Nicolás BaierCopa América 9y

Puertas abiertas (para dos)

LA SERENA (Enviado especial) -- Una vez que se abrió el portón, periodistas, fotógrafos y camarógrafos corrieron en busca de un buen lugar. Después de un par de amagues, lo encontraron.

Sin embargo, la búsqueda principal consistió en visualizar a aquellos integrantes de Argentina que arrastraban molestias físicas. Y el resultado arrojó que Lucas Biglia y Pablo Zabaleta trabajaron a la par del resto.

Los arqueros, ubicados bajo los tres palos más alejados de la cancha anexa, no pudieron escapar de la lente del zoom. Así se pudo observar que Sergio Romero acompañó a sus colegas sin exigirse por su traumatismo en el hombro izquierdo.

El primer entrenamiento de la Selección en La Serena fue a puertas abiertas en el complejo deportivo La Alpina. Estuvieron presentes unos 60 chicos del club que no se perdieron detalle, sentados en una tribuna.

"Buena onda, alegría. Si jugar ya saben...". El mensaje del preparador físico Elvio Paolorroso se escuchó clarito.

La sesión arrancó con trabajos de elongacion y siguió con un "loco" dividido en dos grupos para entrar en calor. El siguiente ejercicio consistió en picar unos 70 metros, recibir de un compañero y mandar el centro de primera para otros dos que se metían al área. Al rato cambiaron de perfil.

El recuperado Zabaleta mandó dos centros por derecha que terminaron en gol de Di María. En ataque falló un intento que aprovechó un compañero e Higuaín ironizó: "Ay, Pablito. Qué amague que metiste. Es toda tuya...".

"Esperá, así le das tiempo a llegar", interviene Martino. "Sí, me visteeee", bromea Lavezzi que sí o sí tenía que recibir la pelota. "Dale guacho que pasé", grita Pocho en otra corrida. "No perdonen", le exigen a los que atacan.

El PF se encargo de dar intensidad: "Trabajemos. Cuando juguemos tres veces en una semana nos tenemos que recuperar". "Volá Milton, volá", le gritó a Casco. Y agregó: "Si hay esfuerzo, hay éxito".

Después fue tiempo de un fútbol reducido "libre", que rápidamente se transformó en un juego con dos toques como máximo. Zabaleta, Higuaín y Agüero no participaron. Claro predominio de los de pechera naranja con goles de Otamendi, Di María, Banega y Rojo (bombazo de afuera), entre otros.

El pitazo final del reducido llegó después del golazo de emboquillada de Banega a Guzmán. Hasta Di María fue a felicitarlo.

Un cierre perfecto, a la vista de todos.

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