Martín Urruty 9y

Un error, un regalo

BUENOS AIRES -- Mercedes-Benz, que en el último año y medio ha dado muestras de sobra sobre cómo ganar con contundencia en Fórmula Uno, sobresalió esta vez con una decisión de estupidez mayúscula que le quitó a Lewis Hamilton un triunfo contundente y merecido en el Gran Premio de Mónaco. Nico Rosberg encontró un regalo inesperado, su tercera victoria consecutiva en el Principado, segunda en fila esta temporada, a pesar de que nunca había podido empardar el ritmo de su compañero de equipo durante el tránsito de la sexta fecha en el Principado.

Si en vez de Hamilton y Rosberg, este desaguisado de Mercedes hubiese ocurrido con Ferrari en tiempos de Schumacher y el compañero de ocasión, a esta hora sobrarían las teorías conspirativas según las cuales el equipo favoreció a un piloto sobre otro. Aquí sólo cabe el equívoco fabuloso. Hamilton es el campeón vigente, líder del Mundial, y acaba de extender su contrato con Mercedes por tres años, sellado en 100 millones de euros más beneficios según los chimentos del paddock. El inglés buscaba en Monte Carlo su segunda victoria en nueve participaciones, justo al día siguiente de haber obtenido su primera pole.

Desde el mejor sitio de partida, Hamilton dominó el recorrido hasta la interrupción del auto de seguridad, consecuencia del fortísimo golpe del Toro Rosso del novato Max Verstappen contra las defensas de Sainte Dévote, luego de haber chocado a Romain Grosjean en la frenada. Sólo faltaban 14 de las 78 vueltas y todos habían jugado sus cartas con la estrategia: tal como se esperaba, los pilotos de punta habían optado por una detención para colocar las gomas blandas luego de haber partido con súper blandas. Alguien en el box de Mercedes pensó que la ventaja de 21 segundos que Hamilton había construido era suficiente para hacerlo parar otra vez en boxes, colocarle neumáticos súper blandos para el remate de la competencia, y mandarlo otra vez en punta a la pista.

La sexagenaria historia mundialista de la carrera en el Principado abunda en ejemplos sobre lo utópico que resultan los sobrepasos en pista, por más que el de atrás tenga un auto más rápido y neumáticos flamantes. Hamilton, con igual estrategia que Rosberg y Vettel, podía resistir sin problemas con las gomas blandas hasta la bandera de cuadros aunque el auto de seguridad le licuara la ventaja. Era imposible pensar que fueran a pasarlo con el riesgo que conlleva en las calles monegascas hasta el mero intento, y menos su compañero de equipo. A Mercedes le costará explicar qué cuenta sacaron en boxes. Hamilton confió en el llamado de su escudería: al cabo, una docena de bien entrenados ingenieros controla el desarrollo de la competencia a través de pantallas y datos. El campeón creyó que Rosberg y Vettel también pararían. Cuando volvió a pista, estaba detrás de ellos. Y así hasta el final.

Mercedes le quitó la victoria a Hamilton y se le regaló a Rosberg. Y deshizo el 20° doblete de su historia. Rosberg sólo tomó el regalo, controló sin esfuerzo a Vettel, que lo había incomodado en la primera parte, y anotó su décimo triunfo mundialista, el quinto de la marca en seis carreras esta temporada. Vettel logró su máximo anhelo posible: colar la Ferrari entre los W06, gentileza del equipo dominante, y descontarle puntos a Hamilton en el campeonato.

Hasta el topetazo de Verstappen a Grosjean que desencadenó el erróneo llamado de Mercedes, poco había ocurrido en el Principado. Daniel Ricciardo había perdido en la partida con su compañero Daniil Kvyat y, más tarde, el australiano también había sido superado por Kimi Räikkönen al cabo de la detención en boxes. Sin embargo, Ricciardo se recuperó al final: pasó a Räikkönen con un toque en Mirabeau -no sancionado por los comisarios, que sí habían penado a Fernando Alonso luego de un roce con Nico Hülkenberg en el giro inicial- y gracias a la ayuda de Kvyat atacó a Hamilton. Como no pudo pasarlo, acató la sentencia de Red Bull y le devolvió el cuarto lugar que el ruso le había prestado.

Sergio Pérez consiguió su mejor posición de la temporada -séptimo con el Force India- luego de una carrera sin sobresaltos: Checo había hecho más de la mitad de la tarea con su estupenda clasificación. En cambio, Pastor Maldonado penó con los frenos del Lotus no bien comenzó la competencia y abandonó por quinta vez en seis fechas (su única llegada fue el 15° puesto en Bahréin). En cambio, Jenson Button logró lo que no pudo su cotizado compañero Alonso: aprovechó las defecciones adelante y anotó puntos por primera vez para la unión McLaren-Honda. El novato Carlos Sáinz se lució al sumar uno con Toro Rosso luego de haber partido desde boxes, consecuencia de la sanción por no cumplir con un control de peso durante la clasificación. Ese único punto sabe a victoria. Los 15 de Hamilton, a la más amarga de las derrotas.

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