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ARLINGTON -- Eduardo Rodríguez recibió la llamada para subir a Grande Ligas con los Medias Rojas de Boston apenas el miércoles por la tarde. Viajó directo a Dallas y se durmió temprano con la ansiedad de su esperado debut el jueves frente a los Vigilantes de Texas. Y dijo que soñó que tenía un gran estreno en la gran carpa, pero que la realidad había superado por mucho sus propias expectativas. "Esto fue mejor que cualquier sueño que había tenido o que cualquier debut en cualquier categoría, profesional y amateur", dijo el lanzador zurdo venezolano de los Medias Rojas, muy emocionado de manera visible, enfrente de su casillero en el vestidor visitante del Globe Life Park de los Vigilantes. "Esto fue increíble, jamás lo hubiera imaginado", agregó. "Pero he trabajado toda mi vida para llegar aquí". Rodríguez lanzó siete entradas y dos tercios sin permitir anotación con pelota de tres imparables, siete ponches y dos bases por bolas en la victoria de Boston 5-1 sobre los Vigilantes. El primer hit llegó en la segunda entrada con doblete de Josh Hamilton, quien disputó su primer partido con los Vigilantes en Arlington desde que el 27 de abril pasado fue canjedo de Angelinos de Los Ángeles. El segundo imparable que permitió Rodríguez llegó hasta el sexto capítulo; sencillo del coreano Shin-Soo Choo, y el tercer en el octavo rollo, otro sencillo de Delino DeShields. "Lanzar la bola así, fue algo que me sorprendió hasta a mi mismo", reconoció Rodríguez. "El plan que tenía sólo era tirar mis pitcheos bajitos, poner los pitcheos bajitos y donde quería para sacar los outs, sin tratar de hacer nada más..." Rodríguez llegó en julio pasado a la organización de los Medias Rojas en un canje con Orioles de Baltimore la temporada pasada. Su marca en Ligas Menores era de 7-4 con 2.17 de efectividad en 16 aperturas entre Doble y Triple A, antes de ser llamado por el manager John Farrell. El venezolano, a sus 22 años y 51 días de nacido, es el pítcher más joven que debuta para los Medias Rojas desde el 2008 y el más joven en debutar como visitante para Boston desde Roger Clemens en 1985. "Todos los que vieron el juego se dieron cuenta de la manera en que tira strikes, es agresivo y no tiene miedo de enfrentar a ningún bateador", dijo Farrell. "Eduardo coloco las pitcheadas que quería, donde se necesitaban. Tiene una gran actitud y lanzó con mayor confianza porque sus compañeros lo respaldaron a la ofensiva". Los Medias Rojas batearon 13 imparables, incluidos nueve sobre el abridor de Texas, Nick Martínez (4-1, 2.03), incluido cuadrangular el décimo primer cuadrangular en la temporada de Hanley Ramírez. "Hoy vimos lo mismo que mostró durante las prácticas primaverales, que tiene el talento para pitchear en Grandes Ligas", dijo David Ortiz. "Durante el juego tuvimos una larga conversación en el dugout y le dije que había visto a muchos jóvenes llegar y lanzar grandes partidos. Pero que ahora su tarea será tratar de mantenerse". Rodríguez dijo desconocer si su desempeño serviría para quedarse a largo plazo en el equipo grande de los Medias Rojas porque esa será decisión del manager. "Sólo me enfoqué en tratar de sacar mis pitcheadas y retirar bateadores, sin fijarme quién estaba enfrente, si eran los Texas Rangers o el que fuera", comentó Rodríguez. "Yo sólo me concentré en mi juego y lo demás cae por su propio peso". Por lo pronto, este jueves fue mágico para el venezolano, quien lanzó la apertura más larga sin recibir carreras para un debutante de los Medias Rojas desde 1967 y la más larga en la historia del parque de pelota de los Vigilantes, local o visitante. "Yo sólo vine a tratar de lanzar mis pitcheos, mi slider, mi cambio, mi recta", expresó, "y para mi fortuna pude sacar outs y ayudar a mis compañeros a ganar".
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