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El inicio del fin de la era Blatter

Han pasado más de 24 horas desde que nos enteramos de la gran noticia que ha sacudido al mundo futbolístico: La denuncia de presunta corrupción y sobornos de la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, contra 14 integrantes de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA).

Por fin se ha destapado este secreto a voces. La palabra “corrupción” relacionada con FIFA no es algo nuevo ni mucho menos. Han salido a la luz muchos casos a lo largo del mandato de Joseph Blatter que han levantado cualquier tipo de sospechas y la credibilidad de esta organización poco a poco se va diluyendo.

Tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz. En esta ocasión, Blatter no puede negar ni tratar de esconder el problema profundo que existe en la FIFA. Un problema de abuso de autoridad y falta de ética profesional por parte de varios dirigentes que representan al fútbol.

Esta “primera llamada” para varios dirigentes que han estado involucrados en malas prácticas, puede servir como punto de inflexión para el cambio.

¿Será que estemos viendo el inicio del fin de la era Blatter?

Lo sabremos en unas horas, cuando se realice el Congreso de la FIFA para celebrar las elecciones del futuro presidente.

Por un lado, Blatter busca su quinto mandato y por el otro lado, Ali Bin Al-Hussein, príncipe de Jordania y actual vicepresidente del organismo, quiere romper la hegemonía de Sepp y cambiar la imagen desgastada, maltratada y poco creíble de la FIFA. El organismo aboga por el “Fair Play” o “juego limpio” dentro del terreno de juego, algo que no se ha cumplido en la práctica de las operaciones fuera del campo a la hora de organizar Copas del Mundo, Copa América y todo tipo de torneos.

Probablemente mañana veremos una sorpresa en la votación, sobre todo con las declaraciones de Michel Platini, presidente de la UEFA y quien pidió a Blatter que dimita, pues la imagen de la FIFA es “pésima” y espera que pierda las elecciones el día de mañana.

¿Se acabó el “Fair Play” de la corrupción?

Sabemos que siempre han existido intereses económicos que rodean al entorno deportivo y desgraciadamente se presta a los malos manejos. Que sea el fin a una época de corrupción resulta muy difícil de creer, pero al menos es un primer paso para el cambio que se necesita de manera urgente.

El problema se tiene que atacar de raíz y no solo con la aprehensión de unos dirigentes se va a cambiar la forma de hacer las cosas y realmente empezar a invertir el dinero en los niños y jóvenes que tienen el sueño de jugar futbol como profesionales.

Es hora de utilizar el juego limpio dentro y fuera de la cancha.