Washington CucurtoCopa América 9y

La pasión paraguaya seguía en nuestras pieles

SANTIAGO DE CHILE- Era tanta la emoción de los paraguayos que la energía que salía de su infinita felicidad se convirtió en un huracán de aire caliente y nos empujó al centro mismo de ese bellísimo país. ¡Vaya, dijimos, qué hermoso es Paraguay!

Sin miedo a exagerar, Paraguay es uno de los países más lindos del mundo. Como no tiene salida al mar, no tiene puerto, no está valorado en toda su inmensidad. Quizás, sea el gran secreto de Sudamérica. Desde el conventillo, nos quedamos con la boca abierta, observando con mucha atención, el transcurrir de la vida paraguaya.

Llegamos en horario de la siesta, pero mucha gente estaba en la plaza Uruguaya, en el centro de Asunción, tomando tereré. ¡Tereré refrescante para el alma! Cada persona, acodada en el respaldo de las sillas llevaba un diario paraguayo que leían con mucha atención.

La historia está cambiando, antes era impensando que Paraguay eliminara de la Copa a Brasil y hace un par de días lo logró. Paraguay es un gran equipo. Todos estaban felices esperando el gran choque contra Argentina. La felicidad inundaba todo el territorio de ese precioso país.

De pronto, nuestro conventillo aterrizó en un costado de la plaza y saltamos como locos, a sentir el aire caliente, a tomarnos unos tererés con nuestros queridos hermanos paraguayos.Ya lo dije, Paraguay es el mejor país del mundo. Lo que no dije es que su gente es la más buena, sana y hermosa de todo el Planeta. ¡Siento envidia de no haber nacido paraguayo! ¡Envidio profundamente a Roa Bastos y a todo el genio del pueblo paraguayo!

Pero el fútbol es el fútbol y ahora tienen que jugar contra Argentina y en el conventillo no sabemos por quién alentar. Si por los prodigios, por el gran equipo lleno de juventud y belleza o por el aclamado equipo de las estrellas mundiales.

Nos sentamos a tomar tereré y de pronto vemos en un banco de una esquina de la plaza al grandísimo José Luis Félix Chilavert, tomando un tereré y vociferando a garganta pelada. José Luis, está un poco excedido de peso. Pero sus comentarios siguen siendo tan filosos como siempre. Transpira en la frente. “Y ahora viene Argentina, será un trámite”.

“Brasil no nos complicó nunca, nos tuvieron miedo en todo momento y el equipo metió y metió y se llevó los puntos. A Argentina hay que jugarle de la misma manera, apretarlos en todos lados, no dejarles tocar la pelota. A Messi hay que irle directo a los tobillos, para que sepa que los paraguayos no le tenemos miedo...”.

Y continuó: “Este es un equipo de verdad, superador. Argentina no podrá ganarnos nunca. En el primer partido le dimos vuelta un 0-2 en contra y fue un trámite, si el partido duraba cinco minutos más, le metíamos el tercero”.

De pronto, José Luis Félix, quiso conocer nuestra nave. ¿Qué es eso, muchachos? Le explicamos que era un conventillo volador y cuando el gran golero subió a nuestra nave, crujió, emitió un extraño sonido y se elevó rápidamente y nos dirigimos sin parar hacia Santiago de Chile, con Chila adentro, de copiloto.

La pasión paraguaya seguía en nuestras pieles dibujando flores de colores.

^ Al Inicio ^