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España no ha podido resolver la falta de contundencia

MADRID -- El papel de ‘9’ sigue vacante en España, que de nueva cuenta se mostró fallón de cara a gol pese a su gran dominio del juego.

No fue Álvaro Morata, delantero de la Juventus de Turín, la solución a la discreta eficacia goleadora de la Selección Española, que sigue sin convencer aunque cumplió el cometido de vencer a Bielorrusia y mantenerse a tres puntos de Eslovaquia, líder en el Grupo C de la clasificación a la Eurocopa 2016 y próximo rival oficial del cuadro que dirige Vicente del Bosque.

Tras una campaña de ensueño con la Juventus de Turín, el técnico de la selección decidió darle galones al jugador de 22 años para hacerse cargo de la responsabilidad en ataque reservándose a Paco Alcácer, quien el miércoles pasado rompió la sequía goleadora de España en partidos amistosos, al marcar su cuarto gol en seis encuentros internacionales.

Morata, incómodo y un tanto aislado, apenas se vio en el encuentro disputado en el estadio Borisov Arena. Aunque España dominó el juego por completo, de nueva cuenta terminó pidiendo la hora luego de que un hombre de segunda línea salvó los muebles.

Un solo tanto en 90 minutos, con David Silva como autor, ante un equipo que está prácticamente fuera de la contienda con cuatro puntos y que en su visita a España en noviembre pasado se llevó una derrota por 3-0.

El tanto, además, tardó un mundo en llegar. A la Roja se le empezaba a notar la frustración después 44 minutos en los que tuvieron once intentos, cinco remates a puerta, uno de Sergio Ramos, dos de Pedro y dos del ex atacante del Real Madrid, además de otros seis remates desviados.

Tras el tanto del mediocampista del Manchester City, al filo de la primera mitad, la figura fue Iker Casillas, con dos paradas que salvaron a los hombres de Vicente del Bosque de comprometer más su clasificación al torneo que se disputará en Francia.

En la cuenta final, España terminó con un saldo de 22 remates a puerta y un solo gol, números que ante rivales de cierta envergadura se han repetido una y otra vez para frustración de la hinchada.

Y eso que Morata tuvo un par de oportunidades más, pero se tardó en disparar por dejarle el pase a Fàbregas y a la siguiente oportunidad, se vio frustrado por el arquero Andrey Gurbonov.

En total, el delantero tuvo cinco disparos, dos de ellos desviados y apenas tuvo incidencia en el juego. Diez pases completos, incluido una asistencia para remate, de 17 intentos.

Silva fue, por mucho, el hombre más destacado del cuadro español con 65 pases buenos, ocho malos. Además del tanto con el que la Roja rescató tres puntos vitales en la clasificación a la Eurocopa, tuvo un remate más a puerta y uno desviado. En defensa, recuperó cuatro balones e interceptó otros dos.

El canario, que ha cobrado protagonismo en la Roja en los últimos tres partidos, suma ya 20 tantos internacionales y se ha convertido en el tercer máximo goleador del cuadro español desde que Vicente Del Bosque tomó las riendas en 2008.

La Roja se mantiene en la línea de mucho toque, un estilo de juego que por momentos pone nerviosa a la afición, quizás porque el tan exigido ‘cambio generacional’ se ha llevado a cabo a cuenta gotas –en el cuadro titular de este domingo había diez mundialistas– y no encuentra contundencia.

Si el conjunto ibérico tiene la mejor diferencia de goles del Grupo C con 15 a favor y 3 en contra, algo que podría ser de suma utilidad para un eventual desempate por la primera plaza con Eslovaquia, es porque ha enfrentado a rivales de menor calidad.

Y aun así, han sido Silva, Pedro e Isco los que más han aportado en la eliminatoria. Además de Paco Alcácer, el más efectivo hasta el momento de los tres centros delanteros utilizados en la era post-mundialista.

De los 15 tantos que la Roja ha marcado hasta el momento, sólo cinco han sido de autoría del ‘9’ en funciones. Tres de Paco Alcácer, uno de Morata y otro más de Diego Costa, quien tardó siete partidos en estrenarse como goleador de la Roja y no fue llamado en esta ocasión dada su pobre contribución a la causa.

El resto ha llegado, en su mayoría, a través de la prolija media hispana: dos de Sergio Busquets, tres de Silva, dos de Pedro y uno de Isco, ocho en total. Los otros dos, corrieron a cuenta de los defensas Juan Bernat y Sergio Ramos, éste último desde el punto penal.

De momento, Del Bosque no parece preocuparse demasiado por la falta de tino de los suyos, especialmente considerando que el partido disputado este domingo fue el último de una campaña que, para los suyos, se hizo demasiado larga y empezaban a acusar el cansancio.

“Sólo nos falta ese punto de agresividad en las transiciones y en ataque. Las cosas no se han hecho tan mal”, señaló en la rueda de prensa tras el encuentro.