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Sin margen de error

Arruabarrena hará una última práctica en San Juan Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- Venía todo bárbaro para Rodolfo Arruabarrena. Invicto en este 2015. Con un plantel muy superior al del resto de los competidores, tanto a nivel local como sudamericano. Con rendimientos individuales y colectivos altos. Y con el apoyo incondicional de la gente. Ese presente ideal empezó a derrumbarse cuando apareció River en el camino.

Si bien Boca había logrado un triunfo muy importante en el primer clásico de la serie por el torneo local, la derrota en el Monumental en la ida copera, el flojo primer tiempo en La Bombonera y la escandalosa suspensión del partido fue un combo letal que golpeó a todos muy fuerte. Y hasta el Vasco sintió el cimbronazo.

La eliminación, pese a que se dio en un escritorio, cambió la onda verde con la que venía el equipo. Hizo que Arruabarrena, hombre de perfil bajo, siempre ubicado y lleno de sentido común en sus declaraciones, apareciera desequilibrado, enojado, desbordado…

El aplomo que siempre había mostrado ante los periodistas, y que le permitió transitar el mundo Boca en aguas tranquilas, lo perdió tras unas declaraciones pocos felices, todavía en caliente por una nueva eliminación ante el clásico rival.

Para colmo de males, cuando había que defender la punta en soledad del campeonato, llegó la goleada inesperada de local y ante Aldosivi. Ahora, el DT ya no parece intocable para los hinchas, que siempre valoraron el coraje para hacerse cargo de un equipo a la deriva, como era el que agarró tras la partida de Carlos Bianchi, y el manejo de un grupo con muchas figuras y grandes egos.

Los planteos ante River por los partidos de Copa, donde Boca fue superado tácticamente, también abrieron una grieta y lo dejaron expuesto. Por eso, el choque de esta noche ante el humilde Huracán La Heras del Torneo Federal B, que en otro contexto hubiera pasado casi inadvertido, se convirtió en un choque clave. Está claro: no dependerá el futuro de Arruabarrena de este resultado por Copa Argentina, pero Boca tiene que ganar, y además, debe hacerlo dejando en claro las diferencias entre uno y otro equipo.

Una floja actuación, aún asegurando el triunfo, alimentará los fantasmas y las críticas. Ni hablar si se da el batacazo y los Xeneizes vuelven a repetir la pobrísima actuación del pasado domingo.

Lo sabe el DT, y para no sufrir ninguna sorpresa pondrá en cancha lo mejor que tiene: jugarán Orion, Cata Díaz, Gago, Lodeiro, Osvaldo… Si Boca hubiera pasado de ronda en la Copa, este encuentro hubiera sido una linda oportunidad para que pudieran mostrarse los pibes, los que juegan poco.

Pero no. El Vasco sabe también que ya no tiene el crédito de antes, sabe que está bajo la lupa y que no puede cometer errores. Sabe que este es su peor momento desde que se hizo cargo de la Primera de Boca.