BUENOS AIRES -- Hace cuatro años, la Copa América disputada en la Argentina le costó el puesto al entonces entrenador de la celeste y blanca, Sergio Batista.
Heredero de Maradona y con espaldas débiles para soportar la presión y el verticalismo de Grondona, pagó con el cargo la mala campaña en el torneo continental.
La eliminación de la Selección, ante Uruguay, en cuartos de final, se produjo al cabo de una serie de penales, en la que Carlos Tevez malogró el remate decisivo.
Todo un castigo adicional para el entonces DT, quien se había resistido a la convocatoria del Apache, hasta que, desde los escritorios de AFA, bajó la orden de incorporarlo al plantel nacional.
El último partido de Batista también fue el comienzo de un largo paréntesis para Carlos Tevez. La siguiente gestión en el seleccionado, a cargo de Alejandro Sabella, jamás lo tuvo en cuenta, a pesar de la insistencia de los medios.
Versiones nunca confirmadas referían una mala relación de Tevez con algunos jugadores, entre ellos nada menos que Lionel Messi.
Gerardo Martino aseguró desde el primer momento que no habría listas negras y que todos tenían oportunidades de participar. Así fue que Tevez regresó a la Selección. Y el dilema de Batista amaga con reiterarse.
El futbolista de Juventus viene de una extraordinaria campaña en Europa. Obtuvo la doble coronación en Italia y el segundo puesto en la Champions, además de ser el goleador del equipo y tercero en la tabla general del calcio.
Los antecedentes lo hacen merecedor de una camiseta titular. Sin embargo, en la delantera parece haber una formación consolidada.
Tanto Agüero como Higuaín, históricos acompañantes de Messi, también acreditan un destacado pasado inmediato. Kun fue el goleador de la Premier League y el jugador del Napoli terminó cuarto entre los artilleros de la liga italiana. ¿Se animará Martino a relegar a alguno de ellos para hacerle un lugar a Tevez?
Se supone que Di María, otro indiscutido, será el carrilero por izquierda, una especie de cuarto delantero. A menos que el DT opte por sumarlo a la línea de ataque y se decida por un tercer volante con características de enlace como Pastore.
Messi-Higuaín-Agüero y Messi-Agüero-Di María suenan como las variantes más verosímiles. En lo personal, me inclino por la segunda, con un medio campo con Banega, Gago y Pastore.
Aunque el entrenador todavía no confirmó el equipo, su forma de proceder hasta aquí hace pensar que Tevez se sentará entre los suplentes a la espera de su chance.
Si así fuera, Martino deberá estar preparado para las quejas inmediatas si el equipo no demuestra la eficacia requerida.
El axioma según el cual el que aguarda en el banco es el mejor se potencia con Carlos Tevez. El respaldo popular les juega en contra a los técnicos que no lo consideran en el plan original.
No sólo Batista cedió a las presiones a favor del exfutbolista de Boca. Un año antes, Maradona también le improvisó una vacante a último momento en el once titular.
Martino luce como un hombre seguro de sus convicciones y renuente a cambiar el rumbo de un volantazo para congraciarse con alguien.
Pero es innegable que Tevez, así como aporta recursos al equipo gracias a su innegable talento, puede generar ruido. No es fácil mantener a una estrella en estado de reposo.