David Mooney 9y

Man City busca un delicado equilibrio para reemplazar a Pellegrini con Pep

Con las disponibilidades de Jurgen Klopp y Carlo Ancelotti ya confirmadas, no cabe duda de que el Manchester City debe estar evaluando sus opciones.

Como escribió Simon Curtis, ambos tienen mérito si el presidente Khaldoon Al Mubarak decide que quiere reemplazar al actual DT Manuel Pellegrini.

Se trata de una decisión muy importante y delicada. El consenso general es que el club está esperando que Pep Guardiola termine su contrato con el Bayern Munich al final de la próxima temporada, con lo cual el City no haría ningún cambio este verano. Sin embargo, si el verano no se desarrolla según los planes, podría darse una situación en la que el titular solamente permanezca por defecto sin el apoyo de la junta directiva, los hinchas e incluso los jugadores.

En esas circunstancias, no habría una legítima lucha por el título y la campaña probablemente sería una pérdida de tiempo si Pellegrini pasa a ser considerado como un órgano cesante. Sin embargo, si es reemplazado ahora, las perspectivas de Guardiola se vuelven poco probables. Klopp o Ancelotti probablemente no estarán interesados en un contrato a corto plazo.

También debemos decir que sería absurdo esperar por Guardiola sin un acuerdo de palabra. Eso podría terminar muy mal.

Lo cierto es que el 2014-15 no fue el desastre que se pintó a mediados de abril. La atención y la presión sobre el DT se desprendieron de una muy mala racha durante la que se alejaron de los actuales campeones del Chelsea. Estuvieron parejos durante los primeros cinco meses, pero durante los últimos cinco el conjunto de Stamford Bridge se convirtió en el equipo sólido y confiable.

Pellegrini nunca ha recibido el crédito que se merece por el trabajo que ha hecho con el City, por lo que su optimismo hacia el final de la campaña -cuando su puesto de trabajo era puesto en tela de juicio constantemente- es completamente comprensible.

Incluso los fans, muchos de los simpatizantes más sensatos y objetivos, estaban a favor de que el chileno perdiera su puesto -- sobre todo después de la derrota por 4-2 ante el Manchester United que dejó al club en grave peligro de un cuarto puesto en una carrera de dos caballos.

Observa cómo, tras una remontada de seis victorias sobre el cierre de la temporada, los rumores se desvanecieron y todo volvió a la tranquilidad. Las actuaciones fueron desparejas; algunos triunfos fueron afortunados, mientras que otros fueron tácticamente astutos, y Pellegrini siempre dio las mismas respuestas a las mismas preguntas. "Ya veremos al final de la temporada" se convirtió en un eslogan.

Por supuesto, sólo puede culparse a sí mismo por no sentir el calor de la afición. El DT rara vez hace entrevistas con el propio medio de comunicación del club, y mucho menos con los de afuera, y sus comentarios antes y después de los partidos surgen más de una obligación contractual que de un intento real por crear un vínculo con los seguidores del club.

Así que cuando las cosas van mal, no existe ningún vínculo emocional entre el hombre y los hinchas -- a pesar de que haya entregado un doblete nacional y posiblemente la mejor campaña en la historia del Manchester City durante su primer año en el banco.

No cabe ninguna duda del enorme trabajo que ha hecho en Manchester. Su primera tarea fue realizada de forma casi instantánea, al unir el vestuario fracturado que heredó de los últimos días de Roberto Mancini. Tras unificar el plantel, ofreció una muestra del mejor fútbol que los aficionados han visto a lo largo de los meses de invierno -- incluso mejor del que produjo su predecesor al ganar el título de liga -- y luego pasó a ganar dos trofeos.

Incluso se podría argumentar que en su segunda campaña, menos exitosa, el chileno armó el equipo que jugó un fútbol entretenido con mayor regularidad, aunque no fuera el mejor conjunto de la liga.

Aún sin apoyo externo, la directiva del club probablemente estuvo dispuesta a mostrar un poco de clemencia durante los últimos meses del 2014-15 gracias a los logros de Pellegrini el año anterior. Esto podría significar que su rendimiento a partir de agosto de 2015 se controlará periódicamente para detectar signos de regresión, pero pareciera que la opción más sensata para el club es mantenerlo.

No se ha convertido en un mal técnico de la noche para la mañana, y su obstinación con ciertas tácticas parece haber cedido un poco ya que mostró un enfoque más pragmático durante las últimas semanas de la campaña.

Sabiendo lo que ha hecho por el club en el pasado y lo que podría hacer con un año más, sería una apuesta riesgosa para el City optar por el cambio.

Si los directivos deciden cambiar de rumbo, podría ser un caso de "ten cuidado con lo que deseas".

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