaja de las oportunidades o de eludir el desastre.

El boxeo ha sido un deporte transitorio que constantemente se reinventa a sí mismo. Este es uno de esos momentos y el final de Friday Night Fights es solo parte de ello.