Nicolás Baier 9y

Un tiro para la justicia

VIÑA DEL MAR (Enviado especial) -- ¿Por dónde empezar? ¿Por el sufrimiento que siempre tiene una definición por penales, por la falta de eficacia que llevó a esa situación angustiante, por la revancha de Tevez? Tal vez por todo eso junto.

Argentina se metió en las semifinales de la Copa América desde los 12 pasos, como contra Holanda en la semi de Brasil 2014 el día que Romero se convirtió en héroe, o como en una de las tantas gestas de Goycochea, sentado justo arriba nuestro en la platea de prensa.

Argentina hizo todo para ganar. Salvo el gol, claro. Fue superior en todos los aspectos del juego y, más allá de algunas falencias frente al arco, se topó con Ospina, un David que fue Goliat.

El 0-0 no se movió. La que se movió fue la defensa de Colombia y así aguantó los 90. Se sabe que en el fútbol la justicia no siempre dice presente. Y a medida que pasaban los penales, esa sensación se agigantaba.

Desvió Muriel, pero Biglia no pudo liquidar la serie. Su remate se fue ancho. Romero demostró que en estas situaciones no es Chiquito y le atajó a Zúñiga. Otra vez la chance de cerrarlo, pero el tiro de Rojo pegó en el travesaño. El equipo de Martino perdonaba demasiado. Hasta que Murillo la tiró afuera y llegó el turno de Tevez. "Preparen los apuntes", gritó Goyco.

Y el héroe fue Tevez. El que volvió a la Selección. El que había errado ante Uruguay en la eliminación de hace cuatro años en Argentina. Al que Boca anunció como refuerzo en el entretiempo del partido de Viña del Mar con un timing especial.

Carlitos tuvo revancha. Argentina hizo justicia. No tenía que haber sufrido tanto. Pero esa es otra historia...

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