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BUENOS AIRES --Está más que claro que Teófilo Gutiérrez es uno de los nuevos ídolos de River. Un jugador realmente distinto, pero sobre todo impredecible. Un verdadero lujo para el fútbol local. Seguramente, el futuro de un jugador de tanta calidad esté del otro lado del Atlántico. Pero en River, Teófilo se siente como en Colombia. Todos lo aman. Y entrega poesía por todos lados. El gol que convirtió ante Central es uno de esos goles que sólo los puede hacer Lionel Messi. River debería conservarlo de cualquier manera. Este joven colombiano le devuelve al fútbol algo que se perdió hace tiempo: las ganas de ir a ver a un equipo porque juega él. Como sucedía cuando jugaba Riquelme en Boca. Todos íbamos a ver correr al genio de la pelota. Teófilo pertenece a este tipo de jugadores. Cracks totales. Incluso hasta en la personilidad son parecidos. Polémicos, dueños de un espíritu que se aburre y se fastidia fácilmente. Viven el fútbol a su manera de ser y esa es la clave de su distinción. Como es mi costumbre cuando hay una noticia dando vueltas, una noticia que no me cierra, salgo a escuchar la palabra del hincha. Detuve mi auto en la esquina del Café Odeon de Corrientes y Talcahuano y bajé. Ya en la vereda pasaban dos hinchas trasnochados, todavía con la bandera riverplatense pegada al cuello. "Paren, paren, muchachos, soy Cucurto", le dije, abriendo mis brazos, super cronista deportivo. "¿Qué les parece Téofilo, se va o se queda?" Los hinchas me miraron sorprendidos, pero felices, eran demasiado jóvenes para ponerse en la piel de hinchas. - ¡Cómo se va a ir, che! ¡Teófilo se queda en River por lo menos hasta fin de año! - ¿Llega el colombiano a la final de la Copa Libertadores? - Pero si no llega, directamente no jugamos. Nos morimos todos, Teo es un jugador fundamental. Entré al bar de la felicidad y todo era rojo y blanco. Un grupo de hinchas del Millo, recordaban el gol de Teo, una y otra vez, una y otra vez. Una pantalla gigante repetía la jugada de la sutileza del botín derecho de Teófilo. Hace uno una docena de horas, el crack colombiano había dicho que no sabía si continuaría jugando en River. El futuro de los cracks es así, impredecible, misterioso, incógnito. Nadie en el mundo River quiere que se vaya, pero es cierto que será difícil de retener, sobre todo si ganan la Copa Libertadores. A todo esto, siento que la Copa Libertadores está cambiando, ya no la ganan equipos que hacen historia, como Boca. Hoy la puede ganar cualquier equipo intrascendente. ¿Quién se acuerda de San Lorenzo campeón de América? Un equipo olvidable, sin nada. Y lo mismo el Corinthians y otros. River no es así, por lo menos tiene jugadores fuera de serie, distintos que acercan el fútbol a la familia. Uno de ellos es el gran Teófilo Gutierrez, motivo central de este comentario. El amor de los hinchas de River por Teo, debería salvar a Teo. A los hinchas les digo: no permitan que se vaya, hagan un banderazo!
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