BARCELONA -- Una juez de la ciudad brasileña de Santos, Thaís Coutinho, ha exigido a Neymar, a su padre y a la empresa N&N la presentación “en un plazo de cinco días” de toda la documentación referente al traspaso del jugador al FC Barcelona. Y lo que de entrada podría no ser más que un nuevo problema judicial amenaza con convertirse en el peor de los dolores de cabeza para el club azulgrana.
“Existen robustas evidencias de que el valor real envuelto en la transferencia del jugador ha sido ocultado por los participantes directos del negocio”, sentenció la jueza del tribunal civil de Santos. Y a partir de ahí la preocupación se ha instalado entre los ejecutivos del FC Barcelona, temerosos de que DIS y Teisa acaben saliéndose con la suya en la reclamación que mantienen en contra del Barcelona.
La Audiencia Nacional de España cifró en más de 83 millones el precio de Neymar que pagó el Barcelona, y no los 17.1 millones que en su día el club azulgrana declaró haber desembolsado por el jugador brasileño. Con base en esa sentencia y después de aprobar la justicia española una querella de DIS contra Neymar y el presidente del FC Barcelona por corrupción entre particulares, el asunto puede tener graves consecuencias económicas para el club azulgrana.
DIS tenía el 40 por ciento de los derechos de Neymar y recibió menos de seis millones de euros en su momento. Su reclamación ahora asciende a unos 33 millones de euros, de los que restados esos seis recibidos en su momento provocan que pudiera ingresar del FC Barcelona, o de la empresa N&N, 27 millones de euros, a los que habría que añadir casi cuatro millones más para Teysa.
La directiva que salga elegida en las elecciones del próximo 18 de julio puede encontrarse con una sentencia que le obligue a pagar 31 millones de euros, y aunque la querella personalice en Josep María Bartomeu y exista el lógico conocimiento de que todo se fraguó bajo la dirección de Sandro Rosell y con la colaboración directa de Bartomeu y Toni Freixa, hombre de máxima confianza del entonces presidente, sería el nuevo presidente, de no ser Bartomeu, el que tuviera que hacer frente a ese pago.
Además de todo ello, DIS ha acusado al Santos de colaborar en la simulación del Barcelona en la estafa ya que habría aceptado 7.9 millones del club catalán por los derechos preferenciales de tres jugadores, un dinero pagado a fondo perdido, tal y como publicó ESPN, ya que dos de los tres futbolistas del Santos incluidos en la operación, Víctor Andrade y Giva, ya no pertenecen al club brasileño.
El primero de ellos fue transferido al Benfica por poco más de 600 mil euros y el segundo se marchó libre al Coritiba, cuando entre ambos habían supuesto un desembolso de cinco millones de euros al FC Barcelona.