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Buen debut de Vermaelen

BARCELONA -- El fichaje de 'rendimiento inmediato', tal como fue presentado en su día por Andoni Zubizarreta, llegó a tiempo para celebrar en el césped la Liga conquistada por el Barça. Y, justo es reconocerlo, Thomas Vermaelen, el jugador invisible, el protagonista de no pocas chanzas durante la temporada, cumplió con notable en su estreno oficial.

El central belga fue, junto a Jordi Masip, la gran novedad de Luis Enrique en el once de un Barça repleto de novedades, en el que no figuraron Bravo, Alves, Piqué, Alba, Mascherano, Iniesta, Rakitic ni Suárez, cuya presencia se aventura lógica en la final de Copa y poco menos que segura en la de Champions.

De Vermaelen, además de sus problemas físicos, se destacó siempre su colocación, su buena salida de balón, su seguridad y firmeza. Y Vermaelen mostró durante una hora larga, en una tarde plácida (todo hay que decirlo) que aquellos elogios, aquellas virtudes tenían su justificación.

Como si de un guiño del destino se tratase, y de Luis Enrique a su amigo Zubizarreta, al pasar esa hora de partido el entrenador azulgrana dio entrada en el campo a Douglas, quien así tomó parte en su quinto partido oficial de la temporada, segundo en la Liga después de jugar 71 minutos en Málaga, allá por el mes de septiembre.

El fútbol quiso sonreir a Vermaelen, quien se retiró con el 2-0 en el marcador para no aparecer en las fotos de los goles de ese Deportivo que se abrazó a la utopía cuando nadie podía imaginarlo. Se marchó el belga, entró el catalán Riera en el Depor y en apenas un cuarto de hora resucitó el equipo gallego con dos goles milagrosos.

La despedida de Xavi, el adiós del gran capitán, tuvo otros nombres propios en el Camp Nou en una tarde en la que, para el Barça, el resultado no estaba colocado en el primer plano. Luis Enrique avisó que pretendía ganar por cumplir, porque no sabe otra cosa que competir... Pero es evidente que la intensidad no iba a ser la misma para los dos equipos.

Zubizarreta ya no está... Pero su legado, sus fichajes, ahí estuvieron. Vermaelen, el último, llegó a tiempo para celebrar en el terreno de juego la Liga.