Damián DidonatoCopa América 9y

Problemas inesperados

BUENOS AIRES -- A los problemas que se esperaban, se sumó uno nuevo en este debut de la Selección Colombia en la Copa América 2015. Porque el equipo no llegó del mismo modo que al Mundial, eso estaba claro desde antes y a nadie le habría sorprendido demasiado ver un pequeño bajón futbolístico colectivo. Sin embargo, lo que sí fue un problema imprevisto en el encuentro ante Venezuela fue la falta de puntería, de contundencia. Esa fue la principal razón de la derrota en Rancagua.

La inactividad de varios titulares, el mal momento de otros y la falta de variantes en ciertos sectores de la cancha hicieron que la mejor versión de la Tricolor estuviera lejos de la que llegó a Chile. De todas maneras, la suma de talentos en ofensiva y el buen trabajo de José Pekerman la mantuvieron como una de las grandes favoritas en la previa, después de Argentina y Brasil. Y sin dudas lo sigue siendo, porque esta caída es dura y duele, pero hay material para dar vuelta la historia.

Colombia sufrió de principio a fin contra la Vinotinto. Jamás le encontró la vuelta al partido y se mostró incómodo en todas las circunstancias del encuentro. Como bien afirmó David Ospina, el equipo de Noel Sanvicente metió a su rival en su juego y se quedó con el triunfo. Venezuela supo cerrar los espacios, manejó la pelota con criterio cuando tuvo la oportunidad y pegó en el momento justo. Después, aprovechó los errores del adversario para mantener la ventaja.

Las dificultades que se esperaban en la Tricolor eran, sobre todo, defensivas. Los laterales Camilo Zuñiga y Pablo Armero, que desde la llegada de Pekerman fueron una de las claves del gran juego profundo del equipo, fueron los puntos más bajos en el debut. Ambos tuvieron una temporada con muchos problemas físicos, cambios de equipo y pocos minutos en cancha. Eso se notó contra Venezuela. Perdieron los mano a mano, retrocedieron con lentitud y no gravitaron en ataque. Sin el aporte de ellos, Colombia se hace previsible en la ofensiva y débil en defensa.

La zaga central tampoco estuvo segura. Sin la presencia de Mario Yepes, Cristian Zapata se mostró perdido y no fue el líder que se necesita. Tiene potencial para serlo, pero debe recuperar la confianza. En tanto, Jeison Murillo hizo su presentación en un partido oficial y tuvo varios errores puntuales. En definitiva, la línea de cuatro no dio garantías y eso se vio en el resultado. Pero no fue algo sorprendente, porque es el principal problema de Colombia en este momento.

También falló la contención y la salida en el centro del campo. Carlos Sánchez no expuso el nivel del Mundial y su compañero Edwin Valencia todavía no recuperó el buen juego de las Eliminatorias. Aquí, Colombia extrañó el primer pase de Abel Aguilar. James Rodríguez muchas veces debió retroceder demasiado para tomar contacto con el balón y eso le quitaba posibilidades ofensivas. Es otra dificultad que podía aparecer teniendo en cuenta las circunstancias previas.

Lo que nadie pensó jamás es que los delanteros iban a tener un mal día. Los seis atacantes son el principal argumento del cuadro de Pekerman para dar pelea en la Copa América. Y si ellos no demuestran todo lo que valen, Colombia pierde. Es asi de simple. No es la idea ponerle todo el peso de la derrota en las espaldas de Falcao y Carlos Bacca, que fueron los titulares, pero este plantel depende de sus artilleros para ganar partidos. Ellos son la razón del éxito pasado y de las esperanzas futuras.

Cuando todos pensaban en la delantera de las Eliminatorias, Pekerman sorprendió e incluyó a Bacca en lugar de Teófilo Gutiérrez. Es que el gran momento del hombre de Sevilla debía ser aprovechado. Pero su contribución fue muy pobre. Casi no tuvo chances de gol y se lo vio impreciso e inconexo con el resto del equipo. Lo mismo que Falcao, quien trasladó sus problemas del United a la Selección. Teo ingresó y tuvo una oportunidad, pero no fue suficiente. Los mismo que Jackson Martínez, quien pudo marcar de cabeza. Entro todos no lograron romper la telaraña defensiva que tejió Venezuela.

El único que se salva del reprobado es, cuándo no, James. El diez de Real Madrid no la rompió como en Brasil 2014 pero fue el más claro de Colombia. Fue el que más intentó y el único que supo cuándo poner la pausa y cuándo acelerar. Tuvo una de las jugadas más claras con un remate desde afuera del área y demostró por qué es el líder anímico y futbolístico de la Selección. La Tricolor lo va a necesitar y mucho contra Brasil y Perú.

En definitiva, Colombia tuvo un debut fallido porque no logró manejar los problemas que sabía que podía llegar a tener y porque se sumó una dificultad nueva. Ahora deberá recuperarse rápido, resolver los inconvenientes y sacar puntos. Es la única solución.

^ Al Inicio ^