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NUEVA YORK - El juego más bonito del mundo recibió una tarjeta roja la mañana del miércoles en Zurich y Nueva York con la denuncia y el arresto de un grupo de oficiales y ejecutivos de la FIFA. Las autoridades de Suiza llevaron a cabo una redada en donde fueron capturados 14 personas, incluyendo nueve oficiales y cinco ejecutivos corporativos del organismo del fútbol en un hotel en el centro de Zurich. Horas después en el Distrito Este de Nueva York, cede del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la fiscal federal, Lorretta E. Lynch, junto a otros miembros de las autoridades estadounidenses, formalmente desprecintó los 47 cargos que se les imputaron, incluyendo cargos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico. Empeñada con desmantelar la corrupción, cuyas actividades ilícitas se estaban llevando a cabo desde 1991 dentro del deporte amado por cientos de millones de aficionados globalmente, Lynch afirmó que los sospechosos "... fueron encargados de mantener el fútbol abierto y accesible a todos". "Llevaron a cabo importantes responsabilidades en todos los niveles, desde la construcción de campos de fútbol para niños de los países en desarrollo hasta la organización de la Copa del Mundo", dijo. "Se esperaba que respetaran las reglas que mantienen el fútbol honesto, y proteger la integridad del juego. En cambio, corrompieron el negocio del fútbol en todo el mundo para servir a sus intereses y enriquecerse". De los 14 funcionarios que fueron nombrados en la acusación, siete oficiales de FIFA fueron detenidos en la operación que se produjo en el hotel de cinco estrellas en Zurich, aunque seis de ellos negaron su extradición a los Estados Unidos. Entre ellos se encuentran: - Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y presidente de la CONCACAF. - El uruguayo, Eugenio Figueredo, miembro del comité ejecutivo de la FIFA y ex presidente de la Conmebol. - El brasileño, Jose Maria Marin, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y actualmente miembro del comité de clubes de la FIFA. - El costarricense, Eduardo Li, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol y quien iba ingresarse al comité ejecutivo de la FIFA este viernes. - El venezolano, Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol. - El nicaragüense, Julio Rocha, ex presidente de la Federación Nicaragüense de Fútbol y actualmente Oficial de Desarrollo del Fútbol de la FIFA. - El británico, Costas Takkas, ex secretario general de la Asociación de Fútbol de Islas Caimán. Otro imputado que no ha sido arrestado es el paraguayo, Nicolás Leoz, quien fue presidente de la Conmebol y que en 2013 había reconocido que había estado involucrado en actos de corrupciones, pero en aquel entonces que librado de culpa por la FIFA. Según un reportaje de The Associated Press, el gobierno de Paraguay ya ha recibido la petición del gobierno americano por la extradición de la figura de 86 años de edad. El trinitense, Jack Warner, ex presidente de la CONCACAF, quien había declarado su inocencia a través de su página de Facebook, se entregó y fue liberado tras pagar una fianza. "He luchado sin descanso contra todas formas de injusticia y corrupción",sentenció. "No he sido interrogado por este tema. Repito que soy inocente de toda acusación. Dejé la política del fútbol mundial para implicarme en la mejora de la vida del país en el que, gracias a Dios, moriré". Algunas figuras nombradas que también están en la mira son los empresarios argentinos, Alejandro Burzaco, el CEO de Tornero y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkins, dueños de Full Play Group, S.A., una empresa que tiene los derechos de transmitir por televisión los encuentros de las eliminatorias Sudamericanas y la Copa América que se avecina este verano. La investigación realizada por varios organismos del Departamento de Justicia de EEUU descubrió que desde 1991, "dos generaciones de dirigentes de fútbol" se aprovecharon del poder que tenían, dirigiendo hacia donde se asignaban los "derechos comerciales" de los campeonatos que se celebraban a cambio de más de $150 millones. La FBI reveló a través del estudio, que desafortunadamente dominó el tema del día en casi todos los programas radiales y televisivos enfocados con lo que es el espectáculo del mundo deportivo, que los imputados de corrupción influyeron la cede de la Copa del Mundo de 2010, que en aquel entonces fue celebrada en Sudáfrica, y entre otras cosas las elecciones presidenciales de la FIFA en 2011 y los derechos para el patrocinio de la selección de Brasil a una compañía "de ropa deportiva" americana. "El fútbol pasó de convertirse en un negocio a una actividad criminal", aseveró Lynch. La tarde del miércoles, la Junta de Gobernadores de la NASL (Liga Norteamericana de Fútbol) suspendió a Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA, la empresa que es dueña de los Carolina RailHawks. La NASL también informó en su comunicado de prensa que "con efecto inmediato" había suspendido "las actividades de negocio" entre la liga y Traffic Sports USA, cuya sede está localizada en Miami y que además había tenido derecho a organizar y promocionar muchos de los torneos afiliados con la CONCACAF. "No hay mayor prioridad, y nada más importante que proteger la integridad de nuestro juego", apuntó la Federación de Fútbol de los Estados Unidos en un comunicado de prensa que publicaron en el medio del caos que sacudió la FIFA. "Estamos comprometidos con los más altos estándares éticos y prácticas empresariales, y vamos a seguir para fomentar la CONCACAF y la FIFA para que promuevan los mismos valores".
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