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Cavaliers vs. Warriors luce segura

Llegó el momento de comenzar a hacer maletas y reservar viajes a la Bahía del norte de California y a Cleveland.

Ya es casi imposible pensar que haya manera alguna de que los Houston Rockets y los Atlanta Hawks puedan revertir las series finales de conferencia a su favor; ambos en desventaja de 0-3.

Para muestra, un dato: Ningún equipo se ha recuperado de una desventaja de 0-3 para ganar una serie de postemporada. Los equipos que llegan a esa situación tienen marca de 0-116.

Peor aún, con un dominio que por momentos ya parece más mental que físico.

Los Hawks, por ejemplo, han intentado todas las formas posibles de detener a LeBron James, quien en el peor arranque de partido de su carrera, sólo requirió tres cuartos y un periodo extra para guiar al triunfo a sus Cleveland Cavaliers y colocarse en la antesala otra vez de las Finales NBA.

James falló por vez primera en la NBA los 10 primeros disparos que realizó al aro, antes de anotar 14 en sus siguientes 27 disparos, camino al décimo segundo triple doble de su carrera en playoffs.

"Empecé el partido fuera de carácter y fuera de ritmo", dijo James, de 30 años, a la prensa en Cleveland. "Pero yo tenía que hacer una diferencia. Es un gran sentimiento ser capaz de hacer jugadas para tus compañeros. Estoy feliz de que puede hacer algunas".

Simplemente, James es imparable, al menos para las fuerzas de Atlanta. Es probable que el mejor jugador del planeta sea indefendible para casi cualquier conjunto de la NBA. Y es un hecho que los Hawks no tienen con qué...

Si a las cualidades físicas de James hay que sumarle el esfuerzo y corazón que ha mostrado en la actual postemporada y por lo que en el pasado reciente fue criticado, la situación se complica aún más para los Hawks.

Después de anotar 37 puntos, 18 rebotes y 13 asistencias, James casi tuvo que salir a hombros de la duela, con dolor en piernas y un cansancio atroz.

Quizá esta vez fue más complicado y los Cavs requirieron de tiempo extra para vencer como locales a Atlanta, que no ha visto en la duela en los dos partidos más recientes al mejor movedor de bola de Cleveland, Kyrie Irving, quien sigue lastimado.

Pero los Hawks sí han tenido que enfrentar a unos Cavaliers que los han dominado en todos los aspectos del juego; otra vez este domingo. Se complicó todavía más con la expulsión de Al Hortford, cuando faltaban 34 segundos del segundo cuarto por una falta que los oficiales consideraron flagrante en un codazo.

El dominicano era el mejor jugador en ese momento, como ha sido en la serie, de Atlanta en ambos lados de la duela y su único hombre grande que competía por momentos abajo del tablero.

Los Cavaliers tuvieron 34 por ciento de efectividad en rebotes ofensivos; más de 20 puntos porcentuales más que los Hawks.

Cleveland anotó 17 puntos en segundas oportunidades ofensivas, incluido el triple de la ventaja con 36 segundos de James.

Atlanta se mantuvo en la pelea mientras fue eficiente y rápido. Soltó menos balones que los Cavaliers y anotó más puntos en rompimientos rápido.

Pero de nuevo, al final los Hawks se dieron cuenta de que faltó ejecución y talento individual en los momentos "clutch".

Los Haws terminaron el partido con una canasta en nueve intentos en la prórroga y Jeff Teague tuvo que anotar los últimos siete puntos del equipo.

Así se ve difícil, casi imposible...

Es muy probable que los Cavaliers sellen su boleto a las Finales NBA el próximo martes frente a unos Hawks que hicieron lo que pudieron, su mayor esfuerzo en la serie este domingo y de nuevo se dieron cuenta que fue insuficiente.

Igual como parece sucederá este lunes, cuando los Rockets reciban a los Warriors en el Juego 4 de las Finales del Oeste.