Si el ruso Ruslan Provodnikov no pudo acabarle en doce asaltos en una de las peleas más duras que se hayan presentado en el Stub Hub, ¿qué habría hecho Jessie Vargas con 10 segundos y luego de un golpe de suerte en el duodécimo asalto sobre el veterano Timothy Bradley Jr.?.
Honestamente: creo que nada.
Claro que si toda la sobreactuación al final del combate le llegase a servir para una eventual revancha, pues al menos para Jessie no todo está perdido.
El referí Pat Russell, un veterano del mil campañas sobre el ring, erró en detener sorpresivamente un combate que parecía tomaría un giro inesperado cuando restaban 10 segundos de acción.
Vargas acertó un potente gancho de derecha que lastimó a Bradley. Pero el alias ‘Tormenta del Desierto’, que ya ha estado muchas veces en esa posición, se amarró y en medio de su gestión fue que sobrevino la sorprendente acción de Russell.
Aún así creo que la falla del árbitro de 67 años, quien –más sorprendido aún- dijo haber escuchado la campana antes que el cronometrista la sonara, no habría cambiado en nada el resultado final.
Bradley dominó la mayoría de los asaltos y con su veteranía superó por mucho a un joven Vargas que apenas puso en práctica las instrucciones dadas por su esquina liderada por el cuatro veces ex campeón divisional, el mexicano Erik ‘El Terrible’ Morales.
Los tres jueces asignados también lo certificaron el triunfo por unanimidad. Incluso, de haberse producido una caída de Bradley, tampoco habría cambiado las cosas. (116-112, 117-111, 115-112).
Bradley bien pudo haber puesto inteligentemente una rodilla sobre la lona para agotar el tiempo –como hizo con Ruslan- y habría ganado de todas formas.
Me atrevo a decir además que Vargas no trajo al ring ni un poco de esa explosividad que caracterizó a su nuevo entrenador y futuro miembro del Salón de la Fama.
Era predecible de que si Vargas no utilizaba su ventaja en alcance con su ‘jab’ para mantener a la distancia a Bradley, tendría serios aprietos. Y así sucedió.
Bradley es uno de los mejores contragolpeadores en la actualidad. Lo demostró ante Provodnikov, Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez.
Su única desventaja siempre ha sido el poco poder en su pegada y que en ocasiones, cuando suele caer en sobre confianza, ‘besa’ al peligro bajando su guardia e invita al ‘toma y daka’ a sus contrarios. Algo así le ocurrió en esos segundos finales el sábado en la noche.
Pero Bradley, cuyas capacidades han sido puestas en cuestionamiento por muchos desde su controversial primera victoria sobre Pacquiao en el 2012, le demostró a Vargas el porqué ha sido campeón en dos divisiones distintas.
A Vargas le queda mucho camino por recorrer para entrar en la élite del deporte y de la división de las 147 libras. Falta mucho por depurar y aprender.
“Una golondrina, no hace verano”. Mucho más cuando se está de frente de un gladiador como Bradley quien precisamente sobrevivió la más grande de sus pruebas en el Stub Hub (antes Home Depot Center) en el 2013 frente a Provodnikov.
Bradley, cuya pelea con Vargas fue la número 1,001 en ser transmitida por HBO, se convirtió en el campeón interino de la OMB, en donde el actual monarca en propiedad lo es Floyd Mayweather Jr.
Todavía el ‘MoneyMay’ no ha decidido que hará con el cetro que le arrebató el pasado mes de mayo a Manny Pacquiao, así que es posible que veamos a Bradley en una mejor posición.
Por lo pronto, Vargas esperará por que se produzca una revancha que seguramente Bradley no rehuirá a menos que surja un plan mayor.
“En la revancha empezaré donde dejé esta pelea. El (Bradley) estaba noqueado y fue con un solo golpe. Esos diez segundos me costaron la pelea”, declaró Vargas al concluir el combate.
Lamentablemente, debo decir que si Vargas ya va con la mentalidad de retomar las cosas en donde las dejó, el resultado, una vez más no será el mejor.