Adry Torres 9y

Jackson tranquilo con su decisión

NUEVA YORK – Los aficionados abuchearon su nombre, Carmelo Anthony quedó desconcertado con la selección de primer ronda, pero al final del día la última palabra la tuvo Phil Jackson.

Bienvenido a Nueva York, Kristaps Porzingis, en donde los fanáticos de la gran manzana ya te hicieron la presión como nuevo jugador de los Knicks.

Mientras que los aficionados de los New York Knicks estuvieron abatidos cuando las bolas de la tómbola de la lotería no produjeron el resultado que todos ansiosamente anticipaban – una primera selección del draft de la NBA 2015 – la cuarta selección de este sorteo les brindó un jugador, que según muchos escuchas piensan, marcará una diferencia en los próximos años.

Para muchos de estos fans, Porzingis desafortunadamente carga una etiqueta incógnita que se le aplica a jugadores del extranjero ya que tantos esperaban recibir a prospectos de renombre como Karl-Anthony Towns, D’Angelo Russell, Emmanuel Mudiay, Jahlil Okafor y Justise Winslow, entre otros.

Pero quien realmente se atreve a castigar a una afición por su manera de pensar, cuando esta legión de fanáticos, que febrilmente sangran azul y naranja y están famélicos por disfrutar un campeonato que les ha eludido a la organización desde 1973 cuando alzaron el trofeo Larry O’Brien y gozaron de un desfile por las calles del “Cañón de los Héroes” en el Bajo Manhattan, simplemente quieren tener una razón de por qué sentirse optimista tras una temporada de terror, en la cual perdieron 65 partidos.

En tanto, el señor de los anillos, que desde que tomó la presidencia de los Knicks, le ha enviado a la afición y a sus jugadores varios mensajes con toques filosóficos a través de los medios y en su cuenta de Twitter, de nuevo trató de apaciguar las inquietudes y estuvo al quite de la decisión que se tomó un día después de cuando la voz el comisionado Adam Silver fue ahogada por los abucheos de los fans de los Knicks que arribaron al Barclays Center de Brooklyn.

Jackson confió en el análisis que el asesor del equipo Clarence Gaines Jr. le prestó sobre el pívot de Letonia, asegurándole al entrenador de los 11 anillos, que tras verlo jugar en un partido en Madrid, el talento de Porzingis era único para poder dejarlo libre en el sorteo a favor de otros que quizás estuvieron clasificados en la pizarra por encima de este joven de 19 años que además mide 7 pies y 2 pulgadas.

Porzingis, quien ha sido comparado con el español Pau Gasol, promedió 10.7 puntos, 4.8 rebotes, 1.0 tiros bloqueados, 31.3 por ciento desde la línea de triples, 47.1 por ciento desde el campo en 34 partidos con el Sevilla durante la fase del torneo de la ACB. En 16 partidos de la Eurocopa, acumuló un balance de 11.6 puntos, 4.1 rebotes, 1.2 tiros bloqueados, 45.9 por ciento detrás del arco y 55.6 por ciento desde el campo.

“Cuando alguien me dice que esta es una oportunidad (que se realiza) una vez en la vida, tengo que estar alerto y tengo que considerar que después que ha estado en este negocio durante el tiempo que él tiene, creo que tiene un buen ojo para el talento”, argumentó el líder de la directiva de los Knicks la tarde del viernes en el centro de entrenamiento de los Knicks.

Aunque fuentes revelaron a Stephen A. Smith de ESPN lo desilusionado que se sintió Carmelo Anthony, quien el verano pasado firmó un contrato de casi $125 millones por cinco temporadas, Jackson no tuvo problemas con las preocupaciones de su estrella.

No obstante, el señor de los anillos no se enloqueció, haciendo oídos sordos sobre la alegada molestia que Melo divulgó.

“Carmelo siempre está en mi mente. Es nuestro hijo favorito en este momento de su vida, y esa es la manera que debe ser”, dijo Jackson. “Pero la segunda cosa más importante es lo que hacemos por esta franquicia”.

En su primera temporada completa con los Yankees, Jeter cometió 22 errores y los aficionados pedían por su reemplazo. Para ellos, todo quedó en el olvido meses después cuando celebraron la primera de cinco Series Mundiales que ganaron.

Con Prozingis a bordo, Jackson predica la misma paciencia de una afición que lleva esperando por casi cinco décadas el anhelado título.

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