Sorpresas, vaticinios confirmados, llamadas de teléfono, selfies, entusiasmo, tuits, imágenes polémicas, alegrías y decepciones, aplausos y abucheos… la noche del Draft 2015 dio para mucho. Fueron varias horas de decisiones firmes e improvisadas. De gorras puestas con ganas y otras con menos entusiasmo. En definitiva, fue una velada de contrastes con mucha actividad en la que unos quedaron más contentos que otros. Hubo sonrisas y lágrimas escondidas. Algunas de ellas las repasaremos a continuación.
GANADORES
De algo tenía que servir a los Lakers firmar las dos peores temporadas de la historia de la franquicia. La segunda elección del Draft 2015 fue una sorpresa, la primera de una noche de lo más intensa. Apenas se predijo la elección de un D´Angelo Russell que también quedó boquiabierto cuando se enteró del interés de los laguneros en él. A priori, todo apuntaba a que se quedarían con Jahlil Okafor, pero finalmente optaron por contratar al jugador exterior frente al interior.
La decisión fue de lo más lógica. Por un lado Russell demostró durante las dos pruebas que realizó en L.A. que no le tiene miedo a nada. Dio imagen de chico aguerrido con ganas de aprender y dispuesto a sacrificarse, algo que sedujo a Byron Scott y Mitch Kupchak. Se atrevió a mostrar sus virtudes en un partido de tres contra tres, algo que Okafor no hizo. Por otro lado, haber contratado al pívot hubiera sido un movimiento arriesgado: los Lakers ya cuentan con Julius Randle que se perdió la temporada pasada al completo. Contar con dos ‘novatos’ en la pintura en una situación en la que ambos deberían tener muchos minutos era arriesgado.
En Russell los Lakers han encontrado a un jugador dinámico, con visión de juego y capacitado para anotar tiros de tres. Ya le catalogan en la franquicia como una súper estrella del futuro y la alegría fue evidente en la comitiva del conjunto californiano. Por algo será.
En Denver no se creían que Enmanuel Mudiay fuera a llegar a la séptima posición, algo que sucedió después de que Sacramento Kings le descartara en la sexta. Para muchos analistas, el armador congoleño que el año pasado jugó en la liga de China debía haber caído en las cuatro primeras posiciones. Y ya no es sólo el hecho de haberse topado casi por azar con uno de los mejores de su clase, sino que además su juego le vendrá muy bien a una franquicia a la que le urge un lavado de imagen después de los varapalos en las dos últimas temporadas. La de los Nuggets es clara: quieren darle más velocidad a su juego y el mensaje, demoledor: están por la labor de que Ty Lawson sea traspasado.
La presencia de Lawson en la franquicia no ha estado exenta de polémica. Además de haber sido condenado recientemente por conducir bajo los efectos del alcohol recientemente, al base no se le ocurrió otra cosa que publicar en redes sociales imágenes suyas fumando en hookah (pipa árabe) con el texto: “Me voy a Sacramento” escrito justo cuando Mudiay fue seleccionado. Lo suyo desde luego fue de las declaraciones de intenciones más explícitas de la NBA en los últimos años.
Mudiay podría apuntar a la titularidad desde el comienzo de la temporada. Aunque no tiene experiencia en la NBA y su presencia en la liga de China parece insuficiente después de haber jugado tan solo 12 partidos por culpa de una lesión en los que alcanzó 18.0 puntos, 6.3 rebotes, 5.0 asistencias y 1.6 robos. A priori, no está preparado para asumir toda la carga en la construcción del juego, sin embargo su adaptación podría ser rápida con la presencia de compañeros experimentados. Los Nuggets tienen muchas esperanzas puestas en el posible traspaso de Lawson y lo que puedan sacar por ello. Eso podría hacer que la presencia gane enteros.
¿Acaso queda alguna duda de que los más beneficiados de este Draft son los T-Wolves? La más que esperada contratación de Karl-Anthony Towns en el primer puesto pone la guinda a un equipo de talentos jóvenes, no tan jóvenes y jugadores que todavía tienen mucho que decir en la liga. El pívot de origen dominicano se une al Novato del Año 2014, Andrew Wiggins; al campeón del concurso de mates, Zach LaVine; a un Ricky Rubio que sigue cruzando los dedos para que las lesiones le respeten este año y que además recibió de una manera peculiar a Towns vía Twitter: “Preparado para recoger mi ropa seca mañana?”, publicó en tono jocoso justo cuando se cumplieron los vaticinios. Gorgui Dieng, Shabazz Muhammad y el recién llegado Tysus Jones, armador de Duke y natural de Minneapolis que brilló en las Finales de la NCAA 2015.
El elenco no tiene desperdicio y podría convertirse en uno de los referentes futuros de la liga si los jóvenes explotan y los veteranos tienen algo más de suerte. Desde luego la presencia de Towns es una garantía. Viene curtido con una amplia experiencia internacional con la República Dominicana, además de haber sido pupilo de uno de los coaches más carismáticos y experimentados de la liga universitaria: John Calipari, quien estuvo junto a él en la mesa durante la noche del Draft. Se trata sin duda de uno de los ala-pívot más completos que se esperan. Su presencia en la pintura goza de una solidez que combinada con su descaro y talento se vuelve un muro demasiado complicado de superar por las ofensivas rivales. En ataque, su repertorio es de lo más amplio. Se mueve bien en el poste bajo y tiene mucha precisión en los lanzamientos exteriores. Su sueño es el de llegar a ser uno de los jugadores más influyentes de la competición con singularidad, sin que se le compare con nadie. En este punto, a pocos meses de que comience su periplo en el básquetbol profesional, Towns tiene mucho ganado.
PERDEDORES
Da la sensación de que los 76ers se dejaron llevar por la corriente. Quizás esperaban que su elección fuera Russell en la tercera posición del Draft, pero los Lakers cambiaron las piezas del tablero. Los californianos no fueron a por Okafor, le dejaron escapar porque según su criterio era imposible dejar fuera de la terna en la segunda posición a un jugador como el armador. Filadelfia necesitaba un jugador exterior como el comer, pero finalmente se tuvieron que conformar con un pívot. Otro más.
Es como si su apuesta por Russell hubiera sido demasiado fuerte, como si no hubieran tenido un plan b delineado. Se quedaron con Okafor casi por inercia. Quizás pensando un traspaso, quizás reforzando una zona interior de lo más poblada a conciencia. En cualquier caso se llevan a un jugador muy completo que a la postre fue la sobra de unos Lakers acostumbrados a contar con pívots como las piedras angulares de los proyectos más exitosos de su historia. No vieron el potencial necesario en él.
Okafor está llamado a suplir las carencias ofensivas de los 76ers, sin embargo hay overbooking en la zona pintada demasiado evidente para estos 76ers en decadencia. Okafor, Nerlens Noel, Joel Embiid, Furkam, Aldemir, Robert Covington, Henry Simms… a priori sobran efectivos en las posiciones de pívot y ala-pívot.
El panorama de Sacramento Kings quedó ensombrecido por una cuestión de orgullo. Las aguas no están calmadas en la franquicia por la fricción entre el coach del plantel, George Karl con el gerente general, Vlade Divac, y el propietario, Vivek Ranadive. Karl no quiere a DeMarcus Cousins mientras que la gerencia lo que no quiere es traspasarlo. Así las cosas, el Draft del jueves ayudó muy poco a apaciguar los ánimos.
Los californianos estaban listos para adquirir a la sexta mejor opción. Mudiay estaba en disponible y Divac le dejó escapar. ¿La razón? El congoleño no acudió a la llamada de los Kings para hacer las pruebas en las semanas previas a la noche del Draft. Ese fue el argumento para que el exjugador y ahora directivo acabara optando por Willie Cauley-Stein. Se les escapó un armador más que necesario por un no tan ansiado ala-pívot. En ocasiones el orgullo hay que dejarlo de lado cuando está en juego la construcción de un plantel competitivo. En esta ocasión, lo que hacía falta era una buen base, lo tuvieron a punto de caramelo y no optaron por él. Mudiay era sin duda uno de los armadores más destacados.