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Dos partidos en un día

SAN JUAN (Enviado especial) -- Argentina jugó dos partidos en un día, aunque usted no lo crea.

La situación no fue un error de la Conmebol, aunque hay antecedentes para pensarlo. El 2 de marzo de 1997, los suplentes de Racing enfrentaron a los titulares de Vélez por el torneo local, mientras los titulares de La Academia visitaban a El Nacional y los titulares del Fortín enfrentaban a Emelec por la Copa Libertadores.

Lo concreto es que lo que ocurrió este sábado fue bastante distinto. Por la tarde, a Gerardo Martino ni se le cruzó por la cabeza dormir la siesta. Tenía que seguir la actuación de cuatro de sus jugadores en la final de UEFA Champions League. Y a la noche, probó al resto en el último amistoso previo a la Copa América.

Paradójicamente, probablemente sufrió más a través de la TV en la habitación del hotel que en el banco de suplentes del estadio del Bicentenario.

Lionel Messi y Javier Mascherano jugaron todo el partido en la consagración de Barcelona, mientras que Carlos Tevez también jugó de principio a fin y Roberto Pereyra ingresó a los 79 en Juventus. "Que terminen todos sanos", pidió el Tata. Su deseo se cumplió.

Un rato más tarde, el equipo que plantó ante Bolivia también le aportó tranquilidad. A los 45 segundos, Agüero avisó con un tiro al palo. Se produjeron unas siete chances en apenas 22 minutos. Y tres minutos más tarde, Di María acertó con un zurdazo cruzado y rasante.

Gamarra le cometió penal a Lavezzi y Agüero lo cambió por gol a los 29, con cara interna del pie derecho. Apenas 120 segundos después, el propio Kun anticipó en un centro por derecha para estirar la ventaja.

La defensa compuesta por Roncaglia, Garay, Otamendi y Rojo no pasó sobresaltos en ningún momento y los laterales pasaron siempre al ataque. Gago mostró una versión superior a la de los últimos tiempos. Banega y Pastore se mostraron para tocar y generar juego. Lavezzi, un encendidísimo Di María y un efectivo Agüero hicieron un desparramo adelante.

A los 6 del complemento, Agüero le enganchó dos veces a su marcador y completó su triplete con un remate cruzado. A los 10, Di María definió cruzado en el penal que cometió Hurtado con la mano. La chapa del 5-0 era inapelable.

Lo que quedaba sólo sirvió para darle minutos al resto del plantel, a excepción de Andújar, Pablo Zabaleta y Lucas Biglia, estos dos últimos en la etapa final de recuperación de sus respectivos problemas físicos. Hasta dio ventaja al jugar con 10 en los últimos 20 minutos, por el calambre de Di María, y ni lo sintió.

Bolivia no fue una medida exigente para Argentina. Todo lo contrario. A una semana de su debut en la Copa América, la Selección sumó confianza y rodaje, mientras espera a varias de sus estrellas.

Más allá del resultado y la actuación, el balance para Tata Martino es alentador después de "dos partidos en un día": su equipo goza de buena salud.