QUERÉTARO -- Las horas previas a la final de la Liga Bancomer Mx se han vivido con mucha intensidad a lo largo de la semana en la ciudad de Querétaro. Aficionados al equipo han abandonado sus obligaciones cotidianas para buscar ser parte del partido de vuelta entre Gallos Blancos y Santos Laguna.
En los alrededores del estadio Corregidora se observa un campamento permanente de aficionados que acumulan más de 60 horas de espera con la esperanza de avanzar un par de centímetros hacia la taquilla, de donde podrán obtener el ansiado boleto que los lleve a la final.
Este miércoles a las 10:00 de la mañana se abrieron finalmente las taquillas y fue un aficionado de nombre David el primero en tener entre sus manos una entrada para la final. El joven abandonó la semifinal de vuelta ante Pachuca 15 minutos antes de que finalizara y se formó para no retirarse hasta tres días después.
Por su parte, familias enteras organizaron un plan de guardias para no abandonar por completo sus obligaciones y, además, conseguir su cometido. La familia de Sandra, de cuatro integrantes, se turnó durante tres días para no perder su lugar en la fila y esta mañana finalmente obtuvieron sus cuatro boletos.
"Yo soy ama de casa entonces puedo venir todas las mañanas mientras que mi familia trabajaba y hacía sus labores, y ya en la tarde hacíamos el relevo", afirmó.
El tiempo pasaba demasiado lento para los campistas, por lo que organizaron partidos de futbol entre casas de campaña para aligerar la espera, además, hubo quienes instalaron puestos de comida para sacar provecho de la multitud.
En las inmediaciones del estadio se podía apreciar una cantidad de basura producto de los cientos de aficionados que todavía deberán dormir una noche más en La Corregidora, pues la venta de este día únicamente se abrió para los 4,200 abonados que adquirieron su boleto y uno extra.
A las 20:00 hrs se cerrarán las taquillas y se habrán repartido 8,400 de las cerca de 40,000 entradas disponibles para la final.