QUERÉTARO -- La gran final del futbol mexicano en la ciudad de Querétaro se vive desde dos perspectivas. La algarabía de quienes ya tienen asegurada su entrada y la tristeza y decepción de quienes, a pesar de haberse formado desde el lunes y acampado por dos noches a merced de la lluvia y el calor, se quedaron sin boleto para el cotejo de este próximo domingo en el estadio Corregidora.
Aproximadamente a las 10:30 de la mañana, apenas 12 horas y media después de que comenzó la venta, se colocaron en las taquillas los letreros que anunciaban "Boletos agotados", situación que causó molestia y frustración entre los más de 4,000 aficionados que esperaron por 82 horas bajo el sol y la lluvia, refugiados en una humilde casa de campaña, poder llegar a la taquilla y adquirir un boleto.
Los aficionados derribaron las vallas que se colocaron frente a la explanada norte y sur del estadio, donde además, surgieron algunos conatos de bronca entre los mismos aficionados.
Pocos elementos de seguridad pudieron controlar la situación, sin embargo, no corrieron con la misma suerte con la reventa, pues ya circulan por las inmediaciones de La Corregidora quienes ofrecen a cambio de hasta 2,000 pesos una entrada para la primera gran final de la Liga Bancomer MX de los Gallos Blancos de Querétaro.