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Chile logró un angustioso triunfo sobre Ecuador, pero puede dar más

A veces los goles vienen fuera de contexto, y ése fue el caso en la victoria de Chile por 2-0 sobre Ecuador en la Copa América 2015, un partido inaugural de combustión lenta, pero apasionante de todos modos.

En la previa del partido, el entrenador Chile, Jorge Sampaoli, caviló sobre 18 ideas diferentes para la selección del equipo, y ciertamente probó algunas opciones el jueves por la noche.

El equipo abrió con tres al fondo y un par de carrileros adelantados tan abiertos que deben haber levantado tiza con los botines. La idea era abrir el campo de juego y crear espacio para su mercurial creador Jorge Valdivia.

Funcionó bastante bien. Con 31 años, Valdivia tiene algo de eterno niño travieso y pícaro. Puede resultar frustrante, pero tiene un talento poco común para deslizar el pase decisivo. Chile lo desplegó hábilmente hacia los flancos, fuera de los dos mediocampistas de contención de Ecuador, y durante los primeros minutos encontró espacios para divertirse.

Como se anticipaba, Ecuador tuvo algunos problemas iniciales con la línea defensiva. El nuevo entrenador, Gustavo Quinteros, ha intentado que jueguen más arriba, pero como a menudo se encontraban bajo presión, lo último que aprendieron fue lo primero que olvidaron. Sin seguridad con respecto a si presionar o bajar a defender, estaban confundidos, y Valdivia fue capaz de sortearlos y crear ocasiones para Alexis Sánchez, quien no logró convertir.

Ecuador se acomodó después de eso. Quinteros bajó a su versátil delantero de apoyo Miller Bolaños al mediocampo para cerrar el espacio abierto, lo que le dio a Jefferson Montero la libertad para mantenerse arriba en el campo de juego. Cada vez que corría hacia la defensa chilena, se podían sentir los nervios del público -- el Estadio Nacional, lleno a capacidad, permaneció inquietantemente silencioso durante el primer tiempo. En parte fue por el cansancio de la ceremonia de apertura y el hecho de que fue el primer partido, y en parte por la preocupación hacia el desarrollo del juego.

En el entretiempo, Sampaoli hizo un cambio. Salió el carrilero Jean Beausejour y entró el delantero Eduardo Vargas. Pasó a un esquema de 4-3-3, su otra formación de base, con Arturo Vidal integrado en el mediocampo de tres, pero aún así no encontraba un espacio. El enlace ecuatoriano de Montero y Enner Valencia seguía luciendo peligroso.

Luego, mientras Chile preparaba su segunda sustitución --necesitaban el empuje de Mati Fernández para inyectar algo más que las habilidades sutiles de Valdivia-- de la nada llegó un penal. Es cierto que fue una recompensa por la obsesión del equipo con atacar por lo ancho --el peligro comenzó cuando un largo pase diagonal de Sánchez fue bajado imperiosamente por Vidal-- y también es cierto que fue el premio de Chile por obligar a Ecuador a replantearse, ya que contra Vidal quedó Bolaños, quien no es un defensor natural.

Sin embargo, el arco de Ecuador no parecía correr un peligro inminente cuando Vidal cayó. Quinteros y algunos de sus jugadores estaban descontentos, y aún si fue la decisión correcta, fue un penal dudoso. El mediocampista de la Juventus se levantó y pateó con confianza al arco desde el punto de penal, pero el tanto no alcanzó para relajar visiblemente a los chilenos.

De hecho, Ecuador tuvo chances de buscar el empate. Un tiro libre desde su arco le presentó a la defensa chilena una pelota alta jugada en su cancha -- una de sus pesadillas -- mientras que el disparo de Walter Ayovi rebotó e hizo un segundo intento en la zona de peligro. Valencia saltó más alto, pero envió su cabezazo fuera del poste. Más tarde no pudo controlar un pase de Renato Ibarra que lo hubiese dejado directo delante del arco.

El ritmo de Ibarra por la derecha había traído algo diferente desde la banca para Ecuador pero entonces cometió el error que descartó todas las esperanzas de una recuperación. Un pase mal dirigido cayó directamente en el camino de Sánchez, quien se deslizó por Eduardo Vargas para una decisión fresca con el 2-0.

Con tres puntos asegurados después de su primer partido, Chile está bien posicionado hacia los cuartos de final. Con su primer partido jugado con éxito, a partir de ahora deberán tener la confianza para mostrar algo del fútbol audaz y temerario que han insinuado. Será algo divertido de ver.

Tim Vickery es un periodista inglés quien ha estado viviendo en Brasil durante los últimos 20 años. Es corresponsal de fútbol sudamericano para BBC Sport.