<
>

Schwartzman cayó de pie; Mónaco pagó su ineficacia

PARÍS -- Punto final para Diego Schwartzman (62°) y Juan Mónaco (35°) en segunda ronda de Roland Garros. El porteño, en un partido de alto vuelo, perdió ante Gael Monfils (13°) por 4-6, 6-4, 4-6, 6-2 y 6-3, mientras que el tandilense cayó por 6-3, 6-4 y 6-2 ante el ruso Teymuraz Gabashvili (74°). A su vez, buena victoria del uruguayo Pablo Cuevas (23°) ante Dominic Thiem.

Schwartzman, la cara visible de una buena camada de juveniles de su país, no pudo aprovechar su ventaja de 2-1 en sets ante Monfils y cedió en cinco parciales en el tercer turno del Philippe Chatrier. Momento de inflexión, sin dudas: el 2-2 del cuarto parcial, en el que el argentino contó con dos oportunidades de quiebre.

Schwartzman, con compañía especial esta semana en París, salió con una clara premisa: ser ofensivo. Parado sobre la línea, le quitó la iniciativa a Monfils y sorprendió al adelantarse en el marcador: con un 100% de oportunismo en los breaks (2 de 2), firmó un 6-4 en el primer set. Sin embargo, el galo supo cómo contrarrestar la situación en el segundo parcial a fuerza de winners: ganó 17 de sus 34 puntos de la manga por esa vía.

El pupilo de Sebastián Prieto no se desesperó. Se mantuvo en el partido a la espera de que Monfils dejara de ser una máquina de tiros ganadores. Y eso sucedió, en parte. Schwartzman volvió a tomar el control de las acciones, quebró en la única opción que generó y, a pesar de la potencia del galo, pudo quedar al frente en el marcador nuevamente.

El partido, con pronóstico reservado. El argentino tuvo su chance bisagra, en el 2-2 del cuarto set y un par de chances con la devolución. Pero Monfils salió a flote con sendos aces (21 en todo el partido), tomó confianza, sumó el apoyó del público y ganó los siguientes cinco games para quedar 1-0 arriba en el quinto.

El encuentro sumó intensidad, con ambos lanzados a un juego ofensivo. La balanza, finalmente, se inclinó del lado del local, que consiguió un quiebre clave (para el 4-2) y terminó sellando el éxito en dos horas y 50 minutos. Ahora Monfils tendrá otro latinoamericano por delante: el uruguayo Pablo Cuevas, 21° cabeza de serie, que sacó al austríaco Dominic Thiem por 7-6 (7), 7-5, 6-7 (5) y 7-5.

Por su parte, Cuevas, que jugará tercera ronda en París por primera vez, tuvo una gran actuación ante el reciente campeón del ATP de Niza, que por momentos lució algo desordenado en su juego y arriesgando más de la cuenta.

El uruguayo no perdió el eje en ningún momento pese a las amenazas de Thiem, que en el segundo set llegó a levantar un 5-2 y después estuvo 5-4 arriba en el cuarto set. Con el servicio como mejor aliado en momentos clave (levantó 20 de 22 break points en contra), Cuevas sigue soñando en Roland Garros, a dos años de un premio especial.

Un rato antes, Mónaco pagó caro un tremendo 0/11 en break points, a tono con un saldo de -21 entre tiros ganadores y errores no forzados (10, apenas, y 31, respectivamente). Parejos en las equivocaciones, el ruso hizo la diferencia con 32 winners.

Así y todo, el tandilense tuvo repetidas chances de prolongar el partido, pero apenas comenzado el tercer parcial se entregó: ya break abajo, desaprovechado un 0-40 con Gabashvili sirviendo 2-1, volvió a ceder su saque y pronto se vio acorralado en 1-5. No habría vuelta atrás.

El consuelo para Mónaco es que, al haber alcanzado la segunda rueda, ya no defendía puntos en Roland Garros. Aunque en las próximas semanas, ya luego de Wimbledon, deberá revalidar final en Gstaad (150) y semis en Kitzbuhel (90).

El jueves será el turno de Leonardo Mayer y Carlos Berlocq, tras imponerse en cinco sets en el debut.