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Aniversario de Plata para el 'Toro'

“Fernando se dirigió a algunos compañeros y les dijo: ‘Eso es genial, ahora probablemente veremos otro sin hit’”, fueron las palabras proferidas en una entrevista posterior del manager Tom Lasorda, de acuerdo a Los Angeles Times.

Y es que en cualquier otro día esta frase pudo no haber tenido mayor sentido. ‘El Toro’ se encargó que aquella noche del 29 de junio de 1990 fueran simplemente el comienzo de una noche apoteósica para el béisbol, pero sobre todo para los seguidores de la pelota caliente con origen mexicano.

Con la ‘Fernandomanía’ como un vago recuerdo, para muchos éste fue el último gran momento del oriundo de Etchohuaquila, Sonora, pero probablemente el que terminó por instalarlo en nuestra mente como una leyenda.

Los seguidores al ‘Rey de los Deportes’ se consideran románticos y quien mejor para atraparnos con su narrativa que el ícono Vin Scully, quien al igual que el zurdo parecía presagiar el final de lo que se avecinaba en el recinto enclavado en Chavez Ravine cuando el último hombre se aproximaba al plato.

“Inclusive hay un dejo de poesía en el momento, ya que el ex Dodger, y buen amigo de Fernando, Pedro Guerrero, con su (promedio) .294, es quien tiene la oportunidad de acabar con el sin hit”, exclamó Scully en aquella noche californiana alrededor de las 22:15 de la noche para que tan solo unos cuantos minutos después se pusiera punto final al que, para algunos, es la mejor actuación en un juego para un pitcher mexicano en las Grandes Ligas, algo difícil de discutir.

Con Vince Coleman retirado por la vía del ponche, Valenzuela perdió a Willie McGee al otorgarle la primera colchoneta vía la base por bolas, lo que sirvió para montar el gran final ya que su siguiente enemigo sería el toletero dominicano, quien tenía amplio conocimiento del repertorio del ‘Toro’.

Tras tenerlo abajo en la cuenta 0-2, y con el ponche tocando la puerta, Valenzuela propició con un lanzamiento alto y a la esquina de afuera que el tercero del orden al bat de los St. Louis Cardinals conectara un rodado que parecía internarse en los jardínes de no ser por el hecho que el mismo pitcher le metió el guante para que Juan Samuel pisara la segunda base y concretara el doble play con Eddie Murray para que el hoy manager de Los Angeles Angels, Mike Scioscia, se abalanzara a la lomita para fundirse en un abrazo con el zurdo.

La historia suele ser caprichosa, pero aquel 29 de junio de 1990 decidió regalarnos un par de juegos sin hit ni carrera, toda vez que unas horas antes del conseguido por Fernando Valenzuela, Dave Stewart de los Oakland Athletics había logrado silenciar a la batería de los Toronto Blue Jays en el Skydome de la capital canadiense.

Curiosamente, en 1990, fue la primera ocasión que se vivieron siete juegos con esta gesta, algo que sólo ha sido igualado en 1991 y 2012.

Hasta el momento Fernando Valenzuela ha sido el único pitcher mexicano que ha lanzado un juego sin hit ni carrera sin ayuda, ya que siete años después Francisco Córdova y Ricardo Rincón lo consiguieron de manera combinada con los Pittsburgh Pirates.